Se encuentran microplásticos en la sangre humana

Un nuevo estudio muestra que se han detectado por primera vez en la sangre humana microplásticos procedentes de botellas de bebidas, alimentos envasados y bolsas de plástico.

Encuentran microplásticos en la sangre humana

Por Lindsay Kalter

24 de marzo de 2022 -- Se han detectado por primera vez en la sangre humana microplásticos procedentes de botellas de bebidas, alimentos envasados y bolsas de plástico, según un nuevo estudio.

Los investigadores han presentado los resultados, publicados por primera vez por The Guardian, en la revista Environment International. Se analizaron muestras de sangre de 22 participantes y el 80% de ellas contenían partículas de plástico.

El 50% de las muestras contenían plástico PET, utilizado principalmente en refrescos, zumos y agua. El poliestireno, utilizado habitualmente en la industria alimentaria como utensilios, vasos y contenedores desechables, se encontró en el 36% de las muestras. El polietileno, utilizado para las bolsas de basura y de comestibles, se descubrió en el 23% de las muestras.

Nuestro estudio es el primer indicio de que tenemos partículas de polímero en la sangre... es un resultado innovador", declaró a The Guardian Dick Vethaak, ecotoxicólogo de la Universidad Libre de Ámsterdam (Países Bajos).

Añadió que, sin duda, es razonable estar preocupado.

Aunque es la primera vez que se detectan microplásticos en la sangre, ya se habían encontrado anteriormente en las heces humanas.

Un estudio de diciembre de 2021 determinó que las personas con enfermedad inflamatoria intestinal (EII) tenían más microplásticos en las heces que las que no padecían la enfermedad.

Los investigadores señalaron en el documento que estos hallazgos recientes estimulan preguntas adicionales sobre cuán peligrosa puede ser la exposición a los microplásticos.

Si las partículas de plástico presentes en el torrente sanguíneo son efectivamente transportadas por las células inmunitarias, se plantea también la cuestión de si tales exposiciones pueden afectar a la regulación inmunitaria o a la predisposición a enfermedades de base inmunológica.

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