Tromboembolismo venoso (TEV): Riesgos, prevención y tratamiento

Conozca las causas y los tratamientos de un coágulo sanguíneo llamado tromboembolismo venoso (TEV) y lo que puede hacer para prevenirlo.

Pero la coagulación puede ser un problema grave cuando se produce donde no debe, como en las venas, donde un coágulo puede cortar el flujo sanguíneo. Eso se llama tromboembolismo venoso (TEV). Los TEV son peligrosos, pero se pueden tratar, y hay muchas cosas que se pueden hacer para reducir las probabilidades de sufrir uno.

Tipos de TEV

Puede que nunca hayas oído hablar de una ETV, pero son comunes. Hay dos tipos, que se diferencian por el lugar del cuerpo en el que se encuentran.

  • Trombosis venosa profunda (TVP). Como su nombre indica, se desarrolla en la profundidad de las venas, normalmente en las piernas. Sin embargo, puedes tener una en el brazo. Cuando esto ocurre, el médico puede llamarla TVP de las extremidades superiores. Puede cortar el flujo de sangre. La TVP puede causar dolor, hinchazón, enrojecimiento y calor cerca de la vena bloqueada.

  • Embolia pulmonar (EP). Es más grave que una TVP. Suele ocurrir cuando una TVP se desprende y viaja a los pulmones. Una embolia pulmonar es una emergencia que pone en peligro la vida. Puede dificultar la respiración y provocar un ritmo cardíaco rápido, dolor en el pecho y mareos. También puede hacer que quede inconsciente.

Cuáles son los síntomas?

Los síntomas de la TVP incluyen:

  • Dolor o sensibilidad en el brazo o la pierna, generalmente en el muslo o la pantorrilla

  • Inflamación de la pierna o del brazo

  • Piel enrojecida o caliente al tacto

  • Vetas rojas en la piel

Con una embolia pulmonar, podría notar:

  • Dificultad para respirar que no puede explicar

  • Respiración rápida

  • Dolor en el pecho debajo de la caja torácica que puede empeorar al respirar profundamente

  • Ritmo cardíaco rápido

  • Sensación de mareo o desmayo

Qué los hace más probables?

Los TEV pueden ocurrir si el flujo sanguíneo cambia o se ralentiza en alguna parte del cuerpo. Hay muchas cosas que pueden causar eso, como algunas enfermedades, tratamientos médicos y largos vuelos en avión en los que tus piernas quedan atrapadas en la misma posición.

Entre las cosas que aumentan las probabilidades de tener un TEV están:

Tratamientos médicos.

Sus probabilidades de sufrir una ETV aumentan si está en el hospital durante un tiempo, se somete a una cirugía (especialmente en las rodillas o las caderas) o recibe tratamientos contra el cáncer como la quimioterapia.

Condiciones de salud.

Su riesgo de TEV es mayor si tiene cáncer, lupus u otros problemas inmunológicos, condiciones de salud que hacen que la sangre sea más espesa o si es obeso.

Medicamentos.

La terapia hormonal sustitutiva y las píldoras anticonceptivas pueden aumentar las probabilidades de sufrir un TEV.

Las probabilidades de sufrir una TEV también aumentan si has tenido una TEV anterior, si permaneces en la misma posición durante mucho tiempo, si tienes antecedentes familiares de coágulos sanguíneos, si fumas, si estás embarazada o si tienes más de 60 años.

Diagnóstico

Para descartar la ETV, su médico puede realizar esta prueba:

Dímero D: Busca los niveles de dímero D, una sustancia que está en tu sangre cuando tienes un coágulo. Si la prueba es normal, es decir, los niveles no son altos y no hay coágulos, es posible que no necesite más pruebas.

Si necesita más pruebas para detectar la TVP, podría hacerse:

Ecografía dúplex. Esta prueba de imagen indolora no tiene la radiación de una radiografía. Utiliza ondas sonoras para crear una imagen de sus piernas. El médico extiende un gel caliente sobre la piel y luego frota una varilla sobre la zona donde cree que está el coágulo. La varita envía ondas sonoras al interior del cuerpo. Los ecos se transmiten a un ordenador, que crea imágenes de los vasos sanguíneos y, a veces, de los coágulos. Un radiólogo o una persona con formación especial tiene que ver las imágenes para explicar lo que ocurre.

En el caso de una embolia pulmonar, también se puede hacer:

Oximetría de pulso: Suele ser la primera prueba. El médico le colocará un sensor en el extremo del dedo que mide el nivel de oxígeno en la sangre. Un nivel bajo puede significar que un coágulo está impidiendo que su sangre absorba oxígeno.

