Enfermedad de Crohn: Síntomas, causas, prevención, pronóstico y factores de riesgo

La enfermedad de Crohn provoca una inflamación en parte de su sistema digestivo. Conozca más sobre los síntomas, complicaciones, causas, factores de riesgo, diagnóstico, desencadenantes, tratamiento, variaciones y dieta de la enfermedad de Crohn.

La enfermedad de Crohn provoca la inflamación de una parte del aparato digestivo. La enfermedad de Crohn puede afectar a cualquier parte del mismo, pero lo más frecuente es que afecte al intestino delgado y al colon.

La enfermedad de Crohn y otra enfermedad, la colitis ulcerosa, forman parte de un grupo de afecciones denominadas enfermedades inflamatorias del intestino.

No hay cura para el Crohn, pero el tratamiento puede aliviar sus síntomas y ayudarle a disfrutar de una vida plena y activa.

Síntomas de la enfermedad de Crohn

Las personas con la enfermedad de Crohn pueden tener síntomas graves, seguidos de periodos sin síntomas que pueden durar semanas o años. Los síntomas dependen del lugar donde se produce la enfermedad y de su gravedad. Puedes notar:

  • Diarrea de larga duración, a menudo con sangre y con mucosidad o pus

  • Pérdida de peso

  • Fiebre

  • Dolor y sensibilidad en el vientre

  • Sangrado rectal

Complicaciones de la enfermedad de Crohn

La enfermedad de Crohn causa dos tipos de complicaciones:

  • Locales, que afectan sólo a los intestinos.

  • Sistémicas, que afectan a todo tu cuerpo. Puede que oigas que se llaman complicaciones extraintestinales.

Las complicaciones locales de Crohn incluyen:

  • Absceso. Esta bolsa de pus se produce por infecciones bacterianas. Puede formarse en las paredes de tus intestinos y sobresalir. O puede aparecer uno cerca del ano con aspecto de forúnculo. Notarás hinchazón, sensibilidad, dolor y fiebre.

  • Diarrea de sales biliares. La enfermedad de Crohn afecta con mayor frecuencia al íleon, el extremo inferior del intestino. Esta parte suele absorber los ácidos biliares, que su cuerpo fabrica para ayudarle a absorber las grasas. Si tu cuerpo no puede procesar la grasa, podrías tener este tipo de diarrea.

  • Fisura. Se trata de un desgarro doloroso en el revestimiento del ano. Puede causar sangrado durante la defecación.

  • Fístula. Las llagas o úlceras pueden convertirse en aberturas llamadas fístulas que conectan dos partes del intestino. También pueden hacer un túnel en los tejidos cercanos, como la vejiga, la vagina y la piel.

  • Malabsorción y desnutrición. La enfermedad de Crohn afecta al intestino delgado, la parte del cuerpo que absorbe los nutrientes de los alimentos. Después de padecerla durante mucho tiempo, es posible que tu cuerpo ya no pueda aprovechar al máximo lo que comes.

  • Sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO). Tu intestino está lleno de bacterias que te ayudan a descomponer los alimentos. Cuando esto ocurre más arriba de lo normal en tu tracto digestivo, puedes tener gases, hinchazón, dolor de barriga y diarrea.

  • Estenosis. Estas zonas estrechas y engrosadas de tus intestinos son el resultado de la inflamación que conlleva el Crohn. Pueden ser leves o graves, dependiendo de la parte del intestino que esté bloqueada. Los síntomas incluyen calambres, dolor abdominal e hinchazón.

Las complicaciones sistémicas incluyen:

Artritis. La inflamación de las articulaciones, que provoca dolor, hinchazón y falta de flexibilidad, es la complicación sistémica más común. Tres tipos de artritis se presentan a veces con Crohn:

  • Periférica. Este tipo afecta a las articulaciones grandes de los brazos y las piernas, como los codos, las rodillas, las muñecas y los tobillos.

