Su hija tiene 18 años y está al final de la adolescencia. Aprende lo que puedes esperar mientras ella trata de afianzar su incipiente independencia.
A los 18 años, tu hija está decidiendo quiénes son... y qué quieren. Están probando diferentes versiones de su vida. A la vez, están centrados en sí mismos y tomando conciencia del gran mundo que hay ahí fuera.
Su hija es un adulto emergente. Es un momento muy intermedio. Son optimistas. Están nerviosos. Y este año alcanzarán muchos más hitos en su desarrollo.
Lenguaje
A esta edad, tu hija es capaz de mantener conversaciones inteligentes de ida y vuelta. Puede que no siempre tengan ganas de hablar, pero suelen estar deseosos de compartir sus opiniones sobre lo que ocurre en el mundo. A diferencia de otras edades, ahora son capaces de escuchar y considerar otros puntos de vista.
Social
Su hija está superando los grupitos y desarrollando amistades más profundas. Es posible que disfruten de las citas o busquen una relación romántica más significativa. La presión de los compañeros ya no es una influencia tan grande. Si quieren probar algo, les interesa más lo que dicen los expertos que sus compañeros.
Emocional
Su hija de 18 años está haciendo una de dos grandes cosas emocionalmente. Si están acostumbrados a expresar todas sus emociones, aprenderán a controlarlas. Si mantienen las cosas reprimidas, estarán más en contacto con sus sentimientos y con formas saludables de compartirlos.
Físico
Aunque más de la mitad de las chicas de su edad están a dieta, es probable que tu hija de 18 años añada una pequeña y saludable cantidad de grasa alrededor de sus brazos, piernas, pechos y caderas.
Se quedan despiertos hasta tarde y se levantan tarde, pero todavía necesitan una cantidad decente de sueño. Deja que se pongan al día los fines de semana.
Desafíos
A medida que tu hija se vuelve más independiente, tendrán más oportunidades de luchar. Lo creas o no, esto es algo bueno. Les ayudará a explorar sus sistemas de apoyo y a desarrollar su capacidad de recuperación.
Hay momentos en los que hay que intervenir y momentos en los que hay que apartarse. Es de esperar que haya discusiones y conflictos. Es posible que no quieran recibir afecto físico de su parte, incluso que no quieran estar cerca de usted, pero aún así necesitan saber que usted se preocupa por ellos. Ayúdale a convertirse en una persona capaz de cuidar de sí misma hablando de sus sentimientos y de las formas saludables de expresarlos.
Parte de ser un adulto significa tener rienda suelta en Internet, pero su hija sigue necesitando apoyo en lo que respecta a su vida en línea. Aunque no es 100% efectivo, un software de seguimiento te muestra los sitios que han visitado. Antes de configurar nada, ten una conversación con ellos sobre las nuevas libertades, la navegación segura, evitar divulgar demasiada información personal y hacer compras en línea de forma segura.
Los grandes cambios pueden causar a veces grandes decepciones. Puede que tu hija supere las cosas que le causan tristeza al cabo de unos días o... que se quede estancada en la depresión. Busca señales de que no se interesa por las cosas que suele disfrutar, o que tiene problemas para dormir o un nivel de energía constantemente bajo.
Algunas chicas de 18 años pueden recurrir a las drogas y al alcohol como forma de hacer frente a los grandes sentimientos o para encajar. Esto será más difícil de controlar cuando vivan fuera de casa, así que asegúrate de que conocen las consecuencias del consumo de menores y todas sus opciones y recursos.
Mantén la conversación sobre el sexo seguro. A medida que su conciencia se amplía, serán más capaces de mantener conversaciones en profundidad sobre las ETS, el acoso, la violación, la violación en cita y el embarazo adolescente.
Son temas muy duros, ¿verdad? Profundiza. Esta última etapa de la adolescencia no es fácil ni para ti ni para tu hija. Haz preguntas. Escucha las respuestas. Acuerda no estar de acuerdo cuando no estés de acuerdo. Sé un padre, no un amigo. Y anímese: Puede que no lo sientas así, pero todavía te necesitan.