La piel dañada por el eczema necesita cuidados especiales. El médico explica cómo tratar las grietas, roturas y ampollas para que se curen más rápidamente.
Detener el picor
El eczema impide que tu piel retenga agua. Eso significa que tu piel se seca más rápidamente y se rompe más fácilmente de lo habitual.
Para evitar la sequedad y las grietas, ponte una capa de crema hidratante varias veces al día. Puedes elegir entre tres tipos:
Pomadas
como la vaselina, son espesas y retienen el agua en la piel. También proporcionan una barrera para mantener fuera cosas que podrían irritar tu piel. La desventaja es que pueden sentirse grasosas.
Cremas
también son espesas, y son menos grasosas que las pomadas. Eso sí, a veces contienen conservantes y otros ingredientes que pueden hacer reaccionar tu piel si eres sensible a ellos.
Lociones
no protegen la piel tan bien como las pomadas y cremas porque son más finas y contienen mucha agua. Una vez que esa agua se evapora, tu piel vuelve a secarse.
Cuando quieras probar una nueva crema hidratante, pruébala primero. Ponte una cantidad del tamaño de un guisante en la parte interior del codo. Observa si hay signos de reacción, como erupciones, enrojecimiento o picores.
Sea cual sea el producto que elijas, póntelo justo después de salir del baño o de la ducha para mantener la humedad en tu piel. Además, hidrátate durante el día siempre que sientas la piel seca.
Si tienes eczema en las manos, ponte una capa de crema cada vez que te las laves. Ponte también crema en las manos justo antes de acostarte. Luego cúbrete las manos con un par de guantes de algodón para que la crema se absorba en la piel mientras duermes.
Báñate con suavidad
Otra forma de evitar que tu piel se reseque es tomar duchas más cortas, de 5 a 10 minutos como máximo. Mantén el agua tibia, no caliente. Prescinde del jabón y utiliza productos de limpieza suaves y sin colorantes. Los sustitutos emolientes del jabón y los aceites de baño limpian tan bien como el jabón y son menos irritantes.
Lava tu piel con suavidad. No restriegues. Retira el agua suavemente después de la ducha y sella la humedad de inmediato con una crema o pomada espesa.
Cuidado con las infecciones
Si tu piel se abre, las bacterias, los hongos y los virus pueden entrar y causar una infección. Busca señales de advertencia como:
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Enrojecimiento, picor o dolor intensos.
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Líquido claro o amarillo que rezuma de la piel
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Ampollas o bultos llenos de pus
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Fiebre
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Glándulas inflamadas en el cuello, la axila o la ingle
Si contraes una infección, tu médico puede recetarte un antibiótico o una crema o pomada antimicótica para tratarla.
Proteja su piel
Para evitar que tu piel se abra, prueba estos consejos:
Utiliza una crema con esteroides.
Los medicamentos con hidrocortisona (esteroides) ayudan a controlar los brotes de eczema. Reduce la inflamación y el picor y ayuda a que tu piel se cure más rápido. Puedes comprar cremas con esteroides sin receta. Las versiones más potentes están disponibles con receta médica.
Suelen aplicarse sobre la piel dos veces al día. El médico también puede recetar otros medicamentos tópicos para tratar los brotes de eczema, como crisaborol (Eucrisa), pimecrolimus (Elidel) o tacrolimus (Protopic).
Utilice guantes siempre que cocine, lave los platos o haga la colada.
Las sustancias químicas de los productos de limpieza pueden irritar tu piel. Ponte guantes de algodón para las tareas secas como la colada. Utiliza guantes de vinilo o neopreno sin polvo cuando tus manos estén en el agua. Evita los guantes de látex, que pueden provocar reacciones alérgicas.
Aplicar un apósito.
Cubre la piel rota con una capa fina de un esteroide tópico y luego una capa gruesa de una crema o pomada. A continuación, pon un vendaje húmedo sobre la pomada y cúbrelo con un vendaje seco. La venda ayudará a que la piel absorba la crema y se mantenga húmeda. Pide a tu médico que te muestre cómo envolver la piel. Evite los vendajes si ya tiene una infección en la piel.
Córtate las uñas cortas.
Cuando tengas las uñas cortadas, será menos probable que te dañes la piel si te la rascas.
Toma antihistamínicos.
Estos medicamentos detienen el picor que te hace querer rascarte. Los antihistamínicos más antiguos, como la difenhidramina (Benadryl), funcionan bien, pero pueden dar sueño. Los medicamentos más nuevos, como la loratadina (Claritin) y la cetirizina (Zyrtec), alivian el picor sin provocar somnolencia.
Si te has hidratado y protegido las manos y siguen agrietadas y con ampollas, acude a tu médico. Es posible que tengas que ajustar tu tratamiento del eczema para que controle mejor tus brotes.