Cuando tenga dolor o molestias causadas por una infección ocular u otro problema, una compresa caliente puede ayudarle. Aprenda a hacer una compresa caliente y qué síntomas pueden aliviar.
¿En qué consiste? En pocas palabras, es un paño húmedo y caliente. Lo pones en el ojo para aliviar el dolor o las molestias de problemas oculares como:
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Ojo seco
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Ojo de pino (conjuntivitis)
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Orzuelo o chalazión
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Párpado hinchado (blefaritis)
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Espasmos o dolor muscular
Puede o no ayudar a otros problemas oculares. Su médico le dirá si debe usar uno.
Cómo ayuda?
Una compresa es calmante. Puede hacer que su ojo se sienta mejor de inmediato. También puede:
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Añadir humedad. Puede aliviar la sensación de arenilla que se produce con los ojos secos.
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Evita que los aceites naturales se obstruyan. Las glándulas de los párpados producen aceite. A veces puede espesarse o apelmazarse y obstruirlas. El párpado puede hincharse (blefaritis), o puede aparecer un orzuelo o un chalazión. El calor de una compresa puede diluir el aceite, lo que puede ayudar a que drene fácilmente.
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Alivia el dolor. Si tiene enrojecimiento o molestias por la conjuntivitis u otra infección, una compresa puede darle un alivio rápido.
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Espasmos o dolores musculares. El calor húmedo puede relajar el ojo.
Cómo hacer una compresa caliente
Llena un recipiente con agua tibia pero no caliente. Coloca en él una toallita limpia. Cúbrela por completo. Escúrrela para que esté húmeda pero no gotee. Dobla el paño y colócalo sobre el ojo. Déjala durante varios minutos o el tiempo que te diga tu médico.
Cuando el paño se enfríe, puedes volver a sumergirlo en el agua y repetir el proceso. Es posible que el médico le diga que haga esto varias veces al día. Utilice una toallita limpia para cada sesión.
Mantenga las compresas de forma que no dañen los ojos
Cuando hagas la compresa, recuerda que tus ojos son delicados. No hagas nada que pueda causar una lesión.
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Limítate a beber agua corriente. Es lo único que necesitas. No utilice bolsas de té. No pongas productos químicos como las sales de Epsom en el agua. Podrían quemarte el ojo o la piel que lo rodea. Utiliza siempre una toallita empapada en agua en lugar de una compresa caliente comprada en una tienda y llena de productos químicos. Si gotea, podría quemarte el ojo.
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Hazlo templado, no caliente. No utilices agua hirviendo o muy caliente. La piel del párpado y del entorno del ojo es fina y sensible. Podría quemarse fácilmente.
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Mantén las cosas separadas. Si tus dos ojos están afectados, utiliza una toalla y un cuenco de agua diferentes para cada uno. Esto reducirá las posibilidades de que se propague una infección de un ojo al otro.