La COVID larga en niños puede causar fiebre, fatiga y dolores de cabeza. Los expertos dicen que los estudios sobre los efectos a largo plazo y las opciones de tratamiento están en curso.
COVID-19 largo en niños
Los expertos se refieren a los síntomas de COVID-19 que duran un período de meses como COVID-19 de larga duración o COVID-19 larga. La mayoría de los niños que contraen la COVID-19 no tienen síntomas o son leves y duran poco tiempo. En un estudio δ de The Lancet, menos de 1 de cada 20 niños que dieron positivo tuvieron efectos secundarios de la COVID-19 que duraron más de 4 semanas. A las 8 semanas, la mayoría de los síntomas declarados por los propios niños parecían remitir. Un estudio ligeramente más amplio, publicado en el Journal of the American Medical Association, descubrió que aproximadamente 1 de cada 25 niños manifestó al menos un síntoma que duró más de 12 semanas.
Necesitamos más estudios sobre los síntomas del COVID-19 a largo plazo, tanto en niños vacunados como no vacunados, para sacar conclusiones firmes. Basándonos en lo que sabemos ahora, es poco probable que su hijo tenga esta condición prolongada. Pero sigue siendo importante entender cómo podría afectarles.
¿Qué causa la COVID-19 prolongada?
Los expertos aún no saben qué causa que algunos niños tengan síntomas de COVID-19 a largo plazo. Aunque está claro que ciertos factores de riesgo (como la obesidad y otras enfermedades subyacentes) pueden poner a alguien en riesgo de sufrir una enfermedad grave por COVID-19, no hay una relación clara entre estas condiciones y los síntomas de COVID-19 de larga duración. Los síntomas de la COVID-19 de larga duración podrían seguir ocurriendo en niños que tuvieran síntomas leves o no tuvieran síntomas de la COVID-19.
Más investigación ayudará a entender los posibles riesgos vinculados a esta condición.
Síntomas prolongados de COVID-19 en niños
Su hijo puede tener una variedad de efectos secundarios después de un caso de COVID-19. Los expertos del Kings College de Londres utilizaron los datos informados por los cuidadores de 1.734 niños de entre 5 y 17 años para realizar un seguimiento de los síntomas más comunes a largo plazo en los niños. Desde septiembre de 2020 hasta febrero de 2021, los síntomas más frecuentes incluían:
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Fatiga (55%)
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Fiebre en niños de 5 a 11 años (43,7%)
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Dolor de cabeza (62,2%)
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Dolor de garganta en niños de 12 a 17 años (51%)
De los niños de este estudio, 37 acudieron al hospital para recibir atención, pero los datos no recogen ninguna muerte. Los expertos también descubrieron que los niños mayores (de 12 a 17 años) eran más propensos a tener síntomas prolongados de COVID-19 que los niños más pequeños (de 5 a 11 años).
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Los niños podrían tener otros síntomas de COVID-19 a largo plazo como:
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Niebla cerebral, o problemas para pensar o concentrarse
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Dolor en el pecho
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Tos
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Depresión o ansiedad
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Palpitaciones del corazón
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Dolor articular o muscular
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Mareo al ponerse de pie
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Pérdida del olfato o del gusto
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Problemas para respirar
Los síntomas específicos de su hijo pueden depender de la intensidad de su enfermedad. Si estuvo en la unidad de cuidados intensivos (UCI) o con un respirador, es más probable que tenga músculos débiles, fatiga, ritmo cardíaco rápido y niebla cerebral. Todos estos son efectos secundarios comunes en personas que han estado en la UCI.
Condiciones similares
Los síntomas de COVID-19 a largo plazo pueden parecer similares o solaparse con otras condiciones como:
Síndrome de fatiga crónica (encefalomielitis miálgica). Esta condición no tiene una causa conocida pero puede parecerse a los síntomas de COVID-19 de larga duración. El síndrome de fatiga crónica puede causar mareos intensos, fatiga, niebla cerebral o algo llamado malestar postesfuerzo (PEM).
El MEP puede ocurrir después de que su hijo haga más actividad física o mental de la que está acostumbrado. Después, puede sentirse extremadamente cansado, tener dolores de cabeza o ser sensible a la luz y al sonido durante días.
Intolerancia ortostática. Las personas con COVID-19 de larga duración, especialmente los niños, pueden desarrollar esta condición. La intolerancia ortostática puede hacer que su hijo se sienta aturdido, débil, mareado o se desmaye cuando está sentado o de pie durante más de unos minutos. Esto se debe a la reducción del flujo sanguíneo al cerebro.
Con esta enfermedad, su hijo puede no tener la energía necesaria para ser tan activo como antes. Es posible que tenga que sentarse mientras se ducha o acostarse después de ciertas actividades.
Lo que puede hacer para proteger a su hijo
Como los investigadores no saben mucho sobre las causas y el tratamiento de la COVID-19 de larga duración, puede ser difícil encontrar soluciones para los síntomas de tu hijo. Los análisis de sangre y las exploraciones no suelen ofrecer muchas respuestas. Los médicos suelen llamar a estos síntomas médicamente inexplicables.
Dado que los síntomas de la COVID-19 prolongada varían mucho entre los niños, no existe una opción de tratamiento única para todos. Pero como puede afectar a diferentes partes del cuerpo y órganos, el médico te hará un examen físico completo y te remitirá a un especialista si es necesario.
Pero hay buenas noticias: Según los expertos, la mayoría de los niños con COVID larga se recuperan más rápido que la mayoría de los adultos, normalmente en unos pocos meses.
Si sospechas que pueden tener alguno de estos efectos secundarios, lo mejor es que te pongas en contacto con tu pediatra de inmediato. Muchos hospitales de Estados Unidos han creado clínicas de atención postCOVID para tratar los síntomas a largo plazo. Su médico puede ayudarle a encontrar una para su hijo, si es necesario.