¿Puede su hijo ir de excursión, hacer deporte o viajar si tiene convulsiones de inicio focal? Aprenda a planificar las actividades de su hijo para que pueda participar con seguridad en la diversión.
Su aspecto depende del lugar del cerebro en el que se produzca. Su hijo puede tener síntomas como espasmos u hormigueos en la mano, una sensación de temor o la sensación de que el tiempo se ralentiza.
Las crisis de inicio focal suelen ser muy breves.
A medida que vaya sabiendo qué esperar de las crisis de inicio focal de su hijo, podrá empezar a pensar a más largo plazo. ¿Puede mi hijo ir de excursión? ¿Practicar deportes? ¿Viajar? La respuesta a estas preguntas es sí, sí y sí.
Puede haber algunos límites, pero es importante que su hijo haga las mismas cosas que los demás niños. Y eso suele ser posible con un poco de planificación adicional.
Crea un plan de acción
Si su hijo sufre convulsiones de inicio focal,... cualquier persona que lo cuide... debe saberlo:
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Cómo son las convulsiones de su hijo
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Qué hacer durante una
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Qué es una emergencia y cómo manejarla
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Cuándo y cómo ponerse en contacto con usted
Ahí es donde entra un plan de acción. Es como una lista de comprobación que tú y tu hijo creáis con ayuda del médico. Imprime un montón de copias y repásalas con los profesores, los familiares, las niñeras, los padres de los amigos, los conductores de autobús, los entrenadores y cualquier otra persona responsable de tu hijo.
Haz que tu casa sea segura
Piense en cómo es su hijo durante una convulsión de inicio focal y qué puede hacer para que su casa sea más segura. Tal vez quiera:
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Añadir barandillas a las escaleras.
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Tenga una alfombra suave para amortiguar las caídas.
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Retire las alfombras de área ya que pueden resbalar o provocar tropiezos.
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Mantén tu casa ordenada y sin desorden para que haya menos tropezones.
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Acolcha los muebles, mostradores o paredes que tengan bordes afilados.
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Poner puertas de seguridad cerca de las escaleras.
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Retire las mesas de cristal.
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Utilice protectores para bloquear objetos calientes como chimeneas o estufas.
Seguridad en el baño
Lo mejor es que tu hijo no se bañe y opte por las duchas, ya que una convulsión que se produzca en el agua puede provocar un ahogamiento.
Si tu hijo tiende a caerse durante las convulsiones, un asiento y unas barras de ducha pueden ser de gran ayuda. Si tu hijo se baña, alguien tiene que estar en el baño en todo momento.
A medida que tu hijo crece, la privacidad se convierte en una preocupación. Quizá tengas que ser creativo en este caso, como utilizar un vigilante de bebés o pedirle a tu hijo que cante en la ducha. Y asegúrate de que tu hijo sepa que nunca debe cerrar la puerta del baño. En lugar de eso, pon un cartel de "En uso".
Considere la posibilidad de un reloj inteligente
La FDA ha aprobado un reloj inteligente que puede detectar cuando tu hijo está teniendo una convulsión y puede alertarte, así como ayudarte a localizar dónde está. Cuando detecta una convulsión, el Embrace envía un mensaje de texto y de teléfono a los cuidadores. La función de localización por GPS le indica dónde están. El reloj almacena datos para ayudar a los médicos a entender posibles patrones de convulsiones.
Consigue una pulsera de alerta médica
Se trata de una sencilla pulsera que indica a la gente que tu hijo sufre convulsiones. Es algo en lo que se fijan los primeros intervinientes, como los técnicos de emergencias y los paramédicos. Es especialmente importante a medida que tu hijo crece y pasa más tiempo lejos de ti.
Hacer deporte
Los deportes y las aficiones son importantes para tu hijo. Ayudan a evitar la depresión, aumentan la autoestima y crean amistades.
