Mitos y realidades de la dieta para diabéticos

Los expertos del doctor explican qué comer -y qué evitar- cuando se tiene diabetes.

Comer bien cuando se tiene diabetes puede parecer un reto, pero la razón puede no ser la que usted piensa.

No se trata sólo de la tentación o de la fuerza de voluntad. El verdadero problema puede ser la desinformación.

Puede tomar decisiones inteligentes sin tener que renunciar a todos sus alimentos favoritos. Sólo tienes que saber la verdad que hay detrás de estos mitos comunes.

"Vivir la vida al máximo tiene que incluir algunos caprichos". -- Dr. Michael Dansinger

1. Mito: Las personas con diabetes deben seguir una dieta especial para diabéticos.

La verdad:

No existe una dieta estándar para diabéticos. Algunas personas con diabetes cuentan los carbohidratos; otras no. Si tienes sobrepeso, uno de tus principales objetivos debe ser adelgazar, y hay infinitas formas de hacerlo.

"Muchos planes de dieta populares -como Weight Watchers o The Zone- pueden ayudarle a perder peso. Y cuanto más pierdas, más mejorarás tus niveles de azúcar en sangre", dice el doctor Michael Dansinger, director del Programa de Entrenamiento de Estilo de Vida para la Diabetes y la Pérdida de Peso de Tufts Medical Centers y médico nutricionista del programa "The Biggest Loser" de la NBC.

¿No estás seguro de cuál es el más adecuado para ti? Tu médico o educador en diabetes puede ayudarte a elegir.

2. Mito: Los alimentos "aptos para diabéticos" y "sin azúcar" son buenos para usted.

La verdad:

Es posible que esa caja de cereales sin azúcar no sea mejor que la de cereales normales de la estantería de al lado, aunque la llamada versión para diabéticos probablemente cueste más.

Los alimentos sin azúcar suelen contener muchas calorías e incluso hidratos de carbono, por lo que siempre hay que revisar bien las etiquetas nutricionales. También deberás revisar las listas de ingredientes en busca de edulcorantes como el sorbitol, el manitol y el xilitol, que pueden provocar malestar estomacal, dice Carolyn Brown, RD, nutricionista de Foodtrainers en Nueva York.

En general, es mejor limitar todos los alimentos procesados. En su lugar, llénate de una variedad de frutas y verduras, carne magra, aves de corral, pescado y productos lácteos bajos en grasa.

3. Mito: las personas con diabetes no pueden comer dulces.

La verdad:

Sí, ¡puedes pedir el postre! Por supuesto, no es prudente terminar cada comida con una tarta de chocolate o darse un capricho de helado a diario. Pero está perfectamente bien tomar una pequeña porción de comida dulce en un plan de alimentación por lo demás saludable, siempre que tengas en cuenta las calorías y los carbohidratos que has comido ese día. "Te volverás loco si te limitas demasiado", dice Brown. Insta a sus clientes a que satisfagan su gusto por lo dulce con fruta a diario, pero dice que no pasa nada por darse un pequeño capricho una vez a la semana, siempre que se vuelva a la senda.

Dansinger está de acuerdo. Señala que la mayoría de los planes de pérdida de peso permiten cierto margen de maniobra. "Se puede ser estricto el 90% del tiempo", dice. "Todos mis pacientes comen algo de azúcar y algo de almidón. Vivir al máximo tiene que incluir algunos caprichos".

4. Mito: Las personas con diabetes no deben comer patatas.

La verdad:

Tienen un alto contenido en carbohidratos, pero puedes disfrutarlos con moderación. También puedes comer otros alimentos ricos en carbohidratos, como la pasta, el pan y el arroz, pero no te pases.

"Una ración de patatas debe ser del tamaño de tu puño", dice Brown. Dado que muchas patatas son grandes, planea comer la mitad cada vez. Las patatas asadas son saludables, pero las batatas son aún mejores: "Tienen más nutrientes, incluido el betacaroteno, que les da su color", dice.

Cómete la piel, que es una gran fuente de fibra. En cuanto a los cereales, elige los integrales (como el arroz integral o la pasta integral), y recuerda que no deben ocupar más de una cuarta parte del plato de la cena.

5. Mito: El alcohol está prohibido.

La verdad:

El consumo moderado de alcohol, es decir, no más de una bebida al día para las mujeres y dos para los hombres, es seguro para la mayoría de las personas con diabetes. Pero es una buena idea hablarlo primero con tu médico.

Algunos medicamentos, como la insulina o los que ayudan a aumentar los niveles de insulina, pueden hacerte propenso a la hipoglucemia (bajada de azúcar). El alcohol puede empeorar esta situación.

Además, el cuerpo digiere el alcohol de forma diferente al azúcar, y los efectos no siempre se sienten de inmediato. "Un trago que hayas tomado por la noche puede hacer que tu nivel de azúcar baje a la mañana siguiente", dice Brown.

No bebas con el estómago vacío y recuerda que las calorías cuentan. Como dice Brown, "te estás bebiendo el postre".

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