Estar sano puede potenciar su libido y mejorar su vida sexual. El médico explica la relación entre la disfunción eréctil y los malos hábitos de salud.
Hazte un chequeo
El primer paso cuando empiece a notar problemas persistentes para conseguir una erección es pedir una cita para ver a su médico. La disfunción eréctil es una enfermedad vascular (un problema de los vasos sanguíneos) y suele estar asociada a otras enfermedades vasculares como la diabetes, la hipertensión arterial o las enfermedades cardíacas.
La capacidad de desarrollar y mantener una erección depende de la salud de los vasos sanguíneos. Cuando las arterias se obstruyen con colesterol o se dañan por la presión arterial alta, el flujo sanguíneo hacia el pene puede verse afectado.
Los hombres mayores de 55 años con disfunción eréctil tienen un 50% más de riesgo de padecer enfermedades cardíacas que los hombres sin problemas de erección. Los hombres más jóvenes con problemas de erección tienen un riesgo aún mayor de sufrir una enfermedad cardíaca.
Modifique su dieta
Una elección más inteligente de los alimentos puede ayudar a reducir los factores de riesgo vinculados a los problemas de erección, como la presión arterial alta y el colesterol elevado. Como ocurre con muchas afecciones, cuando hay más factores de riesgo, éstos aumentan el riesgo de la enfermedad.
El consejo básico puede resultar familiar, pero muchos hombres siguen sin seguirlo:
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Come más frutas y verduras C 5 a 9 raciones al día.
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Consume menos sal comiendo menos alimentos procesados, que suelen ser ricos en sodio.
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Coma más pescado, aves de corral y otras fuentes de proteínas magras.
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Reduzca el consumo de carne roja.
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Elija productos lácteos bajos en grasa o sin grasa.
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Si el peso es un problema, reduzca gradualmente el tamaño de las porciones.
Hacer cambios en la forma de comer no es fácil, por supuesto. Cuando una pareja hace cambios saludables juntos, mejoran las posibilidades de éxito.
Pierde unos cuantos kilos
El sobrepeso se interpone en el camino del buen sexo de muchas maneras. Puede hacer que un hombre se sienta menos sexy. Y seamos sinceros, es posible que tu pareja tampoco encuentre esa barriga cervecera tan atractiva.
La obesidad también se asocia a niveles de testosterona inferiores a los normales en los hombres, lo que puede provocar una pérdida de deseo sexual. Consumir menos calorías comiendo menos y quemar más calorías aumentando la actividad física son formas eficaces de perder peso.
Muévete
La actividad física regular no solo ayuda a mantener un peso saludable, sino que también mejora el funcionamiento del corazón y los vasos sanguíneos. Eso, a su vez, podría ayudar a mejorar la calidad de su erección. Algunos estudios han indicado que los hombres que hacen ejercicio con regularidad tienen un menor riesgo de disfunción eréctil. Además, cuanto más en forma esté, más energía tendrá para el sexo. Encontrar actividades para hacer con su pareja puede ayudar a fortalecer su relación y mejorar su sensación de intimidad.
Apagar el cigarrillo
Los hombres que fuman tienen un mayor riesgo de desarrollar problemas de erección. Fumar daña los pequeños vasos que llevan sangre al pene. En un estudio realizado en 2005 con 2.115 hombres, los fumadores actuales tenían 2,5 veces más probabilidades de sufrir disfunción eréctil que los no fumadores. Los ex fumadores que habían dejado el hábito redujeron drásticamente su riesgo.
Dejar de fumar nunca es fácil. Pero millones de personas lo han conseguido. El apoyo de su cónyuge o pareja mejora sus probabilidades de éxito. Su médico también puede ayudarle prescribiendo terapias de sustitución de la nicotina u otros tratamientos e indicándole programas eficaces para dejar de fumar.
Relájate
Conseguir una erección firme es una cuestión tanto de mente como de cuerpo. Incluso si el problema tiene causas físicas, como una mala circulación, las preocupaciones emocionales y psicológicas suelen empeorar las cosas. El estrés en el trabajo o en casa puede dificultar la relajación y el disfrute del sexo.
Los problemas de erección pueden hacer que el propio sexo sea estresante. Para reducir el estrés, haga una lista de las principales preocupaciones de su vida en este momento. Identifica las que puedes cambiar. A continuación, busque formas de aliviar las tensiones inevitables. Tómate 10 minutos de vez en cuando para sentarte tranquilamente, relajarte y concentrarte en tu respiración.
Otras formas eficaces de aliviar el estrés son el yoga, la meditación, las actividades físicas como caminar o nadar, y simplemente hacer cosas que le gusten, como escuchar música o hablar con un amigo. Pasar tiempo de calidad con su cónyuge o pareja es otra buena manera de aliviar el estrés. Una forma estupenda de pasar tiempo de calidad con el otro es tomar unas vacaciones juntos.