Eczema: ¿Por qué me pica y me arde la piel?

Si tienes eczema, es posible que tu piel presente los signos característicos de las placas escamosas que arden y pican. ¿Qué lo provoca? Los expertos creen que la salud, el entorno o el estrés pueden influir.

El eczema, también conocido como dermatitis, es un término médico que describe un grupo de trastornos de la piel que causan inflamación. Existen unos siete tipos, y más de 31 millones de estadounidenses viven con alguna forma de él. Los signos y síntomas varían de una persona a otra.

El eczema puede empezar antes de los 5 años y continuar hasta la edad adulta. En algunos casos, los brotes pueden aparecer y desaparecer durante varios años. Si el picor y el ardor son demasiado intensos, pueden afectar a tu calidad de vida.

Qué causa la inflamación?

Entonces, ¿qué es lo que hace que tu piel se llene de manchas rojas y picores? Los expertos no están seguros. Pero las investigaciones dicen que factores como la salud, la genética, el entorno, ciertos productos y el estilo de vida pueden actuar como desencadenantes. Sin embargo, el eczema afecta a cada persona de forma diferente, por lo que las cosas que te provocan brotes pueden no molestar a otra persona.

Sistema inmunitario. Cuando se tiene eczema, el cuerpo tiene un sistema inmunitario que reacciona en exceso. Responde con facilidad a algo que está dentro de tu cuerpo, como los genes, o fuera de él, como un alérgeno o un irritante. Esta reacción daña la barrera cutánea, la capa superior de la piel que defiende al cuerpo de las bacterias y evita que pierda demasiada humedad. Sin esta protección, la piel es más sensible, seca, frágil y propensa a la inflamación.

La genética. Es más probable que tengas eczema si tienes:

  • Antecedentes familiares o personales de dermatitis.

  • Asma

  • Fiebre del heno

  • Alergia a cosas ambientales como el polen, la hiedra venenosa o el pelo de las mascotas

  • Alergia a los alimentos

Las investigaciones muestran que también es más probable que tengas eczema si tienes una mutación genética que hace que tu cuerpo sea menos capaz de producir suficiente filagrina. Se trata de un tipo de proteína que ayuda al cuerpo a construir una fuerte barrera cutánea. Si tiene poca filagrina, su piel puede perder mucha agua y resecarse. También puede exponer su piel a virus y bacterias y hacerla más propensa a las infecciones.

No hay ningún remedio ni suplemento que pueda utilizarse para corregir los niveles de filagrina, pero mantener el sistema inmunitario sano puede ayudar a evitar los problemas cutáneos.

El entorno. El cambio de tiempo, las estaciones y la temperatura pueden provocar un brote de eczema.

En invierno, el aire seco puede absorber la humedad de la piel y provocar picores. Esto puede empeorar tu eczema. Cuando subes la calefacción para calentar la casa, la piel se reseca y se irrita.

Durante el verano, debido a las altas temperaturas, puedes perder agua de la piel si no tomas más líquidos. Esto puede provocar sequedad y hacer que tu eczema se agudice. El calor también hace que tu cuerpo sude más y pierda agua como forma de enfriar tu cuerpo.

Además de agua, el sudor también está compuesto por ciertos metales como el zinc, el cobre y el hierro. Cuando éstos entran en contacto con la piel, pueden irritarla y provocar una reacción. El sudor tiende a acumularse sobre todo en los pliegues de los codos, la parte posterior de las rodillas y el cuello. Estos lugares se convierten en puntos calientes para las erupciones de eczema.

El propio calor también puede desencadenar el eczema. El calor tiende a dilatar los vasos sanguíneos bajo la piel y hace que las células inflamadas se muevan. Esto puede desencadenar el picor y el ardor.

Alérgenos e irritantes. Muchos de los productos que utilizas a diario en casa, en el trabajo o en tu cuerpo pueden irritar tu piel o provocar una reacción alérgica. Tanto si son leves como graves, estas cosas pueden empeorar tu eczema. Pueden causar un tipo de eczema llamado dermatitis de contacto.

Pueden incluir:

  • Metales como el níquel, el zinc, el cobre o el hierro

  • El humo de los cigarrillos

  • Jabón y jabón para el cuerpo

  • Limpiadores domésticos como el detergente para la ropa o la lejía

  • Fragancias

  • Ropa de lana o poliéster

  • Pomada antibacteriana

  • Formaldehído, una sustancia química que se encuentra en el pegamento y los desinfectantes

  • Cocamidopropil betaína, que se encuentra en lociones y champús

  • Parafenileno-diamina, que se encuentra en los tintes para cuero y en los tatuajes temporales

  • Los jugos de las frutas, verduras o carnes frescas al tocarlas

  • Alérgenos de los alimentos como las carnes y las verduras

El estrés. Los expertos afirman que el estrés emocional puede desencadenar un brote de eczema o empeorarlo. Pero no están seguros de por qué ocurre esto. Si tienes un eczema grave, el intenso picor, el dolor y el ardor pueden dificultar la relajación o el sueño, provocar ansiedad y depresión o hacer que te sientas acomplejado por el aspecto de las manchas secas y escamosas. Esto puede causarte estrés y disminuir tu calidad de vida.

Lo que puedes hacer

Cuando veas los primeros signos de eczema, como picor y enrojecimiento en la piel, habla con un dermatólogo para averiguar la causa. Para obtener un diagnóstico preciso, cuanto antes busques ayuda, mejor.

Si tienes un tono de piel más oscuro, los síntomas del eczema pueden ser un poco diferentes. En lugar de enrojecimiento, es posible que su piel adquiera un color marrón, gris o ceniza. Tu piel puede estar descolorida donde aparecen las manchas de eczema.

Dependiendo del tipo de eczema que tengas y de la gravedad del mismo, tu médico elaborará el plan de tratamiento que mejor se adapte a ti y te alivie el picor y el ardor.

Si tienes una alergia u otra afección, como el asma o la fiebre del heno, que desencadena tus brotes, es posible que también tengas que hablar con un especialista en alergias.

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