  • Axial. Este tipo afecta a la columna vertebral o a la parte baja de la espalda (el médico puede llamarla articulación sacroilíaca).

  • Espondilitis anquilosante. Este tipo más grave de artritis espinal es poco frecuente entre las personas con Crohns, pero puede ocurrir. También puede provocar inflamación en los ojos, los pulmones y las válvulas del corazón.

Problemas de la piel. Son la segunda complicación sistémica más frecuente. Los más frecuentemente relacionados con la enfermedad de Crohn son:

  • Eritema nodoso. Estos pequeños nódulos rojos y sensibles suelen aparecer en las espinillas, los tobillos y, a veces, en los brazos.

  • Pioderma gangrenoso. Estas llagas llenas de pus suelen aparecer tras una lesión u otro traumatismo cutáneo. Suelen aparecer en las piernas, pero pueden aparecer en cualquier parte.

  • Papeles de la piel. Estos pequeños colgajos de piel son comunes en las personas con Crohn, especialmente alrededor del ano.

  • Aftas. Puede que oigas que se llaman aftas. Se forman entre la encía y el labio inferior o a lo largo de los lados y la parte inferior de la lengua.

Pérdida de hueso. Los medicamentos como los esteroides pueden conducir a la pérdida de hueso, una condición conocida como osteoporosis. Pueden:

    Impedir que su cuerpo absorba el calcio, que necesita para construir el hueso

  • Hacer que tu cuerpo se deshaga del calcio al orinar

  • Impulsar la producción de células que descomponen el hueso

  • Disminuir el número de células que ayudan a formar los huesos

  • Disminuir la producción de estrógeno de su cuerpo. El estrógeno también ayuda a construir el hueso.

Las proteínas que causan la inflamación también pueden cambiar la velocidad con la que tu cuerpo elimina y fabrica hueso.

Falta de vitamina D. Si su cuerpo no puede absorber la vitamina D debido a los daños causados por el Crohn en el intestino delgado, o si se le ha extirpado parte del intestino delgado, es menos probable que pueda absorber el calcio y fabricar hueso.

Problemas oculares. La inflamación asociada a Crohns puede afectar a los ojos de varias maneras. Las afecciones más comunes son:

  • Epiescleritis. La inflamación de la zona justo debajo de la conjuntiva (el tejido transparente que cubre el interior de los párpados y la parte blanca del ojo) es la complicación más común de Crohns. Puede afectar a un ojo o a los dos. Notará dolor, picor, ardor y un fuerte enrojecimiento, pero no suele afectar a la visión.

  • Escleritis. Esta afección provoca un dolor constante que empeora al mover los ojos.

  • Uveítis. Se trata de una inflamación dolorosa de la úvea, la capa media del ojo. Puede causar visión borrosa, sensibilidad a la luz y enrojecimiento.

Problemas renales. Estos órganos pueden ser afectados por Crohns porque juegan un papel en el procesamiento de los residuos y están cerca de sus intestinos. Los problemas potenciales incluyen:

  • Cálculos renales. Son un problema común con Crohns. Un tipo se produce cuando una sal llamada oxalato es absorbida por los riñones y se convierte en cálculos. Otro tipo, llamado cálculos de ácido úrico, se forma si su cuerpo no puede absorber todo el ácido úrico que produce.

  • Hidronefrosis. Esto ocurre cuando el íleon (donde el intestino delgado se une con el grueso) se hincha a causa del Crohn y ejerce presión sobre el uréter, el tubo que lleva la orina desde el riñón hasta la vejiga. Cuando la orina no puede drenar como debería, el riñón se hincha y puede formarse tejido cicatricial.

  • Fístulas. Además de formarse dentro de tus intestinos, pueden formarse fístulas entre el intestino y otros órganos, como la vejiga o el uréter.

Problemas hepáticos. El hígado procesa todo lo que comes y bebes. Puede inflamarse como resultado del tratamiento de Crohns o de la propia enfermedad. Es probable que sólo tengas poca energía y fatiga a menos que tengas un problema más grave. Entre los problemas más comunes están:

  • Enfermedad del hígado graso. Cuando el cuerpo no procesa bien las grasas, éstas pueden acumularse en el hígado. Los esteroides pueden ayudar.

