Cómo afrontar la pérdida de visión

Perder la capacidad de ver puede ser muy difícil de aceptar. El médico le explicará cómo afrontar la pérdida de visión.

Si está leyendo esto, probablemente no tenga baja visión o ya esté utilizando estas herramientas. Tal vez conozca a alguien que lo esté pasando mal, así que transmita esta información.

Algunas afecciones oculares, como la retinopatía diabética y ciertas enfermedades de la córnea, pueden tratarse para recuperar o mantener la visión. Por desgracia, algunas afecciones oculares no pueden tratarse, lo que provoca baja visión o ceguera. Aunque uno de los retos obvios de la pérdida de visión es restaurar la movilidad y la función, también hay que tener en cuenta el coste emocional de la pérdida de visión. Hay medidas que puede tomar para afrontar mejor la enfermedad, entre ellas:

Aprender más sobre su pérdida de visión

Puede solicitar material escrito o grabado sobre la pérdida de visión a través de organismos estatales y organizaciones sin ánimo de lucro. También puede resultarle útil hablar de la pérdida de visión con su médico, así como con otras personas que hayan perdido la visión.

Busque asesoramiento terapéutico para la pérdida de visión

Aunque la pérdida de visión puede ocurrir a cualquier edad, se produce con mayor frecuencia entre los adultos maduros. Como cualquier otro acontecimiento importante de la vida, la pérdida de la visión puede traer consigo sentimientos de soledad, impotencia, ansiedad y depresión. Los médicos, los organismos estatales y las organizaciones sin ánimo de lucro ofrecen servicios de asesoramiento para las personas con pérdida de visión y pueden remitirlas a otros profesionales en función de sus necesidades individuales. Hay que animar especialmente a las personas con pérdida de visión severa a que consideren estos recursos.

El duelo por la pérdida de la visión

La pérdida de la visión es inicialmente devastadora. Comprender el proceso de duelo asociado a la pérdida de la visión puede ayudarle a usted y a sus seres queridos a afrontar... estos retos fisiológicos y emocionales.

Explore las clases de ajuste y los dispositivos para la pérdida de la visión

Tareas tan sencillas como vestirse por la mañana o tan complejas como cocinar una comida se convierten en nuevos retos tras la pérdida de visión. En las clases de adaptación, las personas pueden aprender técnicas nuevas o alternativas para ayudar a mantener la independencia. A la vez que desarrollan la movilidad y las habilidades motoras, estas clases y ayudas también enseñan la paciencia y la confianza necesarias para vivir con baja visión en el día a día.

Qué ayudas para la baja visión existen?

Hay una gran variedad de ayudas para la baja visión que son muy útiles. Las ayudas de baja visión más populares son:

  • Gafas telescópicas

  • Lentes que filtran la luz

  • Lentes de aumento

  • Lupas de mano

  • Circuito cerrado de televisión

  • Prismas de lectura

  • Gafas con lentes especiales

  • Gafas electrónicas

Estos dispositivos son más resistentes que las gafas normales y pueden ser de mano o fijas. También puedes comprar programas informáticos que pueden alterar las imágenes de la pantalla o leer el texto tecleado para que las nuevas tecnologías y la información electrónica sean fácilmente accesibles.

Las ayudas no ópticas también son útiles en las actividades cotidianas. Estos dispositivos le "hablan", o le ofrecen letra ampliada o Braille. Muchos tienen también características especiales, como un alto contraste, que facilitan la visión. Algunos dispositivos no ópticos populares son:

  • Software de lectura de textos

  • Lectores de braille

  • Guías de verificación

  • Relojes de alto contraste

  • Relojes y relojes parlantes

  • Publicaciones en letra grande

  • Relojes, teléfonos y relojes con números ampliados

  • Aplicaciones para teléfonos inteligentes

Hay clínicas y agencias de baja visión en muchos lugares que pueden ayudar a las personas a elegir las ayudas y servicios visuales más útiles para su problema visual personal.

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