Cuanto mejor controladas estén las convulsiones, más podrá hacer su hijo. Si no está seguro de que una actividad sea segura, consulte con el médico.
Muchos niños tienen pocos límites. Desde el béisbol y la gimnasia hasta el baloncesto, los bolos y la equitación, puede animar a su hijo a probar todo tipo de cosas. Incluso los deportes de contacto, como el hockey y el fútbol, suelen ser lícitos.
La natación está bien, pero su hijo no puede nadar solo. Es necesario que haya alguien que sepa qué hacer en caso de convulsiones en el agua. Llevar un chaleco salvavidas, incluso para un nadador fuerte, es una idea inteligente.
Tu hijo deberá evitar actividades como el buceo, el paracaidismo y la escalada sin arnés. En actividades como éstas, tu hijo no puede permitirse perder la atención, ni siquiera por un momento.
Excursiones, campamentos y viajes
Lo normal es que tu hijo también pueda realizar todas estas actividades. Aquí hay algunas cosas a tener en cuenta:
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Dale a los adultos de la excursión un plan de acción.
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Si viaja a través de zonas horarias, consulte con su médico sobre cómo ajustar el horario de los medicamentos de su hijo.
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Infórmese sobre los servicios de urgencia de la zona que va a visitar.
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Asegúrese de que su hijo tiene una pulsera de alerta médica.
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Empaque suficientes medicamentos, incluyendo algunos adicionales, y asegúrese de que estén guardados de la manera correcta.
Cómo ayudar a prevenir las convulsiones
Para disminuir las probabilidades de una convulsión, asegúrese de que su hijo:
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Evita las drogas ilícitas y el alcohol
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Duerme lo suficiente
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Hace mucho ejercicio
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Se mantiene al día con las visitas al médico
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Toma los medicamentos a tiempo y según las indicaciones
Puedo dejar a mi hijo solo?
A medida que su hijo crece y quiere más privacidad e independencia, esta es una pregunta difícil de responder. Colabore con su hijo y su médico para determinar qué es seguro.
Si decide que puede funcionar, puede poner algunas salvaguardias. Puedes asegurarte de que tus amigos y vecinos tengan una copia de tu llave. Puedes utilizar una caja de seguridad, en la que pones la llave en un candado de la puerta. Sólo alguien con el código puede sacar la llave.
También puedes buscar alarmas y líneas telefónicas de asistencia personal. Algunas pueden detectar caídas en la casa y enviar ayuda de emergencia.
Recientemente, la FDA ha aprobado un reloj que detecta las convulsiones tónico-clónicas y envía alertas a los cuidadores. Hay que estar atentos a nuevas tecnologías como ésta, que algún día podrían detectar también las convulsiones focales.
Qué hacer durante la convulsión de inicio focal de su hijo
Cuando su hijo tiene una convulsión de inicio focal, su papel se reduce a tres cosas básicas: mantener la calma, ofrecer consuelo y mantenerlo a salvo. Si empiezas por ahí y tienes en cuenta algunas cosas importantes que debes y no debes hacer, estarás en buena forma. Dedica algo de tiempo y práctica, y se convertirá en algo natural.
Cosas que hacer
Cuando comience una convulsión de inicio focal en su hijo, siga estos consejos:
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Mantén la calma. Puede ser difícil al principio, pero se hace más fácil a medida que aprendes qué esperar. Mantener la calma te permite pensar con claridad, y verás que tu actitud se contagia. Tu hijo y cualquier otra persona que pueda estar cerca tomarán sus señales de ti. Así que habla con suavidad y ofrece mucha tranquilidad.
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Hazle compañía a tu hijo. Las convulsiones pueden ser aterradoras, por lo que el simple hecho de estar allí es importante. También ayudarás a prevenir lesiones durante una y le darás consuelo después. Además, puedes ver cómo se desarrolló la convulsión y compartir esos detalles con el médico de tu hijo.