  • Cálculos biliares. Cuando el Crohn afecta al íleon, éste no puede procesar las sales biliares, que ayudan a disolver el colesterol. El colesterol puede formar piedras que bloquean la abertura entre el hígado y el conducto biliar.

  • Hepatitis. La inflamación del hígado a largo plazo puede ser consecuencia de la propia enfermedad de Crohn.

  • Pancreatitis. La inflamación del páncreas puede ser consecuencia tanto de los cálculos biliares como de los medicamentos. Puede causar dolor, náuseas, vómitos y fiebre.

Problemas de desarrollo físico. Crohns puede empezar a cualquier edad. Cuando los niños tienen Crohns, es probable que los padres lo noten:

  • Fallos en el crecimiento. Los niños que tienen Crohns son probablemente más bajos y pesan menos que los que no lo tienen. Pueden dejar de crecer antes de que empiecen los síntomas.

  • Retraso en la pubertad. Los niños con Crohns son propensos a iniciar la pubertad más tarde.

La mayoría de los estudios relacionan la enfermedad de Crohns con un aumento muy pequeño pero real de la probabilidad de muerte. Por lo general, las causas no son sólo la enfermedad de Crohn en sí, sino las complicaciones relacionadas. Entre ellas se encuentran las infecciones, una perforación o desgarro intestinal y reacciones mortales a los esteroides y otros tratamientos.

Causas de la enfermedad de Crohn

Los médicos no están seguros de las causas de la enfermedad de Crohn. Algunos piensan que es una enfermedad autoinmune. Las investigaciones sugieren que la inflamación a largo plazo puede no producirse porque el sistema inmunitario ataque al organismo, sino porque ataca a un virus, una bacteria o un alimento inofensivo en el intestino.

Factores de riesgo de la enfermedad de Crohn

Algunas cosas pueden hacer que sea más probable contraer la enfermedad de Crohn:

  • Genes. La enfermedad de Crohn suele ser hereditaria. Alrededor del 20% de las personas que la padecen pueden tener un pariente cercano con Crohn o colitis ulcerosa. Además, los judíos asquenazíes tienen un mayor riesgo de padecer la enfermedad.

  • La edad. Aunque la enfermedad de Crohn puede afectar a personas de todas las edades, es principalmente una enfermedad de los jóvenes. La mayoría de las personas son diagnosticadas antes de los 30 años, pero la enfermedad puede aparecer en personas de 50, 60, 70 años o incluso más tarde.

  • Fumar. Este es el único factor de riesgo que es fácil de controlar. Fumar puede agravar la enfermedad de Crohn y aumentar las probabilidades de necesitar una intervención quirúrgica.

  • Medicamentos. Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como el ibuprofeno, el naproxeno y otros medicamentos similares no causan la enfermedad de Crohn, pero pueden provocar una inflamación del intestino que la empeore.

  • El mundo que te rodea. Las personas que viven en zonas urbanas o en países industrializados son más propensas a contraer Crohn.

  • Dieta. Si comes muchos alimentos ricos en grasa o procesados, tus probabilidades de Crohn podrían aumentar.

  • Infecciones. Entre las bacterias relacionadas con el Crohn se encuentran el Mycobacterium aviumparatuberculosis, que causa una afección similar en el ganado, y un tipo de E. coli.

Variaciones de la enfermedad de Crohn

Existen cinco tipos de enfermedad de Crohn, según la parte del tubo digestivo que esté afectada.

  • La ileocolitis, la forma más común de Crohn, afecta a tu colon y a la última parte de tu intestino delgado (llamada íleon terminal).

  • La colitis de Crohn o colitis granulomatosa afecta sólo al colon.

  • La enfermedad de Crohn gastroduodenal está en su estómago y en la primera parte de su intestino delgado (llamada duodeno).

