¿No puedes ir? No está solo. Más de 42 millones de estadounidenses defecan menos de tres veces a la semana.
A veces, un trastorno médico como el síndrome del intestino irritable puede causar estreñimiento. Estos problemas suelen requerir atención y tratamiento por parte del médico. Pero para muchas personas, el problema será a corto plazo y fácil de solucionar. Para saber qué es lo que te tiene parado, hazte estas preguntas:
¿Ha llegado el momento de tomar fibra? Para mover el intestino con regularidad se necesita fibra, mucha fibra. Estamos hablando de entre 3 y 5 tazas de fruta y verdura al día. No te pases con la carne y los productos lácteos, y toma muchos productos. Asegúrate de añadirlo a tu dieta de forma gradual. Evita las comidas rápidas y preparadas. Pueden ser rápidos y fáciles, pero casi siempre son bajos en fibra.
¿Cómo son mis niveles de líquidos? Para mover los desechos a través de los intestinos, tienes que beber. Si no bebes suficiente agua, puedes tener problemas de retención.
¿Soy activo? Es tan sencillo como esto: Mover el cuerpo ayuda a mover los intestinos, por lo que pasar demasiado tiempo sentado puede provocar problemas en el trono.
¿Son los suplementos el problema? Los suplementos de hierro o calcio pueden provocar estreñimiento en algunas personas. Es más probable con los suplementos de carbonato de calcio que con los de citrato de calcio. Si tomas suplementos de calcio o de hierro, procura comer suficiente fibra, beber mucha agua y mantenerte activo. Si esto no le ayuda, hable con su médico sobre otras opciones para ponerse en marcha o si puede obtener estos nutrientes a través de su dieta.
¿Estoy estresado? Cuando los sistemas de respuesta al estrés del cerebro se activan, se producen cambios en el cuerpo. El sistema digestivo es especialmente sensible al estrés, y el estreñimiento puede ser una respuesta.
Ya sea por negocios o por placer, los viajes son estresantes. Cuando se alteran las rutinas habituales, especialmente los patrones de alimentación, las cacas también pueden salirse de lo previsto.
¿Ignoro las ganas? Tal vez esté demasiado ocupado para detenerse cada vez que su cuerpo le indique que es hora de hacer caca. Tal vez no te guste ir a los baños públicos, o a cualquier otro baño excepto el tuyo propio. Este es el problema de ignorar las ganas: Tarde o temprano, puedes dejar de sentir las señales.
¿Influye el embarazo? En general, las mujeres se estreñen con más frecuencia que los hombres. Esto es especialmente cierto durante el embarazo, cuando los cambios hormonales pueden alterar el sistema digestivo. Si a esto le añadimos la presión que ejerce el crecimiento del bebé sobre las tuberías, no es de extrañar que tengas problemas para ir al baño. Los problemas para hacer caca también son comunes después del parto.
¿Y mi edad? Las probabilidades de tener problemas para defecar aumentan con la edad, así que procura hacer más ejercicio, beber más agua y comer más fibra.
¿Son mis medicamentos parte del problema? Los analgésicos, los suplementos de hierro, algunos antidepresivos y los diuréticos son algunos de los medicamentos más comunes que pueden tener este efecto. También están en la lista los medicamentos para la diabetes y la enfermedad de Parkinson, además de algunos tratamientos para la presión arterial. Los medicamentos de venta libre, como los antiácidos, también pueden detener las cosas.
¿Podría ser un problema más grave? Es raro, pero posible. Hable con su médico. Si has descartado otras causas, es posible que quiera explorarlas:
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Problemas con los músculos que aprietan el colon.
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Enfermedades hormonales como la diabetes o una glándula tiroidea hiper o hipoactiva.
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Enfermedades que afectan a los nervios que rodean el colon o el recto, como la esclerosis múltiple, la enfermedad de Parkinsons, los accidentes cerebrovasculares y las lesiones de la médula espinal.
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Problemas de colon. Los tumores y otras cosas que bloquean el colon o el recto pueden impedir que las cacas salgan del cuerpo.