Hay muchos tratamientos que puedes utilizar para aliviar el eczema. Puedes encontrar una gran variedad de productos de venta libre que no necesitan receta médica. Algunos tratamientos pueden aliviar la irritación, el enrojecimiento, el picor o la erupción. Otros pueden ayudarte a evitar los brotes o a prevenir los picores que pueden mantenerte despierto por la noche.
Antes de iniciar cualquier tratamiento para el eczema, informe a su médico sobre los demás medicamentos que toma. Algunos fármacos podrían interactuar con los medicamentos que ya utiliza.
Medicamentos para aliviar el dolor
Los síntomas comunes del eczema pueden incluir ardor, inflamación y dolor. Su médico puede sugerirle que utilice medicamentos analgésicos de venta libre para ayudarle.
Podrías usar:
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Acetaminofén (Tylenol)
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Antiinflamatorios no esteroideos como el ibuprofeno (Advil, Motrin)
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Naproxeno (Aleve)
Asegúrate de leer la etiqueta y seguir las instrucciones de dosificación.
Estos fármacos suelen ser seguros, pero es posible que tengas que evitarlos si tienes:
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Problemas cardíacos
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Presión arterial alta
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Enfermedad renal
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Afecciones del hígado
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Otros problemas intestinales
Hable siempre con su médico antes de empezar una nueva medicación.
Antihistamínicos
Con el eczema, el picor suele ser uno de los síntomas más molestos. Los antihistamínicos pueden ayudar a aliviarlo.
Estos fármacos ayudan a detener los efectos de algo llamado histamina, que es lo que provoca el picor.
Para que los antihistamínicos sean útiles, debe tomarlos durante varias semanas de forma regular. Con el tiempo, no sentirás la necesidad de rascarte tan a menudo.
Los antihistamínicos tópicos no funcionan tan bien y pueden provocar más reacciones alérgicas. Lo mejor es tomar antihistamínicos por vía oral. Algunos de ellos también pueden incluir sedantes para ayudarte a dormir.
Los antihistamínicos de venta libre son:
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Cetirizina (Zyrtec)
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Clorfeniramina (Chlor-Trimeton)
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Difenhidramina (Benadryl)
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Fexofenadina (Allegra)
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Loratadina (Claritin)
Algunos síntomas comunes de estos medicamentos son:
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Sequedad en los ojos o en la boca.
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Somnolencia
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Visión borrosa o doble
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Dolor de cabeza o mareos
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Presión arterial baja
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Mucosidad
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Ritmo cardíaco más rápido
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Dificultad para orinar o hacer caca
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Tos
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Dolor de garganta
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Dolor de vientre
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Náuseas o vómitos
Usted y su médico decidirán si los beneficios de los antihistamínicos superan los posibles efectos secundarios.
Hidrocortisona tópica
Es un esteroide de baja potencia que ayuda a bajar la inflamación, el picor y la irritación. Puede venir en forma de crema, pomada, loción o gel. Puede proporcionar un alivio temporal de las erupciones y el picor causados por el eczema.
Puedes utilizar la mayoría de los tratamientos con hidrocortisona durante una semana, de una a cuatro veces al día. Sigue siempre las instrucciones del envase. Nunca los utilices durante más tiempo del que recomienda la etiqueta o tu médico.
Los posibles efectos secundarios incluyen:
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Picor
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Ardor
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Acné
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Piel seca o agrietada
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Cambio en el color de la piel
Informe siempre a su médico si tiene alguno de estos síntomas después de usar un tratamiento con hidrocortisona.
Champús medicados
Puedes conseguirlos sin receta para aliviar la caspa causada por el eczema. La mayoría de las farmacias o tiendas de comestibles los tienen.
Ayudan a deshacerse de las escamas del eczema o a prevenir el crecimiento de la levadura del eczema.
Los efectos secundarios del champú medicado son poco frecuentes. Pero informe a su médico si tiene:
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Picor
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Picor
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Ardor
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Pérdida de cabello
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Sequedad o grasitud del cabello y del cuero cabelludo
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Dolor de cabeza
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Cambio en la textura del cabello
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Forúnculos en el cuero cabelludo
Emolientes
Son humectantes que pueden mejorar la barrera de la piel para mantenerla hidratada y protegida de los irritantes. Pueden ayudar a mejorar la sequedad y reducir el número de brotes que tienes.
Vienen en:
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Cremas
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Ungüentos
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Lociones
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Geles
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Sprays
Hay muchos tipos de emolientes, por lo que puede ser necesario probar y equivocarse antes de encontrar el que te guste. También es posible que necesites utilizar distintos tipos en diferentes momentos (por ejemplo, quizá uno más ligero durante el día y otro más graso por la noche o cuando hace más frío).
Después de sumergir la piel en un baño o una ducha, sécala suavemente. A continuación, pon el emoliente en tu piel ligeramente húmeda de inmediato para fijar el agua y, así, ayudar a la sequedad.
Deberías probar primero un emoliente en una pequeña zona de la piel para asegurarte de que no tienes una reacción alérgica. Consulte a su médico de inmediato si tiene:
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Urticaria
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Dificultad para respirar
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Hinchazón de la cara, los labios, la lengua o la garganta
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Ardor
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Picante
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Enrojecimiento o irritación en el lugar donde se pone el emoliente