Tratamiento de la guerra biológica: Información de primeros auxilios para la guerra biológica

Las armas biológicas incluyen cualquier organismo (como bacterias, virus u hongos) o toxina que se encuentre en la naturaleza y que pueda utilizarse para matar o herir a las personas. explica el médico.

Detección

Los agentes biológicos pueden encontrarse en el medio ambiente mediante el uso de dispositivos avanzados de detección, hallarse tras la realización de pruebas específicas o ser encontrados por un médico que informe de un diagnóstico médico de una enfermedad causada por un agente. Los animales también pueden ser víctimas tempranas y no deben ser pasados por alto.

  • La detección temprana de un agente biológico en el medio ambiente permite un tratamiento temprano y específico, así como tiempo para tratar a otras personas que estuvieron expuestas mediante la administración de medicamentos protectores. Actualmente, el Departamento de Defensa de Estados Unidos está evaluando dispositivos para detectar nubes de agentes de guerra biológica en el aire.

  • Los médicos deben ser capaces de identificar a las primeras víctimas y reconocer los patrones de la enfermedad. Si se observan síntomas inusuales, un gran número de personas con síntomas, animales muertos u otros hallazgos médicos incoherentes, se debe sospechar de un ataque de guerra biológica. Los médicos informan de estos patrones a los funcionarios de salud pública.

Medidas de protección

Se pueden tomar medidas de protección contra los agentes de guerra biológica. Si se recibe una advertencia suficiente, estas medidas deben iniciarse tan pronto como se sospeche la presencia de un agente biológico.

  • Máscaras: En la actualidad, las máscaras disponibles, como la máscara antigás militar o las máscaras con filtro de partículas de alta eficiencia (HEPA), como las N-95 utilizadas para la exposición a la tuberculosis, filtran la mayoría de las partículas de guerra biológica suministradas a través del aire. Sin embargo, los sellos faciales de las máscaras mal ajustadas suelen tener fugas. Para que una máscara se adapte correctamente, debe ajustarse a la cara de la persona.

  • Ropa: La mayoría de los agentes biológicos en el aire no penetran en la piel intacta, y pocos organismos se adhieren a la piel o a la ropa. Después de un ataque de aerosol, el simple hecho de quitarse la ropa elimina una gran mayoría de la contaminación superficial. Una ducha a fondo con agua y jabón elimina el 99,99% de los pocos organismos que pueden quedar en la piel de la víctima.

  • Protección del personal médico: El personal sanitario que trate a las víctimas de la guerra biológica puede no necesitar trajes especiales, pero debe utilizar guantes de látex y tomar otras precauciones, como el uso de batas y mascarillas con protectores oculares. Las víctimas deben ser aisladas en habitaciones privadas mientras reciben el tratamiento.

  • Antibióticos: Las víctimas de la guerra biológica podrían recibir antibióticos por vía oral (pastillas) o por vía intravenosa, incluso antes de que se identifique el agente específico.

  • Vacunas: Actualmente se dispone de vacunas protectoras (administradas en forma de inyecciones) contra el ántrax, la toxina botulínica, la tularemia, la peste, la fiebre Q y la viruela. La inmunización generalizada del personal no militar no ha sido recomendada actualmente por ningún organismo gubernamental. La protección inmunitaria contra la ricina y las toxinas estafilocócicas también puede ser posible en un futuro próximo.

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