Cómo evitar que tu bebé se trague algo peligroso

Todos los bebés exploran llevándose cosas a la boca. Eso significa que tendrás que tomar medidas adicionales para mantenerlos a salvo.

Aquí tienes algunas cosas que puedes hacer para evitar que tu bebé se trague algo que no debería.

Vigílalo siempre

Es más probable que ocurra un accidente si pierdes de vista lo que hace tu bebé. Manténgase en alerta cuando haya un cambio en su rutina normal o cuando pase tiempo en un entorno nuevo que pueda no estar a prueba de niños.

Guarda los medicamentos

Guarda bajo llave todos los medicamentos, vitaminas y hierbas, o ponlos en un armario alto fuera de su alcance. Mejor aún, opta por envases a prueba de niños y aprieta los tapones después de cada uso.

Asegure los suministros de limpieza, del coche y del jardín

Estos incluyen:

  • Limpiador de desagües

  • Limpiador de taza de inodoro

  • Abrillantador de muebles

  • Limpiadores de cocina

  • Anticongelante

  • Líquido limpiaparabrisas

  • Gasolina

  • Descongelador de cerraduras

  • Fertilizante

  • Insecticidas

  • Diluyente de pintura

Si decide guardar los limpiadores en un armario bajo, utilice cierres de seguridad que pueda bloquear. Cuando estés utilizando cualquiera de estos artículos, nunca dejes el frasco sin vigilancia.

Recoge detrás de ti

Si usas cigarrillos electrónicos, compra recambios de nicotina líquida que vengan en envases a prueba de niños. Aun así, tendrás que mantenerlos fuera de la vista y del alcance de los niños.

Mantenga siempre el alcohol fuera del alcance de los niños. Si organizas una fiesta, limpia bien después. Vierte los restos de las bebidas por el desagüe.

Evite la pintura con plomo

Las cantidades elevadas de plomo pueden causar graves daños en el cuerpo y el cerebro de tu bebé. No utilices cunas, tronas o juguetes fabricados antes de 1978, año en que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) estableció la normativa sobre el uso del plomo en el hogar. Tu bebé podría tragarse trozos de pintura sueltos o polvo de plomo.

Si vives en una casa antigua, retira toda la pintura descascarillada hasta 1,5 metros del suelo. También puede volver a pintar para sellar la pintura con plomo.

Esté atento a otros peligros del hogar

Mantén los productos que funcionan con pilas lejos de tu bebé. Muchos artículos, como los mandos del coche, los relojes y los mandos de la televisión, funcionan con pilas diminutas de tipo botón que el bebé puede tragar fácilmente.

Muchos tipos de plantas de interior también pueden ser perjudiciales si se las come. Mantén las tuyas fuera del alcance del bebé o compra sólo plantas que no sean tóxicas.

Guarda tu bolso en un armario cerrado, o en una estantería o gancho, en lugar de en el suelo. No quieres que tu bebé tenga acceso a objetos como el esmalte de uñas o la laca para el pelo, que pueden ser perjudiciales si los ingiere.

Ver las cosas desde el punto de vista de tu bebé

Ponte de manos y rodillas para poder ver lo que ellos ven. A continuación, recorre tu casa para encontrar otros objetos que puedas haber pasado por alto. Cierra las puertas de todas las habitaciones de tu casa que no puedas poner a prueba de niños.

Esté atento a los riesgos de asfixia

Recuerda que no sólo los objetos venenosos pueden hacer daño a tu bebé si se los traga. Hay muchos objetos pequeños que pueden atascarse en su garganta. Los siguientes artículos son algunos de los riesgos de asfixia más comunes para los bebés:

  • Monedas

  • Botones

  • Bolas pequeñas

  • Canicas

  • Moños y pasadores para el pelo

  • Gomas elásticas

  • Tapones para bolígrafos

  • Imanes de nevera

  • Pequeños trozos de comida para mascotas

Para evitar que tu bebé se meta alguno de estos objetos en la boca, barre el suelo y los muebles antes de dejarle libre. Revisa debajo de todos los muebles, así como debajo y entre los cojines.

Nunca dejes que tu bebé juegue con juguetes destinados a niños mayores. Estos pueden tener piezas pequeñas que pueden soltarse.

¿Cuándo pedir ayuda?

Si tu pequeño se traga algo venenoso, llama de inmediato al Servicio de Toxicología, aunque no presente síntomas. Si tu bebé está inconsciente o empieza a tener convulsiones, llama al 911.

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