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Mantén la seguridad de tu hijo. Aparta cualquier peligro, como objetos calientes, muebles con bordes afilados y cualquier cosa con la que tu hijo pueda tropezar. Si deambula por ahí, es posible que tengas que actuar como una barrera móvil para alejarle de las escaleras, el tráfico o cualquier otra cosa perjudicial.
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Intente que su hijo esté cómodo. Si es posible, guíe a su hijo a un lugar seguro para sentarse, pero no lo fuerce. Si lleva gafas, quíteselas si puede. Si tu hijo está en el suelo, intenta que se ponga de lado con la boca hacia abajo. Así respirará mejor y evitará que se ahogue con la saliva.
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Cronometrar el tiempo. El tiempo que dura una convulsión y el tiempo que tarda tu hijo en volver a la normalidad es una buena información que debe tener el médico. Además, una convulsión que se prolonga más de 5 minutos es una emergencia. Si el médico le ha dado un medicamento de tratamiento de rescate para estos casos, tendrá que usarlo y llamar al 911.
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Ayuda a tu hijo a recuperarse. Después de una convulsión, lo último que quiere cualquier niño es una multitud de caras ansiosas mirando. Cuando tengas las cosas bajo control, pide con calma a la gente que haga sitio. A continuación, comunique a su hijo lo que ha sucedido. Sea sencillo. Dígale dónde está, que usted está allí y que está a salvo.
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Lleva un registro. Cuando tu hijo empiece a tener convulsiones, anota todo lo que puedas sobre ellas. Si puedes, grabar un vídeo también puede ayudar al médico. Anote cosas como la hora del día, la duración de la convulsión y lo que ocurrió antes, durante y después. Intenta ser específico sobre los síntomas. Quizá notes que tu hijo gira la cabeza hacia un lado. Si ves algún movimiento o sacudida, anota en qué lado del cuerpo se produjo.
Cosas que hay que evitar
Estas son algunas cosas que no debes hacer:
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No pongas nada en la boca de tu hijo. La comida, el agua y los medicamentos son peligros de asfixia. Espere a que su hijo vuelva totalmente a la normalidad antes de ofrecerle nada.
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No grites ni hagas movimientos rápidos. Puede parecer amenazante o alarmante. Despacio, con calma y firmeza es el camino a seguir.
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No sujetes ni intentes mover a tu hijo. Si tu hijo deambula por ahí, intenta que la zona sea lo más segura posible. Sólo muévelos si corren peligro en el lugar donde están, como cerca de las escaleras o en el agua.
Estos dos últimos consejos son especialmente importantes para los niños que tienen convulsiones de conciencia alterada de inicio focal, que solían llamarse convulsiones parciales complejas. Durante una de ellas, tu hijo puede no saber lo que está haciendo o lo que ocurre a su alrededor. Por eso, no sabes cómo responderá si le hablas o intentas tocarlo.
Si necesitas tocar a tu hijo por cualquier motivo, acércate suavemente desde un lado y háblale primero en voz baja. Querrás hacer todo lo posible para que no se sientan amenazados o alarmados.
Seguridad en el agua
Si tu hijo tiene una convulsión en el agua, sostén su cuerpo y mantén su cabeza por encima de la superficie. Intenta sacarlo del agua lo antes posible. E incluso si su hijo parece estar bien después, es inteligente que un médico lo revise.
Cuándo llamar al 911
Hay ocasiones en las que es necesario obtener ayuda médica de emergencia de inmediato. Llame al 911 si su hijo:
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Tiene una convulsión que dura más de 5 minutos
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Nunca ha tenido una convulsión antes
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No vuelve en sí después de una convulsión
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Tiene problemas para respirar o parece que se ahoga
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Tiene varias convulsiones seguidas y no puede recuperarse entre ellas
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Se hace daño
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No mejora con un tratamiento de rescate (medicamento utilizado en emergencias)