Esguinces y torceduras en perros: qué aspecto tienen y cómo tratarlos.

El médico explica los esguinces, las distensiones y las lesiones de los ligamentos de los perros, y qué tratamientos pueden ser eficaces.

De vez en cuando, los perros se exceden y exigen demasiado a sus patas delanteras (hombros, codos, muñecas y dedos de los pies) o a las traseras (caderas, rodillas, tobillos y dedos de los pies). Los esguinces y las distensiones son lesiones comunes. Si oyes a tu perro chillar, es posible que necesite tu ayuda.

Esguinces y torceduras

Las palabras suenan igual, pero significan cosas diferentes.

Las distensiones lesionan los tendones que unen los músculos y los huesos. Esto puede ocurrir si su perro se estira demasiado, demasiado o demasiado a menudo. Los perros deportistas sufren distensiones, pero esta lesión también puede producirse cuando un perro resbala, se cae o salta durante el juego normal. En los perros, los esguinces son comunes en las caderas y los muslos.

Los esguinces dañan los ligamentos que conectan los huesos, lo que provoca daños en las articulaciones. Los esguinces pueden producirse en perros de caza que saltan vallas, así como en un perro normal que puede hacerse daño al caer con fuerza del sofá, o incluso por algo tan simple como pisar un agujero. La muñeca y la rodilla son articulaciones habituales en los perros que sufren esguinces. Una de las lesiones más graves es la rotura del ligamento cruzado craneal (LCC), que une los huesos de la rodilla.

¿Dónde duele?

El primer síntoma de distensión o esguince puede ser que tu perro empiece a cojear o que se quede cojo de repente, es decir, que no pueda usar la pata. Si esto dura más de un día o si se repite una y otra vez, es hora de visitar al veterinario.

Tanto las distensiones como los esguinces pueden ser crónicos (continuos) o agudos (repentinos), y pueden ir de leves a graves. El veterinario averiguará qué tipo de lesión tiene tu perro en función de lo que le digas y de los resultados de la exploración física y las pruebas. Querrán saber cuándo fue la primera vez que notaste un cambio. Deberás explicarle:

  • La forma en que su perro está actuando de manera diferente

  • Qué estaban haciendo cuando viste que se produjo la lesión

  • Qué hacen o no hacen desde la lesión. ¿Duermen más? ¿Cojean? Se sientan con la pierna extendida? No le entusiasma salir a pasear? ¿Está rígido? ¿No come? Estos son signos de que no se sienten bien.

El veterinario revisará los músculos y las articulaciones de tu perro. Primero examinará al perro y luego tocará y presionará ciertos puntos para ver si están doloridos, calientes, hinchados o fuera de lugar. Querrán verle caminar, sentarse y tumbarse. Es posible que le tomen radiografías o le hagan una resonancia magnética o una ecografía para ver los daños que no se pueden ver desde fuera. Las radiografías muestran los problemas de los huesos. Los otros tipos de imágenes son mejores para ver los daños en los tejidos.

El camino de la recuperación

Se necesita el mismo tipo de cosas para que tu perro vuelva a estar en cuatro patas que para que tú vuelvas a estar en dos.

El veterinario decidirá cómo tratar a su perro en función de si se trata de una distensión o de un esguince, y de la gravedad del mismo. Lo más probable es que intente evitar la cirugía como primera línea de tratamiento, a menos que se rompa un tendón o un ligamento.

En un plan típico para tratar las distensiones y los esguinces, su veterinario puede decirle que:

  • Dar a tu perro antiinflamatorios no esteroideos (AINE) para aliviar la inflamación. Asegúrese de preguntar qué es seguro darles. Algunos AINE de venta libre para las personas pueden causar enfermedades graves e incluso la muerte de un perro.

  • Aplique una bolsa de hielo o una almohadilla térmica.

  • Asegúrate de que tu perro descansa. No dejes que salten o corran. A veces puede ser necesario encerrarlos en una jaula.

  • Pasea a tu perro con correa, llevándolo despacio al principio.

  • Utiliza una férula o soporte para mantener el músculo o la articulación de tu perro en su sitio.

  • Pruebe la fisioterapia, como caminar en una cinta de correr bajo el agua o en tierra, hacer equilibrio sobre una pelota o una tabla.

  • Masajea la zona.

  • Pon a tu perro a dieta.

La cirugía es necesaria para los perros sanos que no mejoran, que siguen lesionándose o que tienen un tendón o ligamento roto. Si tu veterinario no hizo una resonancia magnética o una ecografía la primera vez, es posible que quiera ver estas imágenes antes de operar.

Dependiendo del tipo de cirugía, tendrá que mantener a su perro tranquilo y limitar su actividad durante una semana o más. El veterinario puede utilizar un vendaje o una férula para sujetar la articulación. Si su perro se mueve demasiado o demasiado pronto después de la operación, podría volver a lesionarse. La fisioterapia puede ayudarles a volver a ser activos a un ritmo adecuado.

Tanto si su perro se ha lesionado antes como si sólo quiere evitar que sufra una distensión o un esguince, asegúrese de que mantiene un peso saludable y hace ejercicio con regularidad. La obesidad y la inactividad hacen que estas lesiones sean más probables.

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