Ayude a sus hijos a crecer sanos

No importa a qué lugar de nuestro país vaya, basta con mirar a su alrededor para ver que la epidemia de obesidad es una realidad para los estadounidenses de todas las edades, incluso para nuestros niños. Según los CDC, 8 millones de niños en Estados Unidos tienen sobrepeso u obesidad, una cifra que se ha duplicado desde 1970.

No importa a qué lugar de nuestro país vayas, sólo tienes que mirar a tu alrededor para ver que la epidemia de obesidad es una realidad para los estadounidenses de todas las edades - incluso para nuestros niños. Según los CDC, 8 millones de niños en Estados Unidos tienen sobrepeso u obesidad, una cifra que se ha duplicado desde 1970.

No hay una sola razón para la explosión de la obesidad infantil. Pero está claro que un mayor tiempo frente a la pantalla (tanto frente al televisor como al ordenador); la falta de actividad física en casa y en la escuela; y una dieta con demasiadas calorías (y del tipo equivocado) han contribuido al problema.

Consecuencias de la obesidad

Las probabilidades de que un niño con sobrepeso se convierta en un adulto con sobrepeso son del 70%. No sólo es probable que estos niños sigan ganando peso, sino que hay muchas posibilidades de que su peso afecte gravemente a su salud física y emocional.

Las consecuencias psicológicas suelen ser tan importantes como los problemas de salud física. Los niños con sobrepeso tienden a tener una baja autoestima y se ven a sí mismos como menos valiosos que sus compañeros de peso normal.

La probabilidad de que un niño tenga sobrepeso puede estar determinada incluso antes de que nazca. Según un estudio reciente, si una madre es obesa durante el primer trimestre del embarazo, su hijo tiene muchas más probabilidades de ser obeso a los 4 años.

Los niños con sobrepeso y obesidad corren un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud en la edad adulta, como la diabetes de tipo 2, la apnea del sueño, la depresión, las enfermedades cardíacas y el colesterol alto. Y a medida que los niños aumentan de peso, sus problemas de salud empeoran.

Un estudio tras otro confirma lo evidente: que el sobrepeso puede perjudicar algo más que el aspecto físico. Sólo en el último mes, varios estudios han investigado los peligros de la obesidad y el sobrepeso en los niños. Entre las conclusiones:

  • Los estudiantes de secundaria que aumentan su actividad física tienen menos síntomas de depresión.

  • Hay una fuerte relación entre la obesidad y el tiempo que los niños en edad escolar pasan frente a la televisión y las pantallas de ordenador.

  • El corazón de los niños extremadamente obesos sufre un cambio estructural que les hace correr un mayor riesgo de sufrir infartos.

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Qué debe hacer un padre?

Si usted es una mujer con sobrepeso que está intentando quedarse embarazada, la Clínica de Pérdida de Peso está justo donde necesita estar. Controlar su propio peso y aprender sobre los cambios en el estilo de vida permite a los padres fomentar comportamientos saludables.

De hecho, lo más importante que pueden hacer los padres para asegurarse de que sus hijos eviten la obesidad es ser modelos de comportamientos saludables, lo que significa practicar lo que predican.

Aquí tienes algunas tácticas para ayudar a tus hijos a comer de forma saludable:

  • Abastece la nevera y la despensa con opciones saludables: fruta fresca, verduras, productos lácteos bajos en grasa, galletas sencillas, golosinas congeladas ligeras y cereales integrales.

  • Haz que tus hijos participen en la preparación de la comida. Puede ser tan sencillo como hacer sus propias paletas de fruta fresca o licuar batidos.

  • Olvídate de instarles a unirse al "club del plato limpio". En su lugar, intenta enseñarles a comer de forma consciente, reconociendo el hambre y la saciedad.

  • Los niños suelen comer y/o beber porque están aburridos. Planifica tentempiés saludables y dales agua entre medias si tienen sed. Las calorías líquidas realmente se acumulan, ya sean de zumos de frutas o de refrescos. Aunque satisfacen la sed, apenas afectan al hambre o a la saciedad.

  • Los padres deben establecer pautas sobre el tiempo que pasan frente a la pantalla para que los niños no se queden sentados sin hacer nada o se dediquen a la "amnesia alimentaria" durante horas.

  • Haz que la hora de la comida tenga sentido. Disfrutad de la compañía de los demás mientras os sentáis todos a la mesa, sin distracciones de teléfonos o televisores.

  • Intenta no utilizar la comida como premio o castigo. Establece un patrón de alimentación restrictiva y relaciones poco saludables con la comida.

  • Limitar el exceso de calorías de los alimentos muy procesados y con alto contenido en grasas.

Échalos del sofá

Haz que tus hijos salgan a jugar, a montar en bicicleta, a nadar o simplemente a correr con sus amigos en el barrio. Anímelos a buscar actividades que sean divertidas.

Planifique actividades familiares y vacaciones que incluyan actividades físicas que todos puedan disfrutar juntos. E invierta en juegos y equipos que fomenten la actividad física, como:

  • Twister

  • Hula hoop

  • Saltar la cuerda

  • Bicicleta

  • Frisbee, béisbol, fútbol, fútbol americano

  • Trampolín

Si sus hijos necesitan perder peso, apóyelos y reconozca que los niños en crecimiento no deben hacer dieta. Por el contrario, deben aumentar su actividad a la vez que ingieren suficientes nutrientes y calorías para su crecimiento y desarrollo.

Ayude a sus hijos a realizar cambios pequeños y graduales que puedan convertirse en permanentes. Reducir la ingesta de calorías en 60-100 calorías al día puede suponer resultados sustanciales.

Tú puedes marcar la diferencia. Desde los alimentos que sirves hasta tus patrones de ejercicio, puedes influir en los hábitos de tus hijos durante toda su vida. Y una onza de prevención vale más que una libra de cura.

No nos hemos convertido en una nación con sobrepeso de la noche a la mañana, y no hay una solución rápida. Empiece a hacer esos pequeños cambios que marcarán una gran diferencia. Haz tu parte para ayudar a tus hijos a convertirse en adultos sanos.

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