Expresarse de forma creativa puede mejorar tu estado de ánimo. El médico explica cómo la expresión artística puede ayudarte a recuperarte de la depresión.
No te preocupes si nunca te has considerado una persona artística. No se trata de hacer una obra maestra, y no tienes que enseñar tu trabajo a nadie si no quieres. El mero hecho de expresarte -y crear algo original a partir de tus sentimientos o tu estado de ánimo- puede ser satisfactorio en sí mismo. Algunos terapeutas utilizan la expresión artística como forma de facilitar la terapia.
No es difícil empezar. Retoma un viejo pasatiempo o busca uno nuevo. Prueba uno de estos consejos:
Escriba... Escriba a máquina o con bolígrafo sus pensamientos sobre los acontecimientos molestos de su vida, porque eso puede ayudarle a manejar sus emociones al respecto, según demuestran las investigaciones. Por ejemplo, los estudios demuestran que escribir sobre experiencias traumáticas, durante sólo 15 minutos al día durante 3 días, hace que las personas se sientan mejor. Si quieres, puedes mostrar lo que has escrito a tu familia, a tus amigos de confianza o a tu terapeuta. Pero también puedes mantenerlo en privado.
Coge un bloc de notas y unos lápices de colores. Ve a tu lugar favorito, o incluso a una galería de arte local, y dibuja lo que veas.
Pinta: hazte con un juego de acuarelas o pinturas acrílicas, un bloc de dibujo y algunos pinceles. Puedes pintar en la mesa de la cocina o montar un estudio básico en otro lugar de tu casa.
Toca música... Si antes tocabas un instrumento, puede ser un buen momento para retomarlo. O puedes probar algo nuevo. Apúntate a esas clases de guitarra con las que siempre has soñado.
Desempolva tu cámara y saca fotos de todo lo que te gusta. Si tienes el equipo adecuado, también puedes disfrutar de los programas de edición fotográfica.
Haz una película: utiliza una cámara de vídeo o tu smartphone. Tus hijos, tu mascota o cualquier tema que te guste puede ser el protagonista. Puedes inventar cosas sobre la marcha o escribir un guión para seguirlo.
Prueba otros pasatiempos... Haz punto de aguja o punto. Haz un jersey de ganchillo. Haz una colcha. Hay muchas maneras de explorar tu lado creativo.
No hay por qué sentirse tímido o avergonzado cuando intentas ser creativo. El resultado no importa. Supera tus dudas y dale una oportunidad a la expresión artística. Puede que descubras que disfrutas más de lo que esperabas.