Los días húmedos y caninos del verano suelen ser excelentes para los ojos secos. Pero en determinadas situaciones, es posible que siga sintiendo la irritación, la sensibilidad a la luz y los problemas de visión que conlleva el ojo seco. A continuación te explicamos cómo mantener a raya el ojo seco cuando suben las temperaturas.
Si es así, hay medidas que puedes tomar para sentirte mejor.
Por qué es posible que no tengas vacaciones de verano
Hay algunas cosas que pueden resecar tus ojos durante los meses más cálidos. Entre ellas están:
Clima seco. Los lugares con poca humedad son focos de sequedad ocular. Su cuerpo producirá menos lágrimas en un clima seco, y las que produzca se evaporarán más rápido.
El aire acondicionado. El aire forzado de tu coche y de tu casa o trabajo hace que tus lágrimas se evaporen más rápido.
Humo y polvo. Nada dice más verano que el olor de la parrilla. Pero el humo puede irritar y secar tus ojos. Lo mismo ocurre con las partículas de polvo en tu casa, coche u oficina.
Piscinas. El cloro de las piscinas puede eliminar la película lagrimal. Es la mezcla de aceite, agua y mucosidad que mantiene los ojos húmedos. No te preocupes por el mar. El agua salada es mucho más suave para los ojos que las piscinas. Eso sí, si te entra agua salada en los ojos, te escocerá.
La luz del sol. Demasiado sol hace que tus lágrimas se evaporen más rápido.
Lo que puedes hacer
Hay muchas maneras de controlar el ojo seco durante los meses de verano. Puedes:
Usar gafas de sol. Las gafas de sol envolventes son las mejores para proteger los ojos del sol, el viento y el aire seco.
Utilizar gotas para los ojos. Las gotas de venta libre pueden ayudar en los casos leves de sequedad ocular. Si los síntomas son más graves, es posible que su médico le recete gotas más potentes. Su médico puede sugerirle lifitegrast (Xiidra), que trata los síntomas del ojo seco como la inflamación. O puede que quiera que tomes ciclosporina (Restasis), que ayuda a tu cuerpo a producir más lágrimas.
Prueba con un spray nasal. La vareniclina (Tyrvaya) es un aerosol nasal recientemente aprobado que puede tomarse dos veces al día en cada fosa nasal para aumentar la producción de lágrimas.
Usa lentes de contacto especiales. Habla con tu oftalmólogo si la sequedad ocular te dificulta el uso de lentes de contacto. Es posible que te prescriba un tipo de lentes de contacto fabricadas con materiales diferentes (como la silicona) que pueden ser más cómodas. Pero no las lleves en la piscina o en el mar.
Usa gafas en la piscina. Pueden proteger tus ojos del cloro. Pregunta a tu oftalmólogo por unas gafas graduadas si llevas gafas o lentillas.
Bebe mucha agua. Tus lágrimas la necesitan para hacer su trabajo. Intenta beber al menos 12 vasos (96 onzas) de agua cada día.
Tome un suplemento nutricional. Los ácidos grasos omega-3 son una parte importante de la producción de lágrimas. El aceite de pescado es una buena fuente de omega-3. Pregunte a su oftalmólogo si un suplemento le ayudaría antes de empezar a tomarlo.
Utiliza una compresa caliente. Humedezca un paño limpio con agua caliente y póngaselo en los ojos durante unos minutos. Esto puede ayudar a liberar la grasa de las glándulas sebáceas y aliviar los ojos secos e irritados.