Lesiones del tendón de Aquiles (desgarro, rotura) Causas, síntomas y tratamientos

Obtenga más información del médico sobre las lesiones del tendón de Aquiles, incluyendo sus causas, síntomas, diagnóstico, tratamiento y prevención.

Una lesión del tendón de Aquiles puede ocurrirle a cualquiera, tanto si eres un atleta como si simplemente haces tu vida cotidiana.

El tendón de Aquiles es el mayor tendón del cuerpo. Se extiende desde los huesos del talón hasta los músculos de la pantorrilla. Puedes sentirlo: una banda elástica de tejido en la parte posterior del tobillo y por encima del talón. Te permite dirigir los dedos del pie hacia el suelo y levantarte de puntillas.

Es habitual que este tendón se lesione. Puede ser leve o moderada y sentirse como un dolor ardiente o una rigidez en esa parte de la pierna. Si el dolor es intenso, es posible que el tendón de Aquiles esté parcial o totalmente desgarrado.

La tendinitis de Aquiles es otro tipo de lesión en la que se inflama alguna parte del tendón. Hay dos tipos principales de esta enfermedad, que afectan a diferentes partes de su tendón:

  • Tendinitis de Aquiles no insercional. Las fibras del centro del tendón se rompen, se hinchan y se engrosan.

  • Tendinitis de inserción del tendón de Aquiles. Afecta a la parte inferior del talón, donde el tendón se inserta, o entra, en el hueso del talón. Puede causar espolones óseos.

Síntomas de la lesión del tendón de Aquiles

El signo más evidente es el dolor por encima del talón, especialmente cuando estiras el tobillo o te pones de puntillas. Puede ser leve y mejorar o empeorar con el tiempo. Si el tendón se rompe, el dolor es instantáneo e intenso. La zona también puede estar sensible, hinchada y rígida. Si el tendón de Aquiles se rompe, es posible que escuche un chasquido o un estallido cuando se produce. También puede haber moretones e hinchazón. También puede tener problemas para apuntar los dedos de los pies y para empujarlos al dar un paso.

Causas de la lesión del tendón de Aquiles

Las lesiones del tendón de Aquiles son comunes en personas que hacen cosas en las que aceleran, frenan o pivotan rápidamente, como:

  • Correr

  • Gimnasia

  • Danza

  • Fútbol

  • Fútbol

  • Béisbol

  • Sóftbol

  • Baloncesto

  • Tenis

  • Voleibol

Estas lesiones suelen producirse cuando empiezas a moverte de forma brusca al empujar y levantar el pie en lugar de al aterrizar. Por ejemplo, un velocista puede sufrir una al inicio de una carrera cuando sale disparado del bloque de salida. La acción brusca puede ser demasiado para el tendón. Los hombres mayores de 30 años son especialmente propensos a las lesiones del tendón de Aquiles.

También puedes lesionarte el tendón de Aquiles si lo estresas una y otra vez con actividades de alto impacto. Esto se conoce como lesiones por esfuerzo repetitivo.

No es necesario ser un atleta para sufrir este tipo de lesiones. Si te metes en un agujero o te caes de un sitio alto, puedes romperte el tendón de Aquiles.

Riesgos de las lesiones del tendón de Aquiles

Estas cosas pueden hacer que sea más probable que sufra una lesión del tendón de Aquiles:

  • Usas tacones altos, que pueden estresar el tendón.

  • Tienes "pies planos", también llamados arcos caídos. Esto significa que cuando das un paso, el impacto hace que el arco del pie se colapse, estirando los músculos y los tendones.

  • Los músculos o tendones de las piernas están demasiado tensos.

  • Tienes espolones óseos.

  • Añades tiempo a tu rutina de ejercicios o realizas una actividad más intensa.

  • Comienzas un nuevo tipo de ejercicio.

  • Llevas un calzado que no te queda bien o que no es adecuado para el tipo de actividad física que realizas.

  • Te ejercitas en superficies irregulares.

  • Toma medicamentos llamados glucocorticoides o antibióticos llamados fluoroquinolonas.

  • Tienes una enfermedad crónica que puede debilitar tu Aquiles, como artritis reumatoide, lupus, gota o diabetes.

Diagnóstico de la lesión del tendón de Aquiles

Los médicos a veces confunden una lesión del tendón de Aquiles con un esguince de tobillo. Para hacer el diagnóstico correcto, su médico comenzará con un examen físico. Es posible que quiera verte caminar o correr para buscar problemas que puedan haber provocado tu lesión.