  • La ileítis afecta al íleon.

  • La yeyunoileitis provoca pequeñas áreas de inflamación en la mitad superior de su intestino delgado (llamada yeyuno).

Diagnóstico de la enfermedad de Crohn

Los médicos utilizan muchas pruebas para distinguir la enfermedad de Crohn de otras afecciones como la colitis ulcerosa.

En primer lugar, su médico revisará su historial médico y hablará de sus síntomas. Es posible que quieran pedir algunas pruebas de laboratorio, como:

  • Análisis de sangre, incluyendo recuentos sanguíneos

  • Muestras de heces para descartar infecciones como causa de la diarrea

  • Pruebas de imagen:

    • RESONANCIA MAGNÉTICA. Esto muestra a su médico una imagen clara del interior de su cuerpo sin usar radiación.

    • Tomografía computarizada. Esta prueba utiliza rayos X para obtener imágenes detalladas de sus órganos internos.

  • Endoscopia. Su médico podría enviarle a un especialista llamado gastroenterólogo para que le haga una de ellas:

    • Enteroscopia asistida por globo. Esta prueba utiliza globos que se inflan y desinflan para hacer pasar un tubo flexible llamado endoscopio por el intestino delgado. Una diminuta cámara en un extremo permite ver el interior de sus intestinos.

    • Endoscopia de cápsula. Tragarás una cámara diminuta, del tamaño de una píldora, para que el médico pueda ver de cerca tu intestino delgado.

    • Endoscopia superior. El médico la realiza para ver el esófago, el estómago y el duodeno.

    • Colonoscopia o sigmoidoscopia. Con ellas, el médico obtiene una imagen clara de tus intestinos y puede tomar una muestra de tejido para estudiarla.

Factores desencadenantes de la enfermedad de Crohn

Con la enfermedad de Crohn, tienes periodos de síntomas que pueden durar días, semanas o meses, seguidos de periodos de remisión en los que no tienes síntomas. Las remisiones pueden durar días, semanas o años.

Las cosas que pueden empeorar la enfermedad de Crohn incluyen:

  • Infecciones (incluido el resfriado común)

  • Fumar cigarrillos

  • Algunos medicamentos antiinflamatorios (como la aspirina y el ibuprofeno)

Tratamiento de la enfermedad de Crohn

Los tratamientos no pueden curar la enfermedad de Crohn, pero pueden ayudar a la mayoría de las personas a llevar una vida normal.

Medicación

La enfermedad de Crohn se trata principalmente con medicamentos, entre los que se incluyen:

  • Corticoesteroides, un tipo más potente de medicamento antiinflamatorio. Algunos ejemplos son la budesonida (Entocort) y la prednisona o metilprednisolona (Solu-Medrol). Si los tomas durante mucho tiempo, los efectos secundarios pueden ser graves y pueden incluir el adelgazamiento de los huesos, la pérdida de masa muscular, problemas de piel y un mayor riesgo de infección. Entocort tiene menos efectos secundarios.

  • Medicamentos antiinflamatorios. Algunos ejemplos son la mesalamina (Asacol, Lialda, Pentasa), la olsalazina (Dipentum) y la sulfasalazina (Azulfidine). Los efectos secundarios son malestar estomacal, dolor de cabeza, náuseas, diarrea y erupción cutánea. Estos medicamentos se utilizan sólo en determinados casos.

  • Modificadores del sistema inmunitario como la azatioprina (Imuran, Azasan) y el metotrexato (Rheumatrex, Trexall). Estos fármacos pueden tardar hasta 6 meses en hacer efecto. También tienen un mayor riesgo de infecciones que pueden ser mortales.

  • Antibióticos como la ciprofloxacina (Cipro) y el metronidazol (Flagyl). Flagyl puede causar un sabor metálico en la boca, náuseas y hormigueo o adormecimiento de las manos y los pies. Cipro puede causar náuseas y desgarros en el tendón de Aquiles.

