La actriz y madre Amanda Peet ha aprendido por experiencia propia que las vacunas son cruciales.
Amanda Peet y su marido, el guionista David Benioff, no se sentían muy festivos la pasada Navidad. Su hija de 10 meses, Molly, había desarrollado una horrible tos seca que le recorría todo el cuerpo.
"No sabíamos qué era", recuerda la protagonista de 2012 y The Whole Nine Yards, de 39 años, que está en Los Ángeles para rodar la nueva serie de la NBC Bent. "Llamaba a mi cuñado, que es especialista en enfermedades infecciosas, y trataba de atascar el teléfono junto a su cara mientras ella tenía un ataque de tos". Finalmente, en la cuarta visita de Molly, su pediatra decidió hacerle un frotis para detectar la tos ferina, a pesar de que sus síntomas no encajaban del todo con los del resfriado o los de esta infección de las vías respiratorias altamente contagiosa.
El resultado fue positivo. La bebé Molly, que era demasiado joven para haber recibido todas las dosis de la serie de vacunas contra la tos ferina, fue el último bebé en desarrollar la enfermedad en lo que los expertos en salud llaman el mayor brote de tos ferina en California en décadas. (En la actualidad existe una vacuna de refuerzo para adolescentes y adultos con el fin de evitar la transmisión de la enfermedad a los bebés que aún no han recibido todas las vacunas). Más de 9.000 personas en el estado se contagiaron de tos ferina en 2010, y al menos 10 -todos bebés menores de 3 meses- murieron.
Amanda Peet y Every Child by Two
Eso aterrorizó a Peet, y por eso está trabajando para promover el mes de agosto como el Mes Nacional de la Concienciación sobre la Inmunización en colaboración con Every Child by Two (www.vaccinateyourbaby.org), una organización que trabaja para mejorar las tasas de vacunación infantil. Al igual que muchos padres primerizos, Peet había leído noticias sobre las controversias que rodean a las vacunas infantiles y al principio se sintió ansiosa cuando llegó el momento de inmunizar a su primer bebé. Al provenir de una familia de médicos, Peet investigó a fondo su decisión. Al final, se convenció tanto de la importancia de las vacunas que firmó como portavoz de la ECBT.
Peet afirma que la comunidad científica ha resuelto muchos de los problemas de seguridad. "No me escuchen a mí", dice. "Escuchen a la ciencia".