Depresión doble: Definición, síntomas, tratamiento y más

El médico explica la depresión doble, quiénes están en riesgo y cómo se trata.

Qué es la doble depresión?

La doble depresión es una complicación de una enfermedad psiquiátrica llamada trastorno distímico, o distimia. La distimia es un estado de ánimo crónico y deprimido, acompañado de sólo uno o dos síntomas más de depresión clínica (como baja energía o baja autoestima) que dura al menos dos años en los adultos (o un año en los niños). Este estado de ánimo bajo y oscuro, a veces descrito como un "velo de tristeza", se produce casi todos los días y a veces puede persistir durante muchos años. Algunas personas pueden padecer este trastorno del estado de ánimo durante 10 o 20 años, o incluso más, antes de buscar tratamiento.

Con el tiempo, más de la mitad de las personas con distimia experimentan un empeoramiento de los síntomas que conduce a la aparición de un síndrome completo de depresión mayor superpuesto a su trastorno distímico, lo que da lugar a lo que se conoce como depresión doble.

En qué se diferencia la depresión doble de la depresión mayor sin distimia?

La principal diferencia entre una depresión doble y una depresión mayor es que la depresión crónica de bajo grado precede a un síndrome depresivo completo en la depresión doble, pero no en la depresión mayor sola. Esto significa que para las personas con depresión mayor no crónica sola, su estado de ánimo habitual "de base" es normal. Pero las personas con depresión doble pueden no haber conocido nunca lo que es un estado de ánimo normal, no deprimido.

En aproximadamente 1 de cada 5 personas que experimentan un episodio de depresión mayor, el síndrome puede volverse crónico y persistir durante dos años o más. Los sistemas de diagnóstico modernos clasifican ahora el trastorno distímico y la depresión mayor crónica juntos (denominados "depresión crónica") porque tienden a ser más similares que diferentes. Sin embargo, para la mayoría de las personas con depresión mayor, un episodio completo suele durar entre unas semanas y unos meses. Se produce un marcado descenso del estado de ánimo acompañado de síntomas graves que pueden incluir:

  • Desesperanza

  • Insomnio o dormir demasiado

  • Pensamientos de suicidio o de muerte

  • Baja autoestima

  • Pérdida de apetito o comer en exceso

  • Poca concentración

  • Pérdida de interés por las cosas que a la persona le solían gustar

  • Baja energía o agitación

  • Pensamientos de inutilidad o culpabilidad

Pero cuando se trata eficazmente un episodio depresivo mayor,... el estado de ánimo debería volver a la normalidad a medida que se resuelven los demás síntomas. Además, durante el tratamiento se suele tomar conciencia de que la depresión no es el estado normal y que las cosas pueden mejorar.

Algunos de los síntomas de la depresión mayor también están presentes en las personas con distimia, pero son menos numerosos, menos graves y no tan debilitantes. Por lo general, no interfieren en el funcionamiento cotidiano de la persona como pueden hacerlo en la depresión mayor. Por ello, las personas con distimia tienden a considerar sus síntomas como normales. Algunos pueden considerar el bajo estado de ánimo como parte de su personalidad o simplemente como parte de la vida y fuera de su control.

Cuando se produce una depresión mayor sobre un estado de ánimo deprimido crónico, algunas personas con distimia lo aceptan como algo inevitable. Esto les hace retrasar la búsqueda de tratamiento y les hace más resistentes al tratamiento normal cuando éste se inicia. Además, a menos que la distimia se trate junto con la depresión mayor, no se curan realmente cuando se alivia la depresión mayor. Vuelven a estar crónicamente deprimidos con el consiguiente riesgo de un nuevo episodio de depresión doble.

Hay otras características de la depresión doble que dificultan su tratamiento?

Un estudio reciente demostró que las personas con depresión doble tienen una sensación de desesperanza mucho mayor que las personas con distimia o depresión mayor solamente.

La respuesta constante al estrés también provoca cambios en el cuerpo que aumentan el riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes y otras afecciones médicas. Los cambios en el cerebro y en el cuerpo complican el tratamiento de la depresión mayor cuando se produce una doble depresión.

Otro problema causado por el estado de ánimo deprimido subyacente a largo plazo es que las personas con distimia tienden a ser más propensas a abusar del tabaco, el alcohol o las drogas callejeras o a mantener una dieta poco saludable. Los problemas de salud resultantes complican aún más el tratamiento, y las elecciones de estilo de vida poco saludables se interponen en el camino de alguien con depresión doble que busca tratamiento.

Se puede prevenir la doble depresión?

La mejor manera de prevenir la doble depresión es tratar la distimia. Los antidepresivos pueden ser útiles, pero pueden tardar más en hacer efecto y pueden ser menos eficaces para la distimia que para la depresión mayor aguda.

La terapia cognitiva también puede ser eficaz para tratar la distimia. Pero a menudo se necesita una combinación de medicamentos antidepresivos y terapia cognitiva. Los expertos recomiendan empezar con un enfoque, ya sea la terapia cognitiva o un antidepresivo, durante unos meses y observar su efecto y luego cambiar o añadir el otro si los resultados no son suficientes.

El ejercicio puede ayudar a mejorar el estado de ánimo, y algunos estudios han demostrado que la combinación de ejercicio y antidepresivos puede tener un efecto aditivo. También puede ayudar a mejorar los patrones de sueño, ya que la privación crónica del mismo puede empeorar los síntomas de la depresión.

Cómo debe tratarse la doble depresión?

Las personas con distimia suelen sentir que tienen poco o ningún control sobre su propia vida. La sensación es que algo más -el destino u otras personas- es responsable del curso de sus vidas. Este no es un sentimiento típico de las personas con depresión mayor sin distimia subyacente.

El hecho de que las personas con distimia tengan la sensación de tener poco o ningún control sugiere que la terapia cognitiva en combinación con los antidepresivos puede ser un tratamiento eficaz para la depresión doble. El objetivo de la terapia cognitiva es cambiar los patrones de pensamiento negativos y dar a los individuos nuevas formas de verse y enfrentarse a sí mismos y a su entorno. Con este enfoque se aborda tanto la depresión mayor como la distimia de la depresión doble.

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