La depresión y la ansiedad pueden tener síntomas similares y pueden superponerse. Aprenda cómo estas dos condiciones están relacionadas y son diferentes.
Es normal tener sentimientos de ansiedad o depresión de vez en cuando. Pero cuando estos sentimientos se producen con frecuencia e interfieren en su vida, es posible que tenga un trastorno que se puede tratar.
Sus síntomas pueden ayudar a su médico a determinar cuál de estos dos trastornos padece, o si tiene ambos. Algunos de los mismos tratamientos funcionan para la ansiedad y la depresión.
¿Qué es la depresión?
La depresión afecta a tu forma de sentir y actuar. Cuando estás deprimido, puedes tener síntomas como:
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Tristeza, desesperanza o ansiedad.
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Pérdida de interés por las cosas que antes disfrutaba
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Una falta de energía
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Comer más o menos de lo que solía hacerlo
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Dormir muy poco o demasiado
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Problemas para pensar o concentrarse
Para que tus síntomas se consideren depresión, tienes que tenerlos la mayor parte del día, casi todos los días, durante al menos 2 semanas. Y no deben tener una causa médica, como un problema de tiroides. Su médico puede comprobar si hay condiciones médicas que causen síntomas de depresión.
¿Qué es la ansiedad?
La preocupación y el miedo son partes normales de la vida. Pero cuando estos sentimientos no desaparecen o son excesivos, pueden ser signos de un trastorno de ansiedad.
Puede tener un problema de ansiedad si a menudo se siente:
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Abrumado por la preocupación
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Malhumorado o con los nervios de punta
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Sudoroso o tembloroso
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Como si estuvieras fuera de control
Hay algunos tipos de trastornos de ansiedad, cada uno con sus propios síntomas.
El trastorno de ansiedad generalizada es cuando te preocupas por muchas cosas diferentes.
El trastorno de ansiedad social es una preocupación excesiva cuando estás con otras personas.
El trastorno de pánico provoca sensaciones repentinas de miedo, con síntomas como dolor en el pecho y palpitaciones.
Las fobias son miedos intensos a lugares o cosas, como espacios cerrados o animales.
En qué se diferencian?
La principal diferencia entre la depresión y la ansiedad son los síntomas. La depresión es un sentimiento persistente de tristeza. Además, no tienes energía y pierdes el interés por las actividades que antes te gustaban. Algunas personas con depresión piensan en hacerse daño.
La ansiedad implica miedo o preocupación que no puedes controlar. Dependiendo del tipo de ansiedad que tengas, la preocupación puede aflorar durante actividades cotidianas como conocer gente nueva.
Cómo están relacionados?
Tanto la depresión como la ansiedad son muy comunes y suelen darse juntas. Alrededor del 60% de las personas con ansiedad también tienen síntomas de depresión, y viceversa. Cada afección puede hacer que los síntomas de la otra empeoren o duren más.
Los mismos genes pueden estar detrás de ambas afecciones. La ansiedad y la depresión también pueden tener su origen en las mismas estructuras o procesos cerebrales. El estrés y los traumas en las primeras etapas de la vida pueden desencadenar tanto la depresión como la ansiedad.
Si tienes ansiedad, puedes tener un mayor riesgo de depresión. Los expertos afirman que evitar las cosas que temes podría conducir a la depresión.
Cómo se trata la depresión y la ansiedad?
Puede ser más difícil para los médicos diagnosticar y tratar la depresión y la ansiedad cuando se dan juntas. Por eso es importante que le cuentes a tu médico todos tus síntomas.
El tratamiento tanto de la ansiedad como de la depresión implica terapia conversacional, medicación o una combinación de ambas. La terapia cognitivo-conductual (TCC) es una de las principales terapias de conversación. Le enseña a pensar y comportarse de forma diferente para dejar de desencadenar su ansiedad o depresión.
Los antidepresivos son medicamentos que tratan la depresión. Cambian el equilibrio de las sustancias químicas del cerebro para mejorar el estado de ánimo. Los ansiolíticos, los antidepresivos y los betabloqueantes son tratamientos para la ansiedad.
Cuanto antes empiece el tratamiento, más probable será que le ayude. Informe a su médico si el tratamiento que está siguiendo no le alivia los síntomas o si le produce efectos secundarios. Es posible que tengas que probar varias veces el tratamiento que mejor te funcione.