Las trenzas pueden ser tanto protectoras como perjudiciales para el cabello y el cuero cabelludo. Aprende lo que puedes hacer para cuidarlas y obtener el máximo beneficio.
Hidrata el cuero cabelludo con la mayor frecuencia posible
Hidratar el cuero cabelludo es crucial, ya que te ayuda a controlar la descamación y la sequedad, manteniendo la cabeza y el cuero cabelludo en un estado saludable. La sequedad del cuero cabelludo es consecuencia de enfermedades de la piel como la psoriasis y el eczema. En situaciones graves, la piel también puede sufrir llanto, costras o hemorragias...
Cuando estas afecciones se desarrollan en el cuero cabelludo, pueden ser más difíciles de tratar que otras zonas con menos pelo. El cuero cabelludo seco también puede deberse a la deshidratación, al lavado diario del cabello, a los cambios de tiempo y a los ingredientes capilares agresivos.
Los signos de un cuero cabelludo seco incluyen:
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Dolor
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Picor
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¿Caspa?
Puedes prevenir todos estos problemas hidratando regularmente tu cuero cabelludo mientras cuidas tus trenzas?
No dejes de rociar tu cabello sólo porque lleves trenzas. El cuero cabelludo y las raíces necesitan una hidratación adecuada para gozar de la máxima salud. Comienza rociando tu cabello con agua y sella la humedad con manteca de karité. Algunas otras cosas que la gente prueba son:
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Productores a base de aloe vera
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Aceite de coco
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Té verde
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Aceite del árbol del té
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Mayonesa
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Aceite de canola
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Remedios caseros, como el vinagre de sidra de manzana?
Encontrar el mejor producto capilar puede requerir un poco de experimentación por tu parte. Un excelente punto de partida son los aceites esenciales o el champú hidratante.
Lava tus trenzas cada dos semanas
No es raro que muchas mujeres pasen mucho tiempo sin lavarse el pelo trenzado. Pero tus trenzas recogen la suciedad, el polvo y el sudor, y ciertamente no quieres que apesten. Lava tus trenzas de la misma manera que te lavas el pelo, con champú y agua.
También puedes lavarlas en seco con un paño limpio, un poco de agua y champú para evitar que se dañe el tallo del cabello. Divide las trenzas en secciones y limpia el cuero cabelludo con un paño húmedo.
No utilices productos hidratantes no naturales
Es posible que hayas oído hablar de los beneficios de los aceites minerales en el cuero cabelludo. Si bien quieres que mantengan la mayor cantidad de humedad posible para un aspecto óptimo, evita las cremas hidratantes para trenzas que contengan aceites minerales. Recuerda que los productos que utilizas pueden contribuir a la rotura del cabello o ayudar a prevenirla.
En su lugar, lo mejor es utilizar aceites naturales como el de almendras o el de coco. Para un hidratante no graso, puedes optar por un acondicionador natural sin aclarado.
Sea suave con su cuero cabelludo
Mientras te lavas el cuero cabelludo trenzado, puedes tener la tentación de frotarlo con fuerza para eliminar la grasa y el sudor acumulados. Pero esto sólo te hará más daño que bien. En lugar de eso, sé suave pero minuciosa a la hora de romper la combinación de suciedad y aceite...
Cuando termines de lavar las trenzas, sécalas bien exprimiendo el agua. No tires de tus trenzas para secarlas, ya que esto aumenta la presión sobre el cuero cabelludo. Masajea el cuero cabelludo de forma uniforme mientras aplicas tu alimento capilar favorito e hidrátalo para asegurarte de que las puntas y las raíces están bien abastecidas.
No ates tus trenzas todo el tiempo
Sujetar constantemente tu pelo en un peinado recogido puede comprometer la integridad de los bordes del cabello. Evita los peinados que te obliguen a tirar de las trenzas con demasiada fuerza. Dado que las trenzas son un peinado protector, deben ayudar a mantener tu cabello revitalizado. Esto es posible probando varios estilos con tu cabello siempre y cuando evites tirar de ellas mientras las peinas.
No lleves tus trenzas durante demasiado tiempo
Este es un pecado común de las trenzas entre la mayoría de las mujeres. Aunque es un estilo protector, no es buena idea llevarlo durante demasiado tiempo, especialmente si no quieres quedarte calva. Por el bien de la salud de tu cuero cabelludo y por cuestiones de higiene, no lleves las trenzas durante más de ocho semanas; seis semanas se considera el periodo ideal. Tanto si se trata de trenzas, como de trenzas de rastas, de ganchillo o de nudos bantú, tenerlas durante meses puede dañar la línea del cabello y provocar su rotura.
No descuides tu régimen capilar nocturno
No tires la cautela por la noche después de hacer todo lo posible por mantener tus trenzas en buen estado durante el día. Una buena costumbre que debes mantener es envolver tus trenzas por la noche al acostarte. El uso de un pañuelo de seda protege los bordes y evita que las raíces se resequen. También protege tu cabello de las roturas, manteniendo los bordes con un aspecto fresco y cuidado...