La verdad sobre la multitarea, la sobrecarga de correo electrónico, los pensamientos molestos, el hambre y otros drenajes cerebrales de la vida moderna. Las imágenes del médico muestran lo que destruye la concentración y las soluciones rápidas.
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Tanto si vives con TDAH como si simplemente tienes problemas de concentración de vez en cuando, el mundo actual está lleno de asesinos de la concentración. La psicóloga Lucy Jo Palladino, PhD, ofrece algunos consejos para gestionar las distracciones, empezando por las redes sociales. Es fácil conectarse con los amigos -y desconectarse del trabajo- muchas veces por hora. Cada actualización de estado te hace perder el hilo de tus pensamientos, lo que te obliga a retroceder cuando retomas el trabajo.
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Evita conectarte a las redes sociales mientras trabajas. Si te sientes obligado a consultarlas de vez en cuando, hazlo durante los descansos, cuando el flujo constante de publicaciones no interrumpa tu concentración. Si no puedes resistirte a conectarte con más frecuencia, llévate el portátil a un lugar donde no tengas acceso a Internet durante unas horas.
Culpable: Sobrecarga de correo electrónico
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Hay algo en el correo electrónico: se dispara en tu bandeja de entrada y pica para ser respondido inmediatamente. Aunque muchos correos electrónicos están relacionados con el trabajo, siguen contando como distracciones de tu proyecto actual. No avanzarás mucho si dejas constantemente lo que estás haciendo para responder a cada mensaje.
Solución a la sobrecarga de correo electrónico
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En lugar de revisar el correo electrónico continuamente, reserva momentos específicos para ello. Durante el resto del día, puedes cerrar el programa de correo electrónico. De esta forma, podrás reservar bloques de tiempo en los que podrás trabajar sin interrupciones.
El culpable: tu teléfono móvil
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Tal vez sea más perturbador que el ping de un correo electrónico el tono de llamada de tu teléfono móvil. Es un sonido que pocos podemos ignorar. Pero atender una llamada no sólo te cuesta el tiempo que dedicas a hablar... también puede cortar tu impulso en la tarea que tienes entre manos.
Arreglo del teléfono móvil
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Dale un buen uso al identificador de llamadas. Si sospechas que la llamada no es urgente, deja que vaya al buzón de voz. Si estás trabajando en un proyecto especialmente intenso, considera la posibilidad de silenciar el teléfono para no tener la tentación de contestar. Escoge horarios específicos para revisar el buzón de voz. Escuchar todos los mensajes a la vez puede ser menos molesto que atender cada llamada a medida que entra.
El culpable: la multitarea
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Si has dominado el arte de la multitarea, probablemente sientas que haces más en menos tiempo. Los expertos dicen que no es así. Las investigaciones sugieren que pierdes tiempo cada vez que cambias tu atención de una tarea a otra. El resultado final es que hacer tres proyectos simultáneamente suele llevar más tiempo que hacerlos uno tras otro.
Arreglo de la multitarea
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Siempre que sea posible, dedica tu atención a un solo proyecto a la vez, especialmente si estás trabajando en una tarea intensa o de alta prioridad. Reserva tus habilidades multitarea para tareas que no sean urgentes o exigentes: probablemente no te vendrá mal ordenar tu escritorio mientras hablas por teléfono.
Culpable: el aburrimiento
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Algunas de las tareas que tenemos que hacer cada día son más interesantes que otras. Las aburridas pueden quemar tu capacidad de atención en minutos, haciéndote extremadamente vulnerable a las distracciones. El teléfono, Internet, incluso la perspectiva de limpiar el polvo de tu espacio de trabajo pueden parecer tentadores si estás aburrido.
Arreglo para el aburrimiento
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Haz un trato contigo mismo: Si te mantienes en la tarea durante un determinado periodo de tiempo, te ganas un descanso de 10 minutos. Recompénsate con un café, un bocadillo favorito o un paseo al aire libre. Las tareas aburridas son más fáciles de realizar cuando tienes algo que esperar. Este es también un caso en el que la multitarea puede funcionar bien. Escuchar la radio mientras archivas los recibos podría ayudarte a no moverte del sitio y terminar el trabajo.