Gasometría arterial: El médico extrae sangre de una arteria para comprobar el nivel de oxígeno en ella.

Radiografía de tórax: Esta prueba ayuda a descartar un coágulo. Los coágulos no aparecen en las radiografías, pero otras enfermedades, como la neumonía o el líquido en los pulmones, sí.

Gammagrafía de perfusión ventilatoria (V/Q): Los médicos utilizan esta prueba de imagen para comprobar el flujo de aire (ventilación, o V) y el flujo de sangre (perfusión, o Q) en los pulmones.

Tomografía computarizada en espiral: Se trata de una versión especial de la tomografía computarizada en la que el escáner gira para crear una vista transversal de los pulmones.

Angiograma pulmonar: Si otras pruebas de imagen no son claras, los médicos utilizarán esta prueba. A diferencia de las demás, esta prueba es invasiva: el médico introducirá un catéter en una vena y lo guiará hasta las venas y arterias que rodean el corazón. Con él inyectarán un tinte que se verá en una radiografía. Esto les ayuda a ver si hay un coágulo en los pulmones.

Ecocardiograma: Esta ecografía del corazón puede ayudar al médico a ver las zonas que no funcionan como deberían. Esta prueba no diagnostica la EP, pero puede mostrar la tensión en el lado derecho del corazón que resulta de la EP.

Tratamiento de la ETV

Si tiene una ETV, debe recibir tratamiento de inmediato. Su médico puede hablarle de tratamientos como los siguientes:

Anticoagulantes.

Estos fármacos no rompen el coágulo, pero pueden impedir que aumente de tamaño para que tu cuerpo tenga tiempo de deshacerlo por sí mismo. Incluyen la heparina, la heparina de bajo peso molecular, el apixabán (Eliquis), el edoxabán (Savaysa), el rivaroxabán (Xarelto) y la warfarina (Coumadin).

Medicamentos anticoagulantes.

Estos medicamentos son inyecciones que pueden romper su coágulo. Incluyen fármacos como el tPA (activador tisular del plasminógeno).

Cirugía.

En algunos casos, el médico puede tener que colocar un filtro especial en una vena, que puede impedir que cualquier coágulo futuro llegue a los pulmones. A veces, las personas necesitan una intervención quirúrgica para eliminar un coágulo.

Incluso después de recuperarse de una ETV y salir del hospital, es probable que siga necesitando tratamiento con anticoagulantes durante al menos 3 meses. Esto se debe a que las probabilidades de sufrir otra TEV serán mayores durante un tiempo.

Prevención de la ETV

Hay muchas cosas que usted y sus médicos pueden hacer para reducir las probabilidades de sufrir una ETV.

Esto es lo más importante: si tiene que pasar la noche en un hospital, pregunte a su equipo sanitario sobre las ETV antes de ingresar. Casi 2 de cada 3 TEV se producen a causa de las visitas al hospital. Pero si recibe el tratamiento preventivo adecuado en el hospital, su riesgo puede reducirse mucho.

Si su equipo de atención médica cree que tiene un mayor riesgo de sufrir una ETV -basándose en su historial médico, su salud y el tipo de tratamiento que está recibiendo- puede necesitar:

  • Anticoagulantes

  • Medias de compresión (calcetines ajustados especiales) que ayudan al flujo sanguíneo

  • Dispositivos de compresión neumática intermitente, que son una especie de manguitos de presión arterial que aprietan automáticamente las piernas para mantener el flujo sanguíneo

También puede ser necesario que se levante de la cama y camine tan pronto como pueda después del tratamiento.

Si has tenido una ETV en el pasado, habla con tu médico sobre si necesitas un tratamiento regular para reducir las posibilidades de tener otra.

También hay cosas que todo el mundo puede hacer para reducir las posibilidades de sufrir una ETV:

  • Hacer ejercicio con regularidad.

  • Tener un peso saludable.

  • Si fuma, deje de hacerlo.

Y cuando viajes, ya sea en tren, avión o coche:

  • Levántate y camina cada 1 o 2 horas.

  • Muévete en tu asiento y estira las piernas con frecuencia.

  • Bebe mucho líquido.

  • No fume antes de su viaje.

  • No bebas alcohol, ya que puede deshidratarte.

  • No utilices medicamentos para conciliar el sueño, así te mantendrás lo suficientemente despierto para moverte.

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