Megaesófago en perros: síntomas y tratamientos

Aprenda qué es el megaesófago en perros y cómo se trata. Descubra más sobre las causas y los síntomas del megaesófago en perros.

Cuando su perro cena, la presencia de alimentos envía señales al centro de deglución del cerebro. El centro de deglución envía entonces una señal al reflejo de deglución. Hay muchos momentos durante este proceso en los que puede producirse un mal funcionamiento que puede causar el megaesófago.?

En comparación con los gatos, el megaesófago es más común en los perros. Se trata de un trastorno hereditario que padecen a menudo los Schnauzer miniatura y los Wire Fox Terrier. La condición también puede afectar a algunas otras razas, incluyendo:?

  • Setters irlandeses

  • Gran Danés

  • Galgos

  • Labradores

  • Pastores alemanes

  • Terranova

Tipos de megaesófago en los perros

Hay dos tipos de megaesófago que pueden afectar a su mascota. El primer tipo es el megaesófago congénito. Los perros con este tipo de megaesófago nacen con la condición.?

El segundo tipo es el megaesófago adquirido. Los perros que padecen este tipo de trastorno lo experimentan más tarde en la vida, durante la edad adulta o media...

¿Qué causa el megaesófago en los perros?

En los casos de megaesófago adquirido, se desconoce la causa exacta del trastorno. El megaesófago adquirido puede ser a menudo el resultado o el síntoma de otra condición completamente, como:?

  • Obstrucción en el esófago por tejido cicatricial, tumor o cualquier otro cuerpo extraño?

  • Traumatismo de la médula espinal... o del cerebro?

  • Daño en los músculos y nervios del esófago?

  • Inflamación en el esófago?

  • Exposición a las toxinas?

  • Enfermedades hormonales?

Cuáles son los síntomas del megaesófago en los perros?

La señal más destacada de que su perro puede estar sufriendo de megaesófago es la regurgitación (un proceso pasivo en el que la comida y el líquido simplemente salen rodando) y los vómitos. Los cachorros, los perros pequeños y los perros adultos con esta enfermedad regurgitan cuando comen alimentos sólidos. Empezarán a perder peso.

Otro signo común de este trastorno es la neumonía por aspiración. Los síntomas de la neumonía por aspiración incluyen secreción nasal, fiebre y tos.

Cómo se diagnostica el megaesófago en los perros?

Cuando se sufre de megaesófago, la comida se atasca en el esófago del perro en lugar de viajar al estómago. A veces, se puede ver el esófago abultado en la base del cuello del animal. Es posible que su mascota se aleje al tocarla, ya que la zona puede estar sensible o doler. Aunque tenga hambre, su mascota puede picar la comida, ya que empieza a asociar las arcadas y la tos con la alimentación.

Una prueba diagnóstica habitual para esta enfermedad es el estudio videofluoroscópico de la deglución (VFSS). Es similar a una radiografía, con la diferencia de que el veterinario puede ver imágenes de vídeo de la comida moviéndose a través del esófago en lugar de sólo una imagen fija. Los veterinarios examinan el paso de la comida y el líquido desde el esófago hasta el estómago para ver por qué tu perro tiene problemas para tragar...

Cómo se trata el megaesófago en los perros?

Tratamientos con medicamentos o bótox. El veterinario puede recetar dosis de sildenafilo durante una duración determinada. También es posible que su perro tenga que someterse a un procedimiento en el que se inyecta Botox en la parte inferior del esófago. Este tratamiento se realiza bajo anestesia general.

Sonda de alimentación: su perro puede necesitar una sonda de alimentación gástrica. Esta sonda permite que la comida llegue directamente al estómago. La comida no tiene que pasar por el esófago. Aunque no pone fin a la regurgitación, ya que su perro seguirá tragando saliva a través del esófago, ayuda a controlar la regurgitación de la comida.

Otra forma de reducir la regurgitación es determinar si su mascota se comporta mejor con una dieta sólida o líquida. Experimente con varias consistencias de alimentos y elimine los que le causan regurgitación.

Cirugía: tendrá que volver a llevar a su perro para que le hagan un estudio videofluoroscópico de seguimiento después de que el veterinario le haya recomendado un método de tratamiento. El veterinario utilizará estos resultados para determinar si el tratamiento ha tenido éxito. Dependiendo de los resultados de la prueba, el veterinario puede recomendar un procedimiento quirúrgico, que es una solución más permanente que los medicamentos.

La cirugía puede mejorar la calidad de vida de su mascota y reducir los casos de megaesófago. También puede reducir el riesgo de que su perro sufra una neumonía por aspiración, que puede ser muy peligrosa. Aunque los investigadores han observado una mejora espectacular en las condiciones de muchos perros, la cirugía no se considera una cura completa.

Remedio casero. Si no quieres seguir adelante con la medicación o la cirugía, puedes ver si la alimentación elevada ayuda a prevenir la regurgitación. Para ello, tienes que alimentar a tu perro desde una posición elevada o mantenerlo en una postura de pie después de haberle dado de comer para asegurar el movimiento de la comida hacia el estómago. Sin embargo, este tratamiento puede resultar complicado en el caso de las razas grandes.

Hable con un veterinario sobre el estado de su perro, y él le recomendará el mejor tratamiento, en función del tamaño, la edad y otras condiciones de su mascota...

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