Formas de comer más sano, así como de controlar el tamaño de las porciones.
Porciones de tamaño familiar
Tiene su familia hábitos alimentarios saludables?
Por Kathleen M. Zelman, MPH, RD, LD Del médico Archivos
Tengo un nuevo giro en el conocido adagio de "eres lo que comes": eres lo que te sirven. Y hoy en día, eso sería "supersized".
En febrero, el Journal of the American Dietetic Association informó de que las porciones típicas del mercado superan hasta cinco veces las recomendaciones federales. Pero antes de culpar a la industria de la restauración, eche un vistazo a lo que se sirve en casa. El Journal of the American Medical Association informó a principios de este año que el tamaño de las porciones de todas las categorías de alimentos aumentó tanto en los restaurantes como en casa.
No es de extrañar que más de uno de cada 10 niños estadounidenses de entre 6 y 11 años tenga sobrepeso. Y esos kilos de más se traducen en diabetes de tipo 2, enfermedades cardíacas, hipertensión arterial, depresión y toda una serie de otras enfermedades crónicas que han afectado principalmente a los adultos. "Las complicaciones de la obesidad infantil son los factores de riesgo que en realidad se convierten en las enfermedades de la edad adulta", dice a la doctora William H. Dietz, directora de la división de nutrición y actividad física del Centro Nacional de Prevención de Enfermedades Crónicas y Promoción de la Salud de los CDC en Atlanta.
Padres y cuidadores, podemos frenar la marea de esta creciente epidemia de obesidad creando hábitos alimentarios saludables en casa.
Sírvete a ti mismo
Según un informe publicado en el número de mayo de la revista American Journal of Clinical Nutrition, los niños en edad preescolar a los que se les permitió servirse su propia comida comieron mucho menos que cuando se les sirvió en porciones. Los niños comieron un 25% más cuando se les sirvieron porciones más grandes y no comieron menos de otros alimentos en la misma comida. Los investigadores sostienen que la cantidad de comida en el plato da a los niños una señal visual de cuánto se espera que coman. ¿Por qué no dejar que tus hijos se sirvan ellos mismos a la hora de cenar? Eso sí, vigila a los más pequeños a la hora de repartir los dulces.
Cena en familia
Comer más en casa es otra forma de proteger la cintura de tus hijos. Las familias que comen juntas con regularidad tienen dietas más saludables que las que no se sientan juntas con tanta frecuencia, según un informe publicado en el número de marzo de 2000 de Archives of Family Medicine.
El estudio demostró que las familias que cenan juntas con frecuencia consumen más frutas y verduras y menos alimentos fritos, grasas saturadas y refrescos. Estas familias también tienen un mayor consumo de calcio, hierro y vitaminas, todos ellos nutrientes fundamentales para los niños en crecimiento.
Otros informes confirman que las cenas familiares fomentan la comunicación positiva, los buenos modales y los niños más equilibrados. Aunque es fácil ir en coche y recoger la comida de camino a la siguiente actividad, siempre que sea posible, haga una cita para comer juntos.
La hora de la comida es una gran oportunidad para que los padres sirvan de modelo a los niños y para que todos disfruten de la compañía de los demás mientras disfrutan de comidas saludables.
¡No te olvides de la hora de la merienda!
Los niños necesitan muchos nutrientes y calorías para crecer y desarrollarse, así que asegúrate de que su dieta contenga muchas vitaminas y minerales junto con cantidades adecuadas de carbohidratos, proteínas y grasas. Los tentempiés son una forma excelente de asegurarse de que tus hijos reciben lo que necesitan y deben considerarse como mini-comidas. Pero no dejes que piquen demasiado, o no tendrán hambre para la cena. Los alimentos predosificados, como el yogur y los pasteles de arroz, son ideas perfectas para la merienda.
Las frutas y las verduras son otra gran idea para la merienda. Al fin y al cabo, es difícil imaginar que nuestros hijos aumenten de peso por comer demasiado brócoli. Tus hijos comerán más frutas y verduras si las cortas en trozos y las dejas en la encimera para que sean accesibles y fáciles de picar. No te olvides de incluirlas en las comidas. Consulta a Elaine Magee, nuestra Doctora en Recetas, para obtener ideas sobre cómo incorporar frutas y verduras a tus comidas.
Apaga el tubo y muévete
La comida no es la única culpable de la actual epidemia de obesidad. Se trata más bien de una combinación de demasiada comida, sobre todo de tipo basura, y muy poca actividad física. En los años 60, veíamos una o dos horas de televisión al día. Hoy en día, esa cifra oscila entre las 5 y las 6 horas y contribuye de forma significativa al estilo de vida en el sofá de nuestra nación. Tenemos que sacar a los niños del sofá, controlar su tiempo en el ordenador y ayudarles a encontrar actividades físicas que les diviertan. ¿Buscas actividades físicas divertidas para toda la familia? Consulta a nuestro gurú del fitness, Rich Weil.
Más consejos para ayudar a Johnny a comer mejor
Estos sencillos pasos también le ayudarán a desarrollar conductas alimentarias saludables y a proteger a su hijo de la batalla del bulto:
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Utiliza platos más pequeños al servir la comida.
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Sirva porciones más pequeñas para usted y su hijo.
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Abastezca la despensa y el frigorífico con muchos tentempiés nutritivos, como productos lácteos ligeros, frutas, verduras, batidos y galletas bajas en grasa.
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Coman juntos en familia tan a menudo como sea posible, sin distracciones como la televisión.
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Haz que tus hijos se involucren en la cocina. Enséñales a cocinar.
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Llévales a la tienda de comestibles y enséñales a leer las etiquetas de los alimentos.
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Si te sirven una ración superdimensionada cuando comes fuera, llévate la mitad a casa.
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Limite el tiempo de pantalla a unas pocas horas al día.
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Busque actividades físicas para hacer en familia.
El gusto por comer bien es una recompensa en sí misma, y cuando los kilos empiecen a desaparecer, tanto tú como tu hijo estaréis contentos con los resultados.