Los expertos comparten consejos para preparar a su hijo con TDAH para el colegio cada mañana, con un mínimo de estrés.
Levantar a cualquier niño y sacarlo por la puerta a tiempo para ir al colegio puede ser una experiencia agotadora, pero si el niño tiene un trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), este proceso puede hacer que usted quiera tirarse de los pelos.
Piensa en todo lo que puede salir mal: la mochila puede no estar donde debía estar o el perro puede haberse comido literalmente los deberes. De repente, el niño se acuerda de que tiene que llevar algo especial al colegio o se niega rotundamente a ponerse el chubasquero cuando está lloviendo a cántaros. La lista es interminable.
Para los niños con TDAH, estas situaciones pueden reforzar la baja autoestima y el discurso negativo como "soy desorganizado" o "siempre llego tarde" o "siempre me olvido".
Marcado por la impulsividad, la hiperactividad y la falta de atención, el TDAH afecta a cerca del 5% de los niños de 6 a 17 años, según los CDC.
"La rutina escolar de la mañana es una de las áreas más difíciles para los niños con TDAH", dice la doctora Betsy Corrin, psicóloga infantil del Hospital Infantil Packard y de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford. "Las mañanas están presionadas por el tiempo e implican muchos pasos. Y esas situaciones estresantes no sacan lo mejor de muchos niños con TDAH ni de sus padres, que a menudo también tienen TDAH", dice Corrin, que dirige un grupo de formación para familias con TDAH.
No tiene por qué ser así. Crear un plan de acción personalizado paso a paso puede ayudar a que las mañanas se desarrollen sin problemas el 99% de las veces, dice. Y aunque estos consejos fueron diseñados para niños con TDAH, también pueden funcionar para niños sin TDAH.
Paso 1: perfilar los pasos
"Esto es muy individualizado", dice Corrin. "Traza los pasos y anclalos por tiempo". Por ejemplo, en una mañana de colegio, tu hijo debe salir de la cama a las 7 de la mañana, estar vestido a las 7:25, desayunar a las 7:30, hacer la mochila a las 7:45 y salir por la puerta a las 8. Son cinco pasos".
Paso 2: Definir cuántos recordatorios habrá para cada paso
"Por ejemplo, di: 'Entraré dos veces y ya está, y debes estar fuera de la cama a las 7 de la mañana'", dice. Las fichas también pueden ayudar. "Entrega al niño una ficha con cada paso escrito y pídele que te devuelva la ficha cuando haya completado ese paso o tarea".
Paso 3: Crear un sistema de puntos o recompensas
Los niños con TDAH pueden necesitar un poco de apoyo extra porque se distraen fácilmente y no saltan de la cama enseguida. "Es necesario que haya una cantidad determinada de avisos o recordatorios para cada paso a fin de que tu hijo obtenga una recompensa", dice Corrin al médico.
Si no lo consigue, dígale simplemente: "'no has conseguido tu punto por levantarte de la cama, pero aún puedes conseguir tu punto por lavarte'", dice. "Dé a su hijo un punto por cada paso que cumpla correctamente. Vincule los puntos a algo que le interese al niño". Por ejemplo, algunos puntos pueden canjearse por tiempo de televisión, mientras que otros pueden utilizarse para tiempo de ordenador.
"Los incentivos basados en recompensas suelen ser los más eficaces, y un sistema de puntos que establezca el valor o la expectativa de cada paso es muy concreto", dice Corrin. Las consecuencias y las recompensas deben ser lo más inmediatas posible y deben cambiar a medida que el niño con TDAH envejece.
"Este sistema pone el nivel adecuado de responsabilidad en el niño con TDAH", dice. "El niño tiende a despertar al proceso y a darse cuenta de que él mismo siente las consecuencias".
Otra ventaja es que también reduce algunos de los gritos perturbadores, ya que la responsabilidad recae ahora en el niño, no en los padres. "Los padres se sienten menos frustrados con la nueva estructura porque no tienen que entrar en pánico porque sólo ellos deben hacer que esto suceda", dice Corrin.
Paso 4: Mantener la calma, la frialdad y la serenidad
Cuando las cosas no van bien, Corrin dice: "Usa una voz calmada y firme y di: 'Ya sabes cuál es tu dirección y esto tiene que hacerse y depende de ti. Adiós'". Si todo lo demás falla, "lo mejor es alejarse y desentenderse de la batalla y decir: 'Hoy llegaremos tarde'."
Preparando el año escolar
Otros factores que influyen para que las mañanas escolares vayan bien empiezan mucho antes de que empiecen las clases, añade el doctor Frank A. López, pediatra especialista en neurodesarrollo de Winter Park, Florida.
Una cuestión que debe abordarse es la práctica de las "vacaciones de los medicamentos". Algunos padres pueden haber optado por suspender la medicación para el TDAH de sus hijos durante las vacaciones de verano.
En estos casos, López dice que los padres deben discutir cuándo y cómo reiniciar la medicación con el pediatra que la prescribe.
Cumplir con las rutinas
La rutina es una parte clave del manejo de los niños con TDAH. Durante los días perezosos del verano, las rutinas y los horarios pueden desaparecer. Para evitar el caos cuando empiece el colegio, "intenta mantener la mayor rutina posible durante el verano", dice López. "Todos los niños pueden quedarse despiertos hasta más tarde durante el verano, pero si tienes un búho nocturno, querrás empezar a retrasar la hora de acostarse 15 o 30 minutos cada semana en las tres o cuatro semanas anteriores al primer día de colegio".
Fomentar los hábitos de estudio en verano
Los niños con TDAH también pueden perder el hábito de hacer las tareas escolares durante el verano, lo que puede dificultar aún más la vuelta a ellas cuando comience el curso escolar.
Evite esta trampa dedicando un tiempo cada tarde a una actividad -no un juego- que tenga una estructura similar a la de la escuela.
"La conclusión es que nada es 100% infalible, pero hacer estas cosas ahora hará que la transición a la vuelta al cole sea mucho más fácil para los niños con TDAH", dice López.