¿Cómo saber si se tiene el síndrome de fatiga crónica o la depresión? Ambas enfermedades causan fatiga, problemas de sueño y dolor, pero también hay algunas diferencias claras.
¿Qué es el síndrome de fatiga crónica?
El síndrome de fatiga crónica (SFC) también se llama encefalomielitis miálgica. El SFC provoca una fatiga extrema que no tiene una causa clara.
El SFC provoca un cansancio extremo. Ni siquiera una noche completa de sueño ayuda. Tu fatiga puede empeorar durante todo un día después de cualquier tipo de ejercicio o actividad. Estás demasiado agotado para hacer casi cualquier cosa: ducharte, ir al trabajo, preparar la cena, lavar la ropa o ir al supermercado. Es posible que no pueda levantarse de la cama por ningún motivo. Puedes tener problemas para conciliar el sueño o permanecer dormido.
El SFC suele causar dolor. Puedes tener dolores musculares, articulares o de cabeza. También es frecuente tener la visión borrosa o ver manchas, y tener fallos de memoria o concentración. Puedes sentirte confuso o incapaz de recordar detalles.
El SFC también puede provocar estos síntomas:
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Mareos
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Debilidad muscular
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Ganglios linfáticos sensibles e inflamados en el cuello o las axilas
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Dolor de garganta
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Problemas digestivos
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Escalofríos
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Sudores nocturnos
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Alergias o reacciones a los alimentos
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Sensibilidad a la luz o al ruido
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Latidos irregulares del corazón
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Falta de aliento
El SFC no tiene una causa conocida. Las posibles causas son un desequilibrio hormonal, una infección por el virus de Epstein-Barr (VEB) u otros virus, la infección común por hongosCandida albicans o un sistema inmunitario hiperactivo. Los genes también pueden desempeñar un papel en el SFC, porque a menudo afecta a personas de la misma familia.
¿Qué es la depresión?
La depresión es un problema común y grave del estado de ánimo. Provoca una tristeza profunda y continua. Puede perder el interés por las actividades, la socialización o el sexo.
La depresión suele hacer que te sientas triste, vacío, culpable o sin valor. Puede pensar en la muerte o en el suicidio.
La depresión clínica también puede causar síntomas físicos, como fatiga y problemas de sueño. Es posible que no puedas conciliar el sueño. Puede dormir demasiado o muy poco. O puede despertarse demasiado temprano. Te falta la energía para completar incluso las tareas menores.
La depresión también puede causar síntomas como:
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Ansiedad
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Sensación de vacío
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Fallos de memoria o de concentración
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Cambios en el apetito
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Episodios de llanto
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Pérdida de peso
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Lentitud en el habla o en los movimientos
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Dolor sin causa física, como dolor de espalda o de cabeza
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Marcapasos
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Retorcer la mano
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Problemas digestivos o calambres en el vientre
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Inquietud
No está claro qué causa la depresión. Es posible que haya cambios físicos en el cerebro o en los niveles de unas sustancias químicas llamadas neurotransmisores que intervienen en el estado de ánimo y las emociones. Las hormonas suelen desencadenar la depresión. Algunas mujeres la padecen tras dar a luz o entrar en la menopausia. Los problemas de tiroides a veces provocan síntomas de depresión. Los genes también pueden estar relacionados con el riesgo de depresión.
Los acontecimientos vitales tristes o inesperados suelen desencadenar la depresión. Puede ser la muerte de un ser querido, una enfermedad grave o crónica, una experiencia traumática o la pérdida del trabajo.
En qué se parecen el SFC y la depresión
El SFC y la depresión pueden causar fatiga, problemas de sueño, falta de energía, dolor, problemas digestivos, dolores de cabeza, fallos de memoria o problemas de concentración.
La forma de vivir con el SFC es similar a la forma de vivir con la depresión. Puedes intentar reducir tus actividades o evitar cualquier cosa que te cause estrés.
El SFC y la depresión son enfermedades crónicas. Ambas enfermedades pueden durar años, aunque sus síntomas pueden mejorar o empeorar a veces.
El SFC y la depresión son más comunes en los adultos, pero también afectan a niños y adolescentes. Las mujeres son más propensas que los hombres a ser diagnosticadas con SFC o depresión.
El SFC y la depresión suelen afectar a más de un miembro de la misma familia.
En qué se diferencian el SFC y la depresión?
El SFC puede tener síntomas que no se dan con la depresión, como dolor de garganta frecuente, debilidad e inflamación o sensibilidad de los ganglios linfáticos. El dolor es más frecuente en el SFC que en la depresión.
Los síntomas del SFC, como la fatiga severa, a menudo comienzan o empeoran después de la actividad física, por lo que podría ayudar a reducir el ejercicio. Los síntomas de la depresión a veces mejoran después de la actividad física, por lo que hacer más ejercicio puede hacer que te sientas mejor.
Las personas con SFC suelen considerarlo una enfermedad física. Las personas con depresión suelen pensar que su enfermedad es psicológica.
Cómo se diagnostican el SFC y la depresión?
Tu médico puede diagnosticar cualquiera de las dos enfermedades. Empezarán con un examen físico completo y una historia clínica. Te preguntará sobre tus síntomas, cuándo empezaron, cuándo ocurren y qué parece empeorarlos o mejorarlos.
Se le diagnosticará SFC si tiene problemas de sueño y al menos 6 meses de fatiga extrema que no mejora con el reposo en cama y empeora después de cualquier actividad física o mental. También tendrá uno de los siguientes síntomas: problemas de memoria o concentración, o mareos o desmayos al ponerse de pie.
Se le diagnosticará depresión si ha tenido síntomas durante al menos 2 semanas. Si ha tenido síntomas durante 2 años o más, se le diagnosticará una depresión persistente.
Los análisis de sangre u orina ayudan a descartar otras enfermedades que causan fatiga, como la anemia, la diabetes o la enfermedad tiroidea. Las personas con SFC pueden tener niveles elevados de ciertas hormonas que podrían aparecer en un análisis de sangre. Un análisis de sangre puede comprobar los niveles de ciertas células inflamatorias. El SFC se asocia con niveles más altos de células T y niveles más bajos de células B, mientras que la depresión se asocia con menos células T, pero más células B.
Estudio del sueño. Se le puede hacer una prueba para ver cuándo se altera su sueño. El SFC causa más problemas durante el sueño no REM, o períodos de sueño ligero. La depresión causa más problemas durante las fases de sueño profundo, o REM.
Examen psiquiátrico. Es posible que te hagan un examen psiquiátrico para diagnosticar el SFC y la depresión. El médico te dará un cuestionario diseñado para detectar la depresión.