La doctora habla de los sentimientos normales de agobio cuando se cuida a un niño pequeño. Aprenda a sacar tiempo para sí mismo y a cuidar de las enfermedades leves en casa.
característica
La paternidad es la mayor alegría que vas a experimentar. También puede ser uno de los momentos más agotadores y desafiantes de tu vida.
Al final de cada cansado día, puedes preguntarte: "¿Qué me ha pasado?".
Tener un bebé puede afectar a toda tu vida: desde tu familia y amigos hasta el trabajo, pasando por cómo pasas tu (increíblemente escaso) "tiempo libre."
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No te sientas culpable si lamentas la pérdida del antiguo y despreocupado tú. Es totalmente normal sentirse así.
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Toma la vida un día a la vez en este momento. Intenta no preocuparte por el futuro ni sudar por las cosas pequeñas.
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Mientras cuidas de tu hijo, cuida también de ti y de tus relaciones.
Y no olvides apreciar todas las formas positivas en que tu vida ha cambiado desde que tienes un hijo. Ser padre te hace reír, amar y aprender como ninguna otra experiencia.
El desarrollo de tu hijo pequeño este mes
Los niños cogen todo tipo de mocos, toses y bichos del estómago, sobre todo si han empezado a ir a la escuela infantil o a la guardería. Las dolencias leves suelen desaparecer por sí solas en pocos días. Pero cuando tu hijo se siente realmente mal, es posible que tengas que pedir ayuda médica.
Puedes tratar a tu hijo en casa si:
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Vomita una o dos veces durante una enfermedad
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Tiene unas pocas deposiciones sueltas (diarrea) sin sangre ni mucosidad
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Tiene un resfriado
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Tiene un pequeño corte o una hemorragia nasal
Es el momento de llamar al médico si su hijo:
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Vomita varias veces
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Tiene más de seis a ocho deposiciones sueltas en un día
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Tiene sangre en el vómito o en las heces
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Tiene una temperatura de 103 grados F o superior o está aletargado
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Parece estar deshidratado (boca seca, sin lágrimas, no orina)
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Tiene síntomas que no mejoran después de 48 horas o que empeoran
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Tiene un corte grave o una hemorragia que no se detiene
Consejos del mes 18
consejos
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Saca un poco de tiempo "para mí" cada día para leer un libro, tomar una taza de té o salir en una "cita" con tu pareja.
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No sientas que tienes que aceptar consejos no solicitados sobre la crianza de los hijos. Confía siempre en tu instinto y haz lo que creas que es mejor para tu hijo.
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Trate un bicho de la barriga -vómitos o diarrea- dándole a su hijo muchos líquidos claros poco a poco. Considera añadir un probiótico a su dieta.
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Chupar una taza de leche en la cuna puede tranquilizar a tu hijo para que se duerma, pero también podría pudrir sus... dientes. Los azúcares de la leche y el zumo recubren los dientes y provocan caries.
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Es demasiado pronto para que tu hijo se alimente de hierro, pero debería comerlo todos los días. Algunas buenas fuentes son los cereales fortificados con hierro, la carne de vacuno y el pollo.
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Fomenta el lenguaje creciente de tu bebé describiendo la rutina diaria, entablando conversaciones interactivas y obteniendo su ayuda en las tareas.
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Utilice el refuerzo positivo para moldear los buenos comportamientos. Cuando su hijo haga algo bien, elógielo con un "Gracias" o "¡Buen trabajo!".
Los niños necesitan una vacuna contra la gripe para protegerse de la enfermedad antes de cada temporada de gripe, que puede ir desde octubre hasta mayo.