Más de la mitad de una muestra de supervivientes de COVID-19 informaron de síntomas de depresión después de la recuperación. Conozca más sobre la relación entre COVID-19 y la salud mental.
COVID-19 y la depresión
Existe una relación entre la COVID-19 y la depresión?
Aunque sus primeros síntomas de COVID-19 hayan desaparecido, es posible que aún no se sienta completamente normal. Es posible que tengas que lidiar con constantes dolores de cabeza, fatiga, nerviosismo o una sensación general de temor que hace difícil completar las tareas diarias. Aunque los expertos todavía tienen que estudiar los efectos a largo plazo de la COVID-19 en el cerebro, más de la mitad de una muestra de supervivientes de la COVID-19 en EE.UU. informaron de síntomas de depresión meses después de la recuperación, siendo más propensos a padecerla aquellos con síntomas más graves de la COVID.
Además, los investigadores descubrieron que muchos supervivientes de COVID-19 informaron de casos de trastorno de estrés postraumático (TEPT), ansiedad, insomnio y síntomas obsesivo-compulsivos (OC). Otros estudios mostraron que la prescripción de antidepresivos, la violencia de pareja y los pensamientos suicidas han aumentado desde el inicio de la pandemia.
Las personas que han padecido el COVID-19 parecen tener un mayor riesgo de padecer un trastorno mental tras recuperarse del virus.
¿Qué causa la depresión en los supervivientes del COVID-19?
Los expertos creen que una infección por COVID-19 puede afectar a su salud mental de dos formas principales:
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La respuesta inmunitaria de tu cuerpo al propio virus
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El estrés psicológico de una infección por COVID-19
Cuando te infectas con el virus que causa la COVID-19, tu sistema inmunológico produce citoquinas, quimiocinas y otras cosas que promueven la inflamación. Los expertos encontraron un tipo específico de citoquinas, llamadas citoquinas secretadas por células T-helper-2, en las personas con COVID-19. Los niveles más altos de estas citocinas parecían estar relacionados con un caso más grave del virus. Los expertos descubrieron que si el cuerpo no controla adecuadamente estas citocinas, pueden ocurrir ciertas cosas malas:
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Inflamación de los nervios
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Alteración de la barrera hematoencefálica
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Invasión de células inmunitarias periféricas en el sistema nervioso central
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Deterioro de la transmisión nerviosa
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Disfunción del eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal (HPA)
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Activación de la microglía e inducción de la indoleamina 2,3-dioxigenasa (IDO)
Todos ellos representan las raíces de los trastornos psiquiátricos, como la depresión. Esto sugiere que los efectos reales del virus COVID-19 pueden conducir a la depresión, incluso después de que una persona se recupere del virus.
En un estudio, los expertos relacionaron los niveles más altos del índice de inmunidad-inflamación sistémica (SII), que se refieren a su respuesta inmune e inflamación, con el trastorno depresivo mayor. Los factores inflamatorios como el SII eran más elevados entre los varones y las personas que permanecieron en un hospital durante su enfermedad por COVID-19.
Continuación
Otros factores psicológicos pueden hacer que los supervivientes de COVID-19 tengan depresión. Las personas que tuvieron COVID-19 y no tuvieron que permanecer en un hospital mostraron mayores niveles de ansiedad y trastornos del sueño después del inicio de COVID-19. Los expertos descubrieron que los que permanecieron en un hospital tenían mayores niveles de TEPT, depresión, ansiedad y síntomas de OC.
Los estudios demuestran que estas afecciones provenían del estrés emocional y mental, incluyendo:
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Aislamiento social
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El impacto psicológico de una enfermedad grave y potencialmente mortal
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Preocupación por la posibilidad de infectar a otras personas
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El estigma relacionado con una infección por COVID-19
En estos estudios, los investigadores descubrieron que las mujeres y las personas con diagnósticos psiquiátricos previos se enfrentaron a condiciones de salud mental más graves después del inicio de COVID-19. Las personas que permanecieron en hospitales mientras estaban infectadas por el COVID-19 también presentaban un mayor aislamiento social y soledad, ya que no podían relacionarse con tanta gente. Además, las personas más jóvenes con COVID-19 mostraron mayores niveles de trastornos del sueño y depresión. Esto confirma aún más los estudios anteriores que informaban de que las personas más jóvenes sufrían peores impactos psicológicos a causa de la COVID-19.
Sin embargo, los expertos aún deben realizar más investigaciones para comprender la relación entre los supervivientes de la COVID-19 y los biomarcadores de inflamación, los trastornos del estado de ánimo y los síntomas de las enfermedades mentales.
Efectos de la pandemia en la salud mental
Tanto si has tenido un caso de COVID-19 como si no, la pandemia nos ha afectado a todos de alguna manera. Muchas cosas relacionadas con la pandemia pueden afectar a tu salud mental:
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Trauma por una enfermedad extendida
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Miedo a enfermar
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Dolor por la pérdida de un ser querido, o por la pérdida de la vida en general
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El distanciamiento físico y la falta de socialización
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Preocupaciones financieras (desempleo, seguridad de la vivienda)
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Pérdida de la comunidad
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Menos acceso a los cuidadores
Después de la mayoría de los acontecimientos traumáticos, la depresión tiende a alcanzar un pico justo después y luego disminuye con el tiempo. Pero los estudios muestran que la tasa de depresión tras el inicio de la pandemia de COVID-19 en realidad aumentó. Entre los más afectados por los impactos a largo plazo en la salud mental se encuentran:
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Familias o personas con bajos ingresos familiares
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Personas no casadas
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Los que se enfrentaron a múltiples factores de estrés relacionados con la pandemia
En Estados Unidos, el 32,8% de los adultos tenía síntomas depresivos elevados en 2021, en comparación con el 27,8% de los adultos en los primeros meses de 2020 y el 8,5% antes de la pandemia.
Continúa
Esto sugiere que los expertos deben seguir investigando la relación entre la pandemia y la salud mental, incluyendo cómo el virus COVID-19 afecta directamente a los trastornos del estado de ánimo.
Si crees que puedes estar deprimido o has notado síntomas de otros trastornos de salud mental, habla con tu médico de inmediato para obtener la ayuda que mereces.