Se necesita un equipo para atender a un niño con pubertad precoz central. Estos son algunos de los miembros clave que deben formar parte del equipo de atención de la PPC de su hijo.
La PPC se produce cuando la pubertad comienza muy pronto. Puede provocar problemas físicos y emocionales a su hijo. El equipo que le atiende averiguará cómo ralentizar o detener el proceso para que su hijo pueda tener un crecimiento físico, social y psicológico normal.
Su pediatra
No siempre se conoce la causa exacta de la pubertad precoz. Normalmente comienza cuando el cerebro produce una hormona conocida como GnRH (hormona liberadora de gonadotropina). Esta hormona indica a la hipófisis que produzca las hormonas sexuales asociadas a la pubertad. En algunos casos, otra afección, como un tumor, una infección o un traumatismo, provoca la PPC.
El pediatra puede ayudar a determinar las posibilidades. Suele empezar con un examen físico para averiguar si hay signos de pubertad precoz. También examinará a fondo el historial médico de tu hijo y los antecedentes familiares.
Esto puede llevar a la realización de otras pruebas, que pueden incluir análisis de sangre, radiografías y tomografías computarizadas. Estas pruebas pueden ayudar a su médico a averiguar si otro problema está causando la PPC de su hijo.
Una vez realizadas las pruebas iniciales, usted y el médico de su hijo pueden hablar sobre quién más debe añadirse al equipo.
La forma en que las hormonas afectan a los niños es el trabajo de un especialista llamado endocrinólogo pediátrico.
El sistema endocrino de tu hijo fabrica y libera hormonas que regulan un montón de cosas, como el desarrollo sexual, la reproducción y el crecimiento. Cuando los huesos crecen demasiado rápido, los niños suelen dejar de crecer antes. Por eso, los niños con PPC pueden acabar siendo más bajos que la media cuando son adultos. Uno de los objetivos de su equipo de atención es conseguir que su estatura adulta se acerque a la esperada.
Un endocrinólogo pediátrico examinará cómo el cuerpo de su hijo produce hormonas y elaborará un plan para detener -y quizás incluso revertir- el crecimiento prematuro que forma parte de la PPC.
La mayoría de los niños pueden ser tratados con medicamentos. El endocrinólogo le ayudará a decidir qué tipo de medicamento debe tomar.
El tratamiento suele consistir en inyecciones periódicas de un medicamento que detiene el crecimiento para que el niño esté más en línea con otros de su misma edad. Si ese es el curso de acción que su equipo de atención elige, cuando otros niños de su edad comiencen a atravesar la pubertad, las inyecciones pueden detenerse. Unos 16 meses más tarde, la pubertad volverá a ponerse en marcha.
Si tienes una niña con PPC, tu equipo también puede incluir un ginecólogo pediátrico.
Los niños con PPC se enfrentan a las presiones que supone tener un aspecto diferente al de sus compañeros. Pueden sentirse acomplejados por los cambios en su cuerpo. Esto puede aumentar las posibilidades de depresión y abuso de sustancias.
Pueden no estar seguros de cómo manejar las expectativas injustas que los demás ponen en ellos simplemente porque parecen mayores o más grandes. Especialmente las chicas pueden tener muchas posibilidades de tener problemas. También pueden padecer ansiedad o trastornos alimentarios.
Añadir un consejero al equipo de atención de la PPC de su hijo puede beneficiar a toda la familia.