Opciones de tratamiento para controlar el herpes genital

médico explica los fármacos que se utilizan para aliviar los síntomas del herpes genital y quizás prevenir los brotes.

Opciones de tratamiento para el herpes genital

El tratamiento con fármacos antivirales puede ayudar a las personas a las que les molestan los brotes de herpes genital a estar libres de síntomas durante más tiempo. Estos fármacos también pueden reducir la gravedad y la duración de los síntomas cuando se producen brotes. El tratamiento farmacológico no es una cura, pero puede facilitar la vida con la enfermedad.

Hay tres medicamentos principales que se utilizan habitualmente para tratar los síntomas del herpes genital: aciclovir (Zovirax), famciclovir (Famvir) y valaciclovir (Valtrex). Todos ellos se toman en forma de píldora. Los casos graves pueden tratarse con el fármaco aciclovir por vía intravenosa.

Cuándo se administran los tratamientos para el herpes genital

  • Tratamiento inicial. Si tienes síntomas como llagas cuando te diagnostican por primera vez un herpes genital, tu médico suele darte un tratamiento breve (de siete a diez días) con antivirales para aliviarlos o evitar que empeoren. El médico puede mantenerte con los medicamentos durante más tiempo si las llagas no se curan en ese tiempo.

Después del primer tratamiento, trabaja con tu médico para idear la mejor manera de tomar las terapias antivirales. Hay dos opciones:

  • Tratamiento intermitente. Su médico puede recetarle un medicamento antiviral para que lo tenga a mano en caso de que tenga otro brote; esto se llama terapia intermitente. Puedes tomar las pastillas durante dos a cinco días en cuanto notes las llagas o cuando sientas que se acerca un brote. Las llagas se curarán y desaparecerán por sí solas, pero tomar los medicamentos puede hacer que los síntomas sean menos graves y que desaparezcan más rápidamente.

  • Tratamiento supresivo. Si tienes brotes con frecuencia, puedes considerar tomar un medicamento antiviral todos los días. Los médicos lo llaman tratamiento supresivo. Para alguien que tiene más de seis brotes al año, la terapia supresiva puede reducir el número de brotes entre un 70% y un 80%. Muchas personas que toman los antivirales a diario no tienen ningún brote.

No existe un número fijo de brotes por año que los médicos utilicen para decidir cuándo alguien debe comenzar la terapia supresiva. Más bien, los factores más importantes son la frecuencia con la que se producen los brotes y si son lo suficientemente graves como para interferir en su vida.

Tomar una terapia supresora diaria también puede reducir el riesgo de transmitir el virus a una pareja sexual. Los fármacos antivirales reducen la excreción del virus, que es cuando éste hace nuevas copias de sí mismo en la superficie de la piel.

Un estudio publicado en el New England Journal of Medicine en 2004 descubrió que las dosis diarias de valaciclovir protegían a las parejas sexuales de los enfermos de herpes genital de la infección. Además, el 75% de las parejas no mostraron ningún síntoma de herpes genital, aunque hubieran adquirido el virus.

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Efectos secundarios y cuidados de seguimiento del herpes genital

Los efectos secundarios con estos medicamentos para el herpes se consideran leves, y los expertos en salud creen que estos medicamentos son seguros a largo plazo. El aciclovir es el más antiguo de los tres, y su seguridad ha sido documentada en personas que toman terapia supresiva durante varios años.

Las personas que toman la terapia supresora deben consultar a su médico al menos una vez al año para decidir si deben continuar. Es posible que le resulte incómodo tomar las píldoras todos los días, que los fármacos no le funcionen o que, naturalmente, tenga menos brotes con el paso del tiempo. Su médico puede ayudarle a elegir el tratamiento que mejor se adapte a sus necesidades.

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