  • Medicamentos para la diarrea

Medicamentos biológicos, como adalimumab (Humira), adalimumab-atto (Amjevita), adalimumab-abdn (Cyltezo), certolizumab pegol (Cimzia), infliximab (Remicade), infliximab-abda (Renflexis), infliximab-dyyb (Inflectra), infliximab-axxq (Avsola), infliximab-qbtx (IXIFI), natalizumab (Tysabri), ustekinumab (Stelara) y vedolizumab (Entyvio)

Una vez que comience el tratamiento, su médico lo revisará en varias semanas para comprobar su eficacia. Continuará hasta que alcance la remisión. Cuando esto ocurra, su médico puede prescribirle una "terapia de mantenimiento" para mantener los síntomas a raya. Si no mejora, necesitará un tratamiento más fuerte. Su médico puede sugerirle también suplementos nutricionales.

Cirugía

Entre el 66% y el 75% de las personas con enfermedad de Crohn necesitarán una intervención quirúrgica. Puede ayudar con las complicaciones o cuando los medicamentos no funcionan. Los procedimientos comunes incluyen:

  • Anastomosis. El cirujano extirpa la parte enferma del intestino y une los dos extremos sanos. Muchas personas no presentan síntomas durante años, pero no es una cura. La enfermedad de Crohn suele reaparecer en el lugar de la anastomosis.

  • Ileostomía. Es posible que la necesites si tu recto está enfermo y el médico no puede utilizarlo para una anastomosis. Este procedimiento conecta el intestino con la piel del torso. El resultado es una abertura en la piel que puede recoger los productos de desecho en una bolsa especial que se vacía.

Tratamientos complementarios y alternativos

Cuando se utilizan tratamientos no médicos en lugar de los médicos, se llaman terapias alternativas. Los que se utilizan junto con los tratamientos médicos se llaman terapias complementarias.

La medicación es el principal tratamiento para Crohns, pero muchas personas utilizan terapias complementarias para ayudar a aliviar los síntomas. Éstas incluyen:

  • Terapias mente-cuerpo como la relajación, la meditación, la hipnosis, la acupuntura, el yoga y el ejercicio

  • Suplementos dietéticos como los ácidos grasos omega-3 y la curcumina

  • Probióticos

  • Cannabis medicinal

La investigación sobre muchos de estos tratamientos está en curso. Habla con tu médico antes de probar cualquiera de ellos.

Cambios en el estilo de vida y remedios caseros

Algunos cambios en el estilo de vida también pueden aliviar sus síntomas de Crohn.

  • Evite los AINE. Utilice en su lugar paracetamol.

  • Deje de fumar. Esto puede ayudar a reducir los brotes, disminuir la cantidad de medicación que necesita y reducir las posibilidades de cirugía.

  • Controla el estrés.El estrés no causa Crohns, pero puede empeorar los síntomas. Pruebe algunas de las terapias mente-cuerpo mencionadas anteriormente, como la meditación o el yoga.

Dieta para la enfermedad de Crohn

Los alimentos no parecen ser la causa de la enfermedad de Crohn, pero las cosas suaves y blandas pueden causar menos síntomas que los alimentos picantes o con mucha fibra cuando la enfermedad está activa. La mayoría de los médicos intentan ser flexibles al planificar las dietas de sus pacientes con enfermedad de Crohn.

También puedes probar una dieta de eliminación, que puede ayudarte a descubrir qué alimentos desencadenan los síntomas de Crohn. Se eliminan los alimentos de la dieta de uno en uno para ver qué ocurre. Colabora con tu médico o con un dietista para asegurarte de que no te falta ningún nutriente mientras lo haces.

Comprueba cómo te sientes después de reducir el consumo:

  • Alimentos grasos o fritos

  • Productos lácteos

  • Bebidas carbonatadas

  • Cafeína

  • Alimentos ricos en fibra como los frutos secos, las semillas y las verduras crudas

  • Alimentos que pueden provocar gases, como las judías y las verduras crucíferas

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