También es posible que te hagan una prueba llamada "prueba de compresión de la pantorrilla". Te arrodillarás en una silla o banco o te tumbarás boca abajo en la mesa de exploración. El médico apretará suavemente el músculo de la pantorrilla de la pierna sana. Esto tirará del tendón y hará que su pie se mueva. A continuación, hará lo mismo en la otra pierna. Si el tendón de Aquiles está roto, el pie no se moverá porque el músculo de la pantorrilla no estará conectado al pie.

Es posible que su médico le haga una prueba de amplitud de movimiento para ver si puede mover el tobillo como debería. También puede hacer pruebas de imagen, como una radiografía o una resonancia magnética. Estas pruebas pueden mostrar qué tipo de daño tendinoso tienes y ayudarles a decidir el mejor tratamiento para ti.

Tratamiento de la lesión del tendón de Aquiles

Las lesiones menores o moderadas del tendón de Aquiles deberían curarse por sí solas. Para acelerar el proceso, puede:

  • Descansar la pierna. Evita poner peso sobre ella lo mejor que puedas. Es posible que necesites muletas.

  • Hielo. Hielo su lesión hasta 20 minutos cada vez que sea necesario.

  • Comprime la pierna. Utilice una venda elástica alrededor de la parte inferior de la pierna y el tobillo para mantener la hinchazón.

  • Levanta (eleva) la pierna. Apóyala en una almohada cuando estés sentado o acostado.

  • Toma analgésicos antiinflamatorios. Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como el ibuprofeno y el naproxeno, pueden aliviar el dolor y la hinchazón. Sigue las instrucciones de la etiqueta para evitar efectos secundarios, como hemorragias y úlceras. Tómelos con alimentos. Consulta primero a tu médico si eres alérgico, tienes problemas médicos o tomas algún otro medicamento. Si los necesita durante más de 7 ó 10 días, llame a su médico.

  • Utiliza un elevador de talón. Su médico puede recomendarle que use una plantilla en el zapato mientras se recupera. Le ayudará a proteger su tendón de Aquiles de un mayor estiramiento.

  • Practique los ejercicios de estiramiento y fortalecimiento que le recomiende su médico, fisioterapeuta u otro profesional de la salud.

Cirugía del tendón de Aquiles

Si su Aquiles está desgarrado, su médico puede recomendar la cirugía. Cuanto más joven y activo seas, más probable será que la cirugía sea la mejor opción.

Deberá operarse en las 4 semanas siguientes a la lesión. El cirujano hará una pequeña incisión en la parte posterior del tobillo y coserá el tendón de Aquiles. A veces será necesario coser otros tendones para fortalecerlos aún más. Entre el 80% y el 90% de estas operaciones tienen éxito.

Su médico puede decidir no operar si usted es mayor y menos activo, o si sólo tiene un desgarro parcial.

La vía no quirúrgica implica mucha fisioterapia y la realización de estiramientos y ejercicios por su cuenta. También es posible que te sometas a un tratamiento con ultrasonidos u ondas de choque. Es posible que tenga que llevar una escayola, una bota para caminar o taloneras para aliviar la presión del tendón y evitar que se mueva.

El camino hasta la recuperación total será más largo y correrá un mayor riesgo de volver a lesionarse el tendón.

Recuperación de la lesión del tendón de Aquiles

La recuperación puede llevar meses, pero depende de la gravedad de su lesión. Diferentes condiciones sanan a diferentes ritmos.

Puedes seguir activo mientras tu lesión se recupera. Pregunta a tu médico qué puedes hacer. Pero no te precipites. No intente volver a su antiguo nivel de actividad física hasta que:

  • Pueda mover la pierna con la misma facilidad y libertad que la pierna no lesionada.

  • Su pierna se siente tan fuerte como su pierna no lesionada.

  • No tiene ningún dolor en la pierna cuando camina, trota, esprinta o salta.

Si te esfuerzas demasiado antes de que la lesión del tendón de Aquiles se cure por completo, podrías volver a lesionarte y el dolor podría convertirse en un problema duradero. Es posible que puedas evitar algunos de estos problemas si sustituyes los deportes de alto impacto, como correr, por ejercicios de bajo impacto. Actividades como la natación o el ciclismo ejercen menos presión sobre tu tendón.

Prevención de lesiones en el tendón de Aquiles

Aquí hay algunas cosas que puedes probar:

  • Estirar y fortalecer las pantorrillas.

  • Reduzca las carreras cuesta arriba.

  • Use zapatos con buen soporte que se ajusten bien.

  • Deje de hacer ejercicio si siente dolor o tensión en la parte posterior de la pantorrilla o el talón.

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