Tener fibro significa hacer ajustes, desde el trabajo hasta las responsabilidades de los padres, pasando por las tareas domésticas y la diversión. Averigua qué puedes hacer para que funcione.
Vivir con fibromialgia significa hacer ajustes, desde el trabajo hasta las responsabilidades de los padres, pasando por las tareas domésticas y la diversión. Si adoptas un papel más activo en la gestión de tu enfermedad, puedes tener una sensación de control y aumentar tu autoestima junto con tu calidad de vida.
Atención médica
Sigue tomando tus medicamentos. Suena obvio, pero esta puede ser la razón por la que no consigues un alivio suficiente de los síntomas. Casi la mitad de las personas de un estudio no tomaron su medicación según las indicaciones por olvido, descuido o por frustración.
Lleva un diario y llévalo a las visitas al médico para poder centrarte en lo que te molesta y ver qué te ayuda.
Asegúrate de que el médico que te atiende tiene experiencia en fibromialgia. Otros miembros del equipo, que a menudo ejercen juntos en las clínicas de dolor y reumatología, pueden ayudar con síntomas específicos. Entre ellos se encuentran fisiatras, psicólogos y fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales.
Considere la posibilidad de utilizar terapias complementarias, como la acupuntura y los masajes, para aliviar el dolor.
Apúntate a un curso de autocontrol, en persona o por Internet, para entender mejor la fibromialgia. Los CDC tienen varios cursos para personas con artritis (que también te servirían a ti) en su sitio web.
Ejercicio
Manténgase tan activo como pueda. El ejercicio regular es una de las formas más eficaces de tratar la fibromialgia. Alivia tanto la fatiga como el dolor. Caminar y nadar son especialmente buenos. Intenta hacer 20-30 minutos, 2 o 3 días a la semana. Está bien hacerlo en trozos de 10 minutos.
Los ejercicios de equilibrio te ayudarán a sentirte más estable. El entrenamiento de resistencia puede aumentar tu fuerza y tu estado físico general. Un entrenador puede enseñarte la forma correcta de levantar peso.
Los exergaming -videojuegos que incluyen ejercicio- pueden ser una buena opción si te preocupan las caídas. Estos juegos de fitness hacen un seguimiento de los movimientos o reacciones de tu cuerpo y lo combinan con la realidad virtual. Este estilo de ejercicio se centra en tu capacidad de movimiento y equilibrio.
Si te sientes incómodo de pie o si incluso la actividad de bajo impacto es difícil, pregunta a tu médico sobre un programa de ejercicios para personas con fibromialgia u otro tipo de rehabilitación supervisada para mejorar tu fuerza, flexibilidad y resistencia.
Energía
Es el Catch-22 de la fibrosis: necesitas dormir para sentirte mejor, pero tus síntomas pueden interponerse.
Practica buenos hábitos de sueño, como acostarte y levantarte a la misma hora. El ejercicio regular también le ayudará a dormir. Puedes probar a darte un simple baño nocturno en la bañera para relajarte y aliviar temporalmente el dolor.
Pide a tu médico que te haga pruebas para detectar trastornos del sueño como el síndrome de las piernas inquietas y la apnea del sueño.
Durante el día, márquese un ritmo. Planifica el trabajo, las tareas domésticas y los eventos sociales para no excederte. Divida las tareas grandes en trozos manejables. Incorpora breves periodos de descanso entre las actividades.
Alivio del estrés
La preocupación, la ansiedad y la sensación de agobio también agotarán tu energía. Intenta adoptar un enfoque de la vida más de "seguir la corriente" que de "crisis", establece prioridades y recuerda que está bien decir "no" para poder centrarte en lo que es importante.
Con las imágenes guiadas, sustituyes los sentimientos negativos o estresantes por imágenes agradables. Una vez que aprendas a hacerlo, podrás hacerlo por tu cuenta. La meditación de atención plena te enseña a enfocar tus pensamientos de forma positiva. Cuanto más la practiques, mayor será el alivio del dolor. Otros métodos útiles son la terapia cognitivo-conductual y la biorretroalimentación.
Las prácticas mentales y corporales como el tai chi, el qi gong y el yoga pueden aliviar muchos problemas de la fibromialgia, desde los problemas de sueño y la fatiga hasta el estado de ánimo. Al incluir el movimiento, funcionan de la misma manera que el ejercicio, con la ventaja de aliviar el estrés gracias a la respiración concentrada.
Dieta
Céntrate en los alimentos ricos en nutrientes para tener más energía y evitar otros problemas de salud. Utiliza tu diario para ver si algún alimento te hace sentir mejor.
Las personas con fibromialgia suelen tener niveles bajos de vitamina D. Eso podría empeorar el dolor y otros síntomas. Un análisis de sangre puede indicar si tienes un déficit de D. Pregunta a tu médico si debes tomar un suplemento.
Un estudio demostró que los bebedores de alcohol ligeros y moderados (pero no excesivos) tienen una mejor calidad de vida y síntomas menos graves que los no bebedores. En este estudio, "moderado" significaba de 3 a 7 bebidas a la semana, y no todas en un día.
Evite la cafeína. Aunque puede hacer que te sientas más alerta, también puede ponerte al límite y dificultar el sueño. Beber 4 o más tazas de una bebida con cafeína al día se ha relacionado con más dolor de fibro.
Relaciones
Siéntate con tu pareja de forma regular para hablar de lo que os pasa. Escúchense mutuamente y resuelvan juntos los problemas. Si eso es difícil, el asesoramiento con un terapeuta puede ayudar a cerrar la brecha. Los estudios demuestran que es mejor cuando ambos estáis de acuerdo sobre cómo os afecta el fibroma. Puedes llevarlos a tu próxima visita al médico si les cuesta entender cómo es.
Averigua qué es lo que realmente importa a las personas que te importan, como los partidos de fútbol de tus hijos o la obra del colegio. A continuación, planifica tus actividades y guarda tu energía para estar a su lado en esos momentos.
Únete a un grupo de apoyo a la fibromialgia. Descubrirás consejos para tu propio cuidado, así como ideas sobre cómo conseguir que tu familia, tus amigos y tus compañeros de trabajo estén de acuerdo contigo.