Tipos de piel, por qué son importantes y cómo conocer el tuyo.
Puede cambiar con el tiempo. Por ejemplo, las personas más jóvenes son más propensas que las mayores a tener un tipo de piel normal.
¿Cuál es la diferencia? Tu tipo depende de aspectos como:
-
De la cantidad de agua que tenga tu piel, que afecta a su confort y elasticidad
-
Qué tan grasosa es, lo que afecta su suavidad
-
Lo sensible que es
Tipo de piel normal
Ni muy seca ni muy grasa, la piel normal tiene:
-
Ninguna o pocas imperfecciones
-
No hay sensibilidad severa
-
Poros apenas visibles
-
Un cutis radiante?
Tipo de piel combinada
Tu piel puede ser seca o normal en algunas zonas y grasa en otras, como la zona T (nariz, frente y barbilla). Muchas personas tienen este tipo. Puede necesitar un cuidado ligeramente diferente en las distintas zonas.
La piel mixta puede tener:
-
Poros que parecen más grandes de lo normal porque están más abiertos
-
Puntos negros
-
Piel brillante
Tipo de piel seca
Puede tener:
-
Poros casi invisibles
-
Tez apagada y áspera
-
Manchas rojas
-
Piel menos elástica
-
Líneas de expresión más visibles
Su piel puede agrietarse, pelarse o sufrir picores, irritaciones o inflamaciones. Si está muy seca, puede volverse áspera y escamosa, especialmente en el dorso de las manos, los brazos y las piernas.
La piel seca puede ser causada o empeorada por:
-
Tus genes
-
El envejecimiento o los cambios hormonales
-
Condiciones meteorológicas como el viento, el sol o el frío
-
La radiación ultravioleta (UV) de las camas de bronceado
-
Calefacción en interiores
-
Baños y duchas largas y calientes
-
Ingredientes en jabones, cosméticos o limpiadores
-
Medicamentos
Usa estos consejos para ayudar a tu piel seca:
Toma duchas y baños más cortos, no más de una vez al día.
Utilice jabones o limpiadores suaves y delicados. Evita los jabones desodorantes.
No frote mientras se baña o se seca.
Aplícate una rica crema hidratante justo después del baño. Las pomadas y cremas pueden funcionar mejor que las lociones para la piel seca, pero suelen ser más sucias. Vuelve a aplicarla según sea necesario a lo largo del día.
Utiliza un humidificador y no dejes que las temperaturas interiores sean demasiado altas.
Utilice guantes cuando utilice productos de limpieza, disolventes o detergentes domésticos.
Tipo de piel grasa
Puede tener:
-
Poros dilatados
-
Tez apagada o brillante y gruesa
-
Puntos negros, granos u otras imperfecciones
La oleosidad puede cambiar según la época del año o el clima. Entre las cosas que pueden causarla o empeorarla están:
-
Pubertad u otros desequilibrios hormonales.
-
Estrés
-
Calor o demasiada humedad
Para cuidar la piel grasa:
-
Lávala no más de dos veces al día y después de sudar mucho.
-
Usa un limpiador suave y no restriegues.
-
No te escarbes, revientes o aprietes los granos. Tardarán más en curarse.
-
Busca la palabra "no comedogénico" en los productos para el cuidado de la piel y los cosméticos. Esto significa que no obstruye los poros.
Tipo de piel sensible
Puede aparecer como:
-
Enrojecimiento
-
Ÿ Picazón.
-
Ardor
-
Sequedad
Si tu piel es sensible, intenta averiguar cuáles son los factores desencadenantes para poder evitarlos. Hay muchas razones posibles, pero a menudo es en respuesta a productos particulares para el cuidado de la piel.
Por qué es importante?
-
La complexión de tu piel... ¿Te arde la piel con facilidad, rara vez o nunca?
-
Tus objetivos de cuidado de la piel: ¿Intentas prevenir el envejecimiento prematuro? ¿Tienes algún problema cutáneo, como el acné o la rosácea, u otros problemas, como las ojeras o las líneas de expresión?
-
Tus hábitos personales: ¿fumas? Pasas mucho tiempo al sol? Toma una vitamina diaria? Lleva una dieta bien equilibrada? Todos estos factores pueden influir en cómo debes cuidar tu piel.
Esta información puede ayudarte a buscar entre los productos para el cuidado de la piel los que te convienen. Si necesitas ayuda, pide recomendaciones a un dermatólogo o a un esteticista en un mostrador de cuidado de la piel.
Los 6 aspectos básicos del cuidado de la piel
No importa el tipo de piel que tengas, estos consejos la mantendrán con el mejor aspecto.
Utiliza un protector solar de amplio espectro que bloquee tanto los rayos UVA como los UVB.
Evita la luz solar directa, y usa un sombrero y gafas de sol.
No fume.
Manténgase hidratado.
Lávate la piel con suavidad pero a fondo todos los días y no te maquilles nunca para dormir.
Hidratar.