médico explica varios tipos de convulsiones, incluidas las que no son causadas por la epilepsia.
Las convulsiones, movimientos o comportamientos anormales debidos a una actividad eléctrica inusual en el cerebro, son un síntoma de epilepsia. Pero no todas las personas que parecen tener convulsiones tienen epilepsia, un grupo de trastornos relacionados que se caracterizan por una tendencia a
recurrentes
convulsiones.
Crisis no epilépticas
(llamadas pseudoconvulsiones) no van acompañadas de una actividad eléctrica anormal en el cerebro y pueden estar causadas por problemas psicológicos o estrés. Sin embargo, las crisis no epilépticas se parecen a las verdaderas crisis, lo que dificulta el diagnóstico. Las lecturas normales del EEG y la falta de respuesta a los fármacos epilépticos son dos indicios de que no son verdaderas crisis epilépticas. Estos tipos de crisis pueden tratarse con psicoterapia y medicamentos psiquiátricos.
Crisis provocadas
son convulsiones únicas que pueden ocurrir como resultado de un traumatismo, un nivel bajo de azúcar en sangre (hipoglucemia), un nivel bajo de sodio en sangre, fiebre alta o abuso de alcohol o drogas. Las convulsiones relacionadas con la fiebre (o febriles) pueden producirse durante la infancia, pero suelen superarse a los 6 años. Tras una cuidadosa evaluación para estimar el riesgo de recurrencia, los pacientes que sufren una sola convulsión pueden no necesitar tratamiento.
Trastorno convulsivo
es un término general utilizado para describir cualquier condición en la que las convulsiones pueden ser un síntoma. El trastorno convulsivo es un término general que a menudo se utiliza en lugar del término ''epilepsia''.
A quién afecta la epilepsia?
La epilepsia es una enfermedad relativamente común, que afecta hasta al 1,2% de la población. En Estados Unidos, unos 3,4 millones de personas padecen epilepsia y alrededor del 9% de los estadounidenses sufrirán al menos una crisis en su vida.
¿Qué causa la epilepsia?
La epilepsia se produce como resultado de una actividad eléctrica anormal originada en el cerebro. Las células cerebrales se comunican enviando señales eléctricas en un patrón ordenado. En la epilepsia, estas señales eléctricas se vuelven anormales, dando lugar a una "tormenta eléctrica" que produce convulsiones. Estas tormentas pueden estar dentro de una parte específica del cerebro o ser generalizadas, dependiendo del tipo de epilepsia.
Tipos de epilepsia
Los pacientes con epilepsia pueden experimentar más de un tipo de crisis. Esto se debe a que las convulsiones son sólo síntomas. Por lo tanto, es esencial que su neurólogo diagnostique su tipo de epilepsia, no sólo el tipo o los tipos de convulsiones que tiene.
Cómo se trata la epilepsia?
La mayoría de las crisis epilépticas se controlan mediante terapia farmacológica. También puede utilizarse la dieta junto con los medicamentos.
En algunos casos en los que los medicamentos y la dieta no funcionan, se puede recurrir a la cirugía. El tipo de tratamiento prescrito dependerá de varios factores, como la frecuencia y la gravedad de las crisis, así como la edad de la persona, su estado de salud general y su historial médico.
Un diagnóstico preciso del tipo de epilepsia también es fundamental para elegir el mejor tratamiento.
Cómo afrontar la epilepsia
El tratamiento educativo, social y psicológico forma parte del plan de tratamiento total de la epilepsia. El paso más importante que puede dar es buscar ayuda tan pronto como se sienta menos capaz de afrontar la situación. La epilepsia se gestiona mejor con un equipo de médicos que puede proporcionar apoyo médico, psicosocial y educativo. Si tiene algún problema con los estudios, el trabajo, las finanzas, las relaciones o las actividades cotidianas, es importante que lo comente con un miembro del equipo de epilepsia.
Tomar medidas a tiempo le permitirá comprender y afrontar los numerosos efectos de la epilepsia. Aprender a manejar el estrés le ayudará a mantener una perspectiva positiva de la vida, tanto física como emocional y espiritual.