Los gases pueden ser incómodos y embarazosos, pero la doctora te muestra cómo un cambio en la dieta y otros factores pueden ayudarte a aplacarlos.
Todos, lo admitamos o no, tenemos una historia sobre la que se nos escapó: Quizá estabas en una primera cita y comiste algo que no te sentó bien. O estabas en un cine tranquilo, o pensabas que estabas solo, pero resultó que no lo estabas. ¿Avergonzante? Sí. Pero anímate: Los gases -pedos, eructos, lo que sea que salga y como sea que lo llames- nos pasan a todos.
De hecho, la mayoría de las personas tienen gases entre 13 y 21 veces al día. Es normal.
Pero si no puedes controlarlos, es vergonzoso. Y lo que es peor, puede empezar a afectar a tu vida.
Los gases y la hinchazón pueden hacer que te duela el cuerpo. También pueden dificultar que te sientas a gusto, lo que puede suponer un duro golpe para la vida cotidiana. Cuando sales con tus amigos, estás en el trabajo o compartes un momento íntimo, nada mata un buen momento como la preocupación por si se te escapará uno por accidente. Entre el dolor físico y la ansiedad en la mente, tener un exceso de gases puede ser un lastre.
Pero hay buenas noticias: El exceso de gases es bastante raro. Incluso si crees que tienes un caso grave, lo más probable es que estés dentro del rango normal.
Controla tus desencadenantes
Pero, ¿y si no lo haces? Qué puedes hacer? Para empezar, lleva un registro de lo que comes y de cómo te hace sentir. Algunos alimentos son naturalmente gaseosos (hola, frijoles, fruta mágica). Pero ¿sabías que la mayoría de los carbohidratos provocan gases? Evita la col, el brócoli, la coliflor, las cebollas, las peras, las manzanas, la mayoría de los productos lácteos y todo lo que contenga jarabe de maíz de alta fructosa.
Sin embargo, lo más importante es que cada persona es diferente. Así que mientras tu hermano puede vivir a base de yogur y coles y no tener problemas, esos mismos alimentos pueden hacer que tú corras a refugiarte.
Por eso puede ser útil llevar un diario de alimentos. Lleva un pequeño cuaderno o utiliza la aplicación de notas de tu smartphone. Hazlo lo más fácil posible para ti. En poco tiempo, empezarás a ver patrones. Una vez que conozcas los factores desencadenantes, podrás evitarlos. Puede que sea tan fácil como eso.
Aquí tienes otras cosas que puedes hacer para tener tus gases bajo control:
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Escupe el chicle.
Masticar mucho hace que tragues mucho aire. Lo que provoca gases. Deja de hacerlo.
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Disminuye la velocidad de la marcha.
O lo que sea que estés comiendo. Mastica más despacio y tragarás menos aire.
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Deja de lado las burbujas.
Las bebidas gaseosas (refrescos, champán, incluso agua mineral) se bombean con gas. Eso es lo que hace que burbujeen. Elige en su lugar bebidas sin gas.
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Aléjate de los zumos de frutas.
El zumo de manzana y el de pera producen muchos gases.
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Que te lo pongan bien.
Si llevas dentadura postiza, asegúrate de que te quede bien ajustada. Las dentaduras postizas sueltas pueden arrastrar aire adicional al tracto digestivo.
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Dejar de fumar.
Ya sabes que fumar es malo para ti de todos modos. Pero, ¿y si además te hace tener gases? Deja de hacerlo, ya.
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Opta por menos grasa.
La grasa por sí sola no provoca gases. Pero los alimentos con mucha grasa a veces provocan hinchazón.
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Toma una pastilla.
De su farmacia local. Las pastillas o gotas de venta libre pueden ayudar a tu cuerpo a digerir los alimentos que desencadenan los gases (como Beano y Lactaid) o simplemente aliviar los gases y la hinchazón (como GasX).
¿Qué pasa si
has hecho todas estas cosas y los gases siguen estorbando?
Si su interrupción de la calidad de vida, su una buena idea para ver a su médico, dice Wayne Fleischman, MD, que se especializa en gastroenterología y hepatología en Harbor-UCLA Medical Center en Los Ángeles. Dice que el dolor abdominal y la hinchazón ocasionales son muy comunes. Pero otros síntomas, como la pérdida de peso, la anemia y el cansancio, podrían apuntar a un problema que necesita atención.
Fleischman dice que muchos problemas digestivos diferentes suelen tener los mismos síntomas. Por eso es importante que le digas a tu médico si los gases se interponen en tu vida. Puede realizar pruebas para averiguar la causa exacta de tus problemas y encontrar el tratamiento que te alivie.