Culpable: Pensamientos persistentes
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Es difícil concentrarse en el trabajo que tienes delante si te preocupas por los recados que tienes que hacer o por las tareas domésticas que debes realizar. O tal vez estés obsesionado con una conversación que tuviste ayer y no dejas de repetirla en tu mente. Los pensamientos persistentes de cualquier tipo pueden ser una poderosa distracción.
Arreglo de los pensamientos persistentes
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Una forma de evitar que los pensamientos fastidiosos zumben en tu cerebro es escribirlos. Haz una lista de los recados, las tareas domésticas u otros trabajos que pienses realizar más tarde. Desahoga tus frustraciones por una confrontación desagradable en tu diario. Una vez que estos pensamientos están en el papel, puede ser capaz de dejarlos ir por un tiempo.
Culpable: El estrés
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Cuando sientes que tienes demasiadas cosas en tu plato, puede ser difícil concentrarse en las tareas individuales. Para empeorar las cosas, el estrés tiene un efecto notable en el cuerpo. Es posible que desarrolle hombros tensos, dolores de cabeza o un corazón acelerado, todo lo cual puede mermar su capacidad de concentración.
Solución al estrés
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Aprende técnicas de reducción del estrés, como la meditación. Esto puede ayudarte a frenar los pensamientos estresantes, para que no demanden tanta atención. En un estudio, los investigadores descubrieron que las personas que siguieron un curso de meditación de ocho semanas mejoraron su capacidad de concentración. Si no puedes encontrar una clase de meditación en tu localidad, busca una en Internet.
Culpable: La fatiga
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La fatiga puede dificultar la concentración, incluso cuando tienes pocas distracciones. Los estudios sugieren que dormir poco puede mermar tu capacidad de atención y tu memoria a corto plazo.
Solución a la fatiga
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La mayoría de los adultos necesitan entre 7 y 9 horas de sueño por noche. En lugar de quemar el aceite de medianoche, haz del sueño una prioridad. Esto te ayudará a hacer más cosas durante tus horas de vigilia. Además, presta atención a los momentos del día en los que te sientes más alerta. Así sabrás cuándo programar tus tareas más intensas.
Culpable: El hambre
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El cerebro no puede concentrarse sin combustible, por lo que saltarse las comidas -especialmente el desayuno-... es uno de los principales asesinos de la concentración. Las investigaciones indican que la memoria y la atención a corto plazo se resienten cuando uno se levanta y brilla pero no cena.
Arreglo del hambre
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Mantén el hambre a raya y dale a tu cerebro una fuente constante de combustible con estos hábitos:
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Desayuna siempre.
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Coma bocadillos ricos en proteínas (queso, frutos secos).
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Prescindir de los carbohidratos simples (dulces, pasta blanca)
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Elige carbohidratos complejos (cereales integrales).
Culpable: Depresión
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La mayoría de la gente tiende a pensar que la tristeza es el distintivo de la depresión. Pero el Instituto Nacional de Salud Mental afirma que la dificultad para concentrarse es uno de los síntomas más comunes. Si te cuesta concentrarte y además te sientes vacío, desesperanzado o indiferente, puedes estar sufriendo una depresión.
Arreglo de la depresión
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Si crees que puedes estar deprimido, el primer paso es hablar con un médico o consejero. La depresión es muy tratable. Muchos estudios han demostrado la eficacia de los medicamentos antidepresivos y de ciertos tipos de terapia conversacional...
Culpable: la medicación
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Por desgracia, algunos de los medicamentos utilizados para tratar la depresión pueden interferir en la concentración. Lo mismo ocurre con muchos otros fármacos. Hable con su médico o farmacéutico para comprobar si un medicamento o suplemento que esté tomando puede estar afectando a su concentración.
Fijación de la medicación
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Si sospechas que tus medicamentos están nublando tu concentración, no asumas que no hay otras opciones. Habla con tu médico para que te ajuste la dosis o te cambie a otra clase de medicamento. No deje de tomar su medicamento a menos que su médico se lo indique.
Culpable: TDAH
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El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) no es sólo un problema de los niños. Más de la mitad de los niños con TDAH siguen presentando síntomas en la edad adulta. Los signos clásicos son la escasa capacidad de atención y la dificultad para concentrarse en las tareas.
Solución para el TDAH
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Si tienes problemas constantes para concentrarte y has tenido problemas de atención de niño, pregunta a un médico o consejero sobre el TDAH. Hay formas de manejar la condición, incluyendo terapia conductual y medicamentos.