Sus ojos cambian a medida que envejece. Uno de los cambios, llamado adhesión vitreomacular, es algo que debe conocer.
Afecta a dos partes del ojo. Una es el vítreo, o la parte gelatinosa que rellena el globo ocular. La otra es la mácula, una pequeña zona de la retina responsable de la parte central del campo de visión.
La mácula es importante para ver detalles finos, como cuando se lee. Se considera la parte más sensible de la retina.
A medida que envejecemos, la mácula de nuestros ojos empieza a reducirse. Esto se debe principalmente a la edad y al desgaste regular. Con el tiempo, se separa de la retina. Se trata del tejido sensible a la luz situado en la parte posterior del ojo, que incluye la mácula.
A veces la gelatina no se separa del todo. Se pega, o se adhiere, a la mácula. Esto es la adhesión vitreomacular. Puede adherirse con tanta fuerza que tira de la mácula (su oftalmólogo puede llamarlo tracción). Cuando esto ocurre, puede afectar a la visión, lo que los médicos llaman AMV sintomática.
La AMV suele darse en personas mayores de 50 años. Es bastante común en los mayores de 70 años. Es más probable que les ocurra a las mujeres que a los hombres y a las personas miopes.
Puede provocar una visión distorsionada o borrosa. Rara vez causa una pérdida permanente de la vista.
Síntomas
Si tiene AMV:
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Su visión podría ser menos nítida.
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Podría tener una visión ondulada, o las cosas podrían verse distorsionadas.
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También podrías ver las cosas más pequeñas de lo que realmente son, lo que se llama micropsia.
Si ocurre cualquiera de estas cosas, acuda a su oftalmólogo de inmediato.
Diagnóstico
Tu médico te dará unas gotas especiales para los ojos... para dilatar las pupilas... y te hará un examen ocular completo.
Parte de eso será algo llamado tomografía de coherencia óptica (OCT). Esta prueba utiliza la luz para tomar imágenes de la retina y trazar un mapa de las capas del ojo.
Tratamiento
Si tu oftalmólogo te dice que tienes AMV pero tus síntomas no son graves, puede que quiera esperar y ver si tu visión mejora por sí misma.
Si las cosas se agravan, tienes opciones de tratamiento. El objetivo es romper la adhesión para que el vítreo deje de tirar de la mácula.
Una de las opciones es una intervención quirúrgica llamada vitrectomía, que alivia la tracción sobre la mácula eliminando la gelatina y sustituyéndola por líquido o una burbuja de gas temporal.
Después de la operación, es posible que le pidan que se tumbe boca abajo para que la burbuja o el líquido floten en la parte posterior del ojo, lo que disminuye el tirón y, con suerte, permite que mejore cualquier daño en la mácula.
La mejora de su visión depende de:
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Si mantienes esa posición boca abajo mientras te curas
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La cantidad de daño ocular que has tenido
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El tiempo que duró el daño
Otro tipo de tratamiento es la medicación que se inyecta en el ojo. Puede provocar la liberación de la adhesión entre el vítreo y la mácula, iniciando el proceso de curación.
Envejecer tiene sus dificultades. Mantener la visión lo más nítida posible es uno de ellos. Los exámenes oculares periódicos pueden ayudar a detectar los primeros signos de adherencia vitreomacular.