La cirugía ICL es un procedimiento que implanta lentes de contacto y es una alternativa al Lasik. Obtenga más información sobre los riesgos y beneficios del procedimiento.
Cuándo podría hacerme la cirugía ICL?
Si eres miope, puedes ver las cosas que están más cerca de ti pero te cuesta enfocar las que están lejos. Cuanto más lejos esté un objeto, más borroso aparecerá. Cuando su ojo pierde la capacidad de enfocar los objetos, necesita un tratamiento correctivo. Las opciones son:
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Gafas
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Lentes de contacto
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Cirugía correctiva Lasik
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Cirugía ICL
La gravedad de su miopía determina las opciones de tratamiento disponibles. Un problema de refracción menor puede tratarse fácilmente con gafas o lentes de contacto. Sin embargo, es posible que no pueda optar a la cirugía Lasik. La ICL ayuda a rellenar los huecos intermedios o a asistir a las personas que prefieren no usar gafas o lentes de contacto.
Cuáles son los tipos de cirugía ICL?
Lente blanda ICL
Una lente blanda es justo lo que su nombre indica. La lente está hecha de un material polimérico que se dobla fácilmente. Su diseño es similar al del colágeno que se encuentra en la córnea, por lo que supone un menor riesgo de reacción adversa.
Durante el procedimiento de implantación de una lente blanda, el cirujano ocular corta la capa superior del ojo, llamada esclerótica, cerca del borde de la córnea. A continuación, coloca la lente blanda dentro del ojo, detrás del iris.
Lente intraocular
Este tipo de cirugía ICL está diseñado específicamente para los pacientes que no cumplen los criterios para la cirugía Lasik debido a una miopía severa. En este tipo de implante, el cirujano coloca la lente entre la córnea y el iris para que los ojos puedan enfocar mejor.
Los cirujanos utilizan pequeños puntos de sutura para cerrar la incisión y que la lente permanezca en su sitio. Con este tipo de lente, la función general disminuye con la edad. Los pacientes pueden necesitar gafas de lectura más adelante. Si un paciente con una lente intraocular desarrolla cataratas, el médico tiene que retirar la lente para realizar una cirugía correctiva.
Con ambas variantes de cirugía, el cristalino natural del ojo permanece en su sitio. Las lentes implantadas sirven para mejorar la visión sin necesidad de utilizar gafas o lentes de contacto que se ponen y se quitan.
¿La cirugía ICL es permanente?
En su mayor parte, sí. Es posible retirar las lentes, pero su extracción requiere otra cirugía. Si decide quitarse las lentes después de la cirugía ICL, su visión puede ser peor que antes de la cirugía. Esto se debe a que, con el tiempo, la vista puede necesitar una corrección adicional.
Hay riesgos en la cirugía ICL?
Cualquier procedimiento médico conlleva riesgos. Hable con su oftalmólogo sobre los pros y los contras de la cirugía ICL antes de tomar una decisión.
Es posible que su visión empeore después de la cirugía ICL. La implantación de las lentes puede no tener éxito o dañar aún más la vista.
Cambios en la visión: los pacientes operados con ICL pueden tener visión doble, ver halos, sufrir deslumbramientos o tener dificultades para ver con claridad cuando hay poca luz.
Si la primera operación de ICL no tiene éxito, es posible que necesite otra. Si la lente está descentrada o se sale de su sitio, el cirujano debe volver a cortar el ojo para ajustar o sustituir la lente.
Los resultados no están garantizados... Es posible que quiera conseguir una visión perfecta de 20/20, pero eso no siempre ocurre. Puede que su visión mejore pero no sea tan buena como esperaba. Es posible que una lente sea demasiado fuerte o demasiado débil para sus necesidades individuales. Las diferencias menores pueden requerir gafas de lectura o lentes de contacto para conseguir una visión perfecta después de la cirugía. En el caso de las lentes ICL que son muy incorrectas, es posible que necesite otra intervención quirúrgica.
Presión: es posible que sienta presión dentro o detrás de los ojos después de la operación. Es posible que su médico le recete medicamentos para tratar síntomas como la presión, pero tenga en cuenta que demasiada presión puede afectar a su visión, dañándola permanentemente.
Desprendimiento de retina La cirugía ocular puede provocar un desprendimiento de retina. Cuando esto ocurre, el tejido de la parte posterior del ojo que percibe la luz deja de estar conectado al ojo.
Si le duelen los ojos después de la operación, puede ser un signo de infección. Aunque el dolor y las molestias son comunes, la mayoría de las personas se recuperan rápidamente de la cirugía ICL. Consulte a su médico si tiene algún problema, como dolor, enrojecimiento, hinchazón o inflamación.
A pesar de los riesgos, la intervención de ICL puede ser una gran opción para muchas personas que sufren problemas de visión. Su médico puede decirle si es un buen candidato para la cirugía.