Eczema y estrés: El impacto emocional

El estrés puede empeorar el eczema. De hecho, una rama de la medicina, llamada psicodermatología, examina cómo la mente afecta a la piel.

Cuando estás tenso, tu cuerpo intenta proteger tu piel aumentando la inflamación. Si ya la padeces por culpa de un eczema, ese aumento empeorará tus síntomas.

La clave es tratar de controlar el estrés. Puede ser una de las mejores maneras de ayudar a mantener tu enfermedad a raya. Aquí tienes siete consejos para tener la tensión en tu vida bajo control.

1. Duerme lo suficiente.

Un buen descanso nocturno puede reducir tu estrés. Pero no siempre es fácil dormir cuando te pica la piel. Si el eczema no te deja dormir, habla con tu médico sobre cómo controlar mejor los síntomas. Puedes probar a tomar un antihistamínico antes de acostarte. Este tipo de medicamento puede aliviar el picor, y puede dar sueño.

2. Busca apoyo.

El estado de tu piel puede añadirse a tu estrés diario. Puede que sientas que no puedes estar a gusto. Es útil hablar con otras personas que tienen el mismo problema y saben por lo que estás pasando. Puede que incluso te den consejos sobre cosas nuevas que puedes probar para sentirte mejor. Busca grupos de apoyo para el eczema en Internet o encuentra uno que se reúna en tu comunidad.

3. Aprende a relajarte.

Desde la respiración profunda hasta el yoga y las imágenes guiadas, hay muchas maneras de relajarse. Lo que funciona para ti puede ser diferente de lo que ayuda a otras personas a relajarse. Así que explora tus opciones. Puedes probar la relajación progresiva o escuchar un CD de relajación. O tómate unos minutos al día para escribir lo que sientes. Puedes romper el papel o borrar el archivo cuando hayas terminado.

4. Haz algo de ejercicio.

Es uno de los mejores destructores de estrés que existen. Tanto si te gusta caminar, nadar o jugar al tenis, el ejercicio puede hacerte sentir mejor en general. Pero si el sudor es un desencadenante de tu eczema, date una ducha fría o tibia poco después de tu entrenamiento para lavarlo.

5. Habla de ello.

Si tu estrés proviene de problemas más profundos con tu matrimonio, tu familia o tu trabajo, tal vez quieras reunirte con un consejero o terapeuta. A veces, el mero hecho de hablar de tus problemas con alguien puede ayudar. En algunos casos, un profesional de la salud mental también puede recetar medicamentos que pueden ayudar con el estrés y la ansiedad.

6. Haz algo que te guste.

Ya sea hacer deporte, leer un libro o ir a la iglesia, hacer algo que te guste puede alejar tu mente del estrés y hacerte sentir bien.

7. Pide ayuda.

Si parece que no puedes controlar tu estrés o tu eczema, pide una cita con tu médico. Ellos pueden hablarte de otros tratamientos o recursos de apoyo que pueden ayudarte.

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