Conozca los fundamentos del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) de la mano de los expertos de doctor.
Los síntomas del TDAH pueden variar de una persona a otra, pero hay tres tipos básicos de TDAH. Cada uno de ellos se identifica por los síntomas de hiperactividad, impulsividad y falta de atención. Cuando los síntomas principales son la falta de atención, la distracción y la desorganización, el tipo suele denominarse principalmente inatento. Los síntomas de hiperactividad y posiblemente de impulsividad parecen disminuir con la edad, pero se observan en el tipo principalmente hiperactivo/impulsivo. El tercer tipo presenta algunos síntomas de cada uno de los otros dos y se denomina tipo combinado.
Los niños con TDAH suelen tener problemas para desenvolverse en casa y en la escuela y pueden tener dificultades para hacer y mantener amigos. Si no se trata, el TDAH puede interferir en la escuela y el trabajo, así como en el desarrollo social y emocional.
El TDAH es más frecuente en los chicos, cuya impulsividad e hiperactividad puede manifestarse como un comportamiento disruptivo. La falta de atención es un rasgo distintivo del TDAH en las niñas, pero como no suelen ser disruptivas en el aula, pueden ser más difíciles de diagnosticar.
El TDAH tiende a ser hereditario. Cuando a una persona se le diagnostica TDAH, hay un 25%-35% de posibilidades de que otro miembro de la familia también lo padezca, en comparación con el 4%-6% del público en general.
Nadie sabe con certeza si el TDAH es más común hoy en día, pero está muy claro que el número de niños diagnosticados y tratados por TDAH ha aumentado con el tiempo. Parte de este aumento en el diagnóstico y el tratamiento se debe a un mayor conocimiento de los síntomas y a una ampliación de lo que se considera TDAH. Algunos expertos consideran que el TDAH está sobrediagnosticado, mientras que otros creen que está infradiagnosticado o infratratado.