Pie de Charcot: Síntomas, causas, tratamiento y complicaciones

Si tiene daños en los nervios debido a la diabetes o a otra enfermedad, conozca los signos del pie de Charcot para poder detectarlo y tratarlo inmediatamente.

¿Qué causa el pie de Charcot?

El pie de Charcot afecta a personas que no pueden sentir nada en los pies y los tobillos debido a daños en los nervios. Se trata de un problema habitual en las personas con diabetes. Pero hay otras cosas que también pueden causar daños en los nervios, como:

  • Abuso de alcohol o drogas

  • Una infección

  • Una enfermedad o lesión de la médula espinal

  • Enfermedad de Parkinson

  • VIH

  • Sífilis

No hay una causa específica para el pie de Charcot. Pero algunas cosas pueden desencadenarlo:

  • Un esguince o un hueso roto que no se trata rápidamente

  • Una llaga en el pie que no se cura

  • Una infección

  • Una cirugía del pie que se cura lentamente

Al comenzar estos problemas, es posible que no sepas que te duele el pie, ya que el daño nervioso te impide sentir el dolor. Por lo tanto, la lesión o la llaga empeora a medida que caminas sobre ella. Entonces los huesos del pie empiezan a perder el calcio que los hace fuertes.

Complicaciones del pie de Charcot

A medida que los huesos se debilitan, pueden romperse y salirse de su sitio. Cuando eso ocurre:

  • Tu pie puede perder su forma. El arco de la parte central del pie puede descender hasta que los huesos queden más bajos que el talón o los dedos. Los médicos a veces llaman a esto fondo de balancín.

  • Los dedos de los pies pueden curvarse.

  • Tu tobillo puede quedar torcido e inestable.

  • Los huesos pueden presionar contra tus zapatos. Esto puede causar llagas abiertas en tu piel que pueden infectarse. La mala circulación de la sangre, que es un efecto secundario común de la diabetes, puede dificultar la curación de las infecciones. Si esto se prolonga demasiado, es posible que haya que extirpar el pie.

Esté atento a las primeras señales

Cuando el pie de Charcot comienza, su pie estará:

  • Rojizo

  • Sensación de calor al tacto

  • Se hincha

Puede ser difícil saber con seguridad que se tiene el pie de Charcot, sobre todo al principio. Las radiografías y las pruebas de laboratorio pueden ser normales. Además, otros problemas del pie pueden tener los mismos síntomas. Si su médico no es especialista en pies (se llaman podólogos) o no trata la diabetes con frecuencia, es posible que no sepa mucho sobre el pie de Charcot. Si tiene problemas en los pies, intente encontrar un médico que pueda darle el diagnóstico correcto.

Tratamiento

El tratamiento del pie de Charcot puede llevar varios meses. La clave es aliviar la tensión en su pie lesionado.

Manténgase alejado del pie. Su médico le pondrá una escayola en el pie. Esto lo protege y evita que se mueva. Durante los próximos 2 ó 3 meses, el médico probablemente cambiará la escayola varias veces a medida que la hinchazón vaya disminuyendo. Utilizarás muletas, una silla de ruedas o un andador de rodilla para desplazarte. (Un andador de rodilla se parece a una minibicicleta con cuatro ruedas. Se dobla la pierna por la rodilla y se coloca la rodilla en el asiento).

Prevenir nuevos problemas. Una vez que el médico le quite la última escayola, deberá llevar un calzado recetado que se adapte a sus pies. Aliviarán los puntos de presión que pueden causar lesiones o llagas. Es posible que también tenga que utilizar un corsé. Y es posible que el médico le diga que cambie algunos de sus hábitos cotidianos para que el pie se desgaste menos.

Reparar los huesos con cirugía. El médico sólo recurrirá a esta opción si las lesiones hacen que el pie sea inestable o si no puedes llevar un calzado especial o una férula. Una lesión grave también puede llevar a la cirugía. Durante la operación, el cirujano puede realinear o fusionar los huesos para hacer el pie más estable. También podría alisar huesos afilados que podrían cortar la piel y causar llagas.

Concéntrese en sus pies

Tanto si has tenido pie de Charcot como si quieres prevenirlo, asegúrate de cuidar tus pies.

  • Acude a revisiones periódicas con un médico que trate los pies o los problemas del pie diabético.

  • Revise sus pies cuidadosamente todos los días. Busca hinchazón, enrojecimiento, puntos calientes o llagas. Revisa también entre los dedos de los pies.

  • Lávate los pies todos los días.

  • Usa siempre calcetines y zapatos.

Hot