Apoyo para enfermedades crónicas

Si le han diagnosticado una enfermedad crónica, contar con apoyo social puede aliviar el estrés, disminuir la depresión y la ansiedad y reducir el riesgo de padecer problemas de salud que podrían empeorar su estado. Esto es lo que hay que saber para encontrar apoyo.

Por supuesto, es fundamental seguir el plan de tratamiento. Y probablemente sepa que los hábitos de vida saludables (como comer de forma sana, mantenerse activo, no fumar y dormir lo suficiente) también son importantes. Pero hay una cosa más que debe asegurarse de atender: conseguir el apoyo de los demás.

Las personas con enfermedades crónicas que cuentan con un buen apoyo social suelen tener mejor salud mental y física que las que no lo tienen. Una posible razón: Las investigaciones demuestran que contar con apoyo social también puede aliviar el estrés, lo que puede ayudar a amortiguar la depresión y la ansiedad. La disminución del estrés también puede reducir el riesgo de sufrir problemas de salud que podrían empeorar su enfermedad crónica. Además, tener apoyo social mejora y enriquece su vida cotidiana.

Esto es lo que debe saber para encontrar apoyo social si usted o un ser querido padece una enfermedad crónica.

Comience con los amigos y la familia

Cuando tienes una enfermedad crónica, puedes sentir que tus seres queridos no entienden realmente por lo que estás pasando porque no han tenido que enfrentarse a lo que tú tienes que hacer: Las citas con el médico, las medicinas, los altibajos en cómo te sientes día a día.

Pero pueden escucharte y echarte una mano. Simplemente, puede que no sepan cómo preguntar o qué ofrecer.

Siempre que sea posible, habla abiertamente de lo que te ocurre, para que puedan tener una mejor idea de lo que necesitas y quieres. Si necesitas ayuda (por ejemplo, para abrir un tarro o recoger la comida o la medicación), habla. La mayoría de las personas quieren ayudar, pero no saben cómo hacerlo si no les dices lo que necesitas.

Ten en cuenta que el apoyo social no tiene por qué girar en torno a tu enfermedad. El mero hecho de hablar de cosas cotidianas puede mejorar tu estado de ánimo y aliviar el estrés. Asegúrate de contactar con personas positivas en tu vida y haz planes para reunirte. Tener algo que esperar puede mantener el ánimo alto y puede ser un buen descanso de la lucha contra la enfermedad.

Si no es posible reunirse en persona, programe llamadas telefónicas periódicas o videoconferencias, o conéctese en plataformas de redes sociales como Facebook, Instagram o Twitter.

Conecte con su comunidad

Las organizaciones de tu comunidad pueden ayudarte a conectar con otros y a obtener apoyo para las tareas diarias. Busque sucursales locales de organizaciones respetadas que se dediquen a su condición (por ejemplo, la Sociedad Americana del Cáncer o la Coalición de Jóvenes Supervivientes si tiene cáncer; la Fundación de Artritis si tiene una forma de artritis; o la Fundación de Crohns y Colitis si tiene la enfermedad de Crohns o colitis ulcerosa). Las organizaciones religiosas, los centros comunitarios y/o los centros de mayores también pueden ayudar con cosas como proporcionar comidas, recoger víveres y transportar a los pacientes a sus citas médicas.

Encontrar un grupo de apoyo

Estar rodeado de personas que padecen la misma enfermedad puede ser un alivio porque te recuerda que no estás solo. Además, puede darte nuevas ideas para afrontar tu enfermedad.

Pregunte a su médico si puede recomendarle un grupo de apoyo. Algunos grupos se celebran en persona en un espacio como un centro comunitario o un hospital. Si reunirse cara a cara no es una opción, considere la posibilidad de conectarse con un grupo en línea. Puedes encontrar uno a través de plataformas de redes sociales como Facebook, Twitter o Instagram.

También puedes dirigirte a organizaciones nacionales dedicadas a tu enfermedad para ver si organizan grupos de apoyo en línea.

Consulta a un profesional

Hablar con un profesional de la salud mental sobre lo que estás pasando puede ayudarte a trabajar con tus sentimientos y a encontrar nuevas formas de lidiar con tu condición. Su médico u otro miembro de su equipo de atención médica debería poder recomendarle un psicólogo, un trabajador social o un consejero que haya trabajado con personas que padecen enfermedades crónicas.

Apóyese en su equipo de atención médica

Puede que no piense en su equipo sanitario como parte de su sistema de apoyo, pero pueden ayudarle ofreciéndole información y consejos sobre cómo gestionar su enfermedad. Aparte de su médico, eso incluye a los asistentes médicos, las enfermeras, los dietistas, los trabajadores sociales y los educadores formados en una afección concreta (como un educador en diabetes) de su sistema sanitario.

Además de acudir a todas las revisiones que le recomiende su médico, póngase en contacto con su equipo sanitario cada vez que tenga un nuevo problema de salud o una pregunta, tenga problemas para controlar su enfermedad o se sienta estresado, ansioso o deprimido. Cuanto más conectado esté, mejor.

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