¿Podría tener EPOC? Pruebas utilizadas para el diagnóstico

Para saber si tiene EPOC, debe hacer un seguimiento de sus síntomas y consultar con su médico. También es posible que tenga que hacerse varias pruebas, pero muchas de ellas son indoloras o implican la obtención de una muestra de sangre.

  • Enfisema (daña los sacos de aire de los pulmones)

  • Bronquitis crónica (inflamación continua... de los conductos que llevan el aire a los pulmones)

  • Asma obstructiva crónica (asma que no desaparece)

Todos ellos dificultan la respiración y empeoran con el tiempo.

Debes acudir a un médico para saber con seguridad si tienes EPOC. Esto se debe a que hay que tener en cuenta algunos aspectos para el diagnóstico, ya que la EPOC puede reflejar los síntomas de otras enfermedades.

Cómo obtener un diagnóstico

En primer lugar, su médico querrá conocer su historial médico, los antecedentes familiares de EPOC, así como los síntomas que pueda tener y el tiempo que los ha tenido.

Los principales síntomas de la EPOC son la falta de aire, una tos que no desaparece y una mucosidad espesa y a menudo coloreada (flema) que se expulsa al toser.

Otros síntomas, especialmente en las últimas fases de la enfermedad, pueden ser:

  • Sensación de opresión en el pecho

  • Menor capacidad para mantenerse activo

  • Menos actividad sexual

  • Aumento de peso (porque no puedes ser tan activo)

  • Pérdida de peso (por problemas respiratorios al comer)

  • Síntomas que empeoran por la mañana (típicos de la EPOC)

Su médico querrá conocer cualquiera de esos síntomas cuando le evalúe. También querrá saber si usted o alguien de su casa fuma, ya que el tabaquismo es el mayor factor de riesgo de la EPOC. La exposición prolongada a humos, contaminación o polvo también es un factor de riesgo de EPOC.

Pero tenga en cuenta que, en las primeras fases, es posible que no tenga ningún síntoma. O los signos pueden ser muy sutiles, como estar un poco más cansado al realizar tareas básicas como subir escaleras o llevar la compra.

Este tipo de síntomas pueden resultar especialmente interesantes para su médico si empeoran lentamente con el paso del tiempo, sin una causa evidente. Si su médico sospecha que se trata de una EPOC, es probable que compruebe su respiración con un aparato especial para medir el flujo de aire llamado espirómetro. Una radiografía de tórax y otras pruebas también pueden ayudar a precisar el diagnóstico (véase más adelante).

Es importante diagnosticar la EPOC lo antes posible porque, aunque actualmente no hay cura, el tratamiento precoz puede contribuir a ralentizar el avance de la enfermedad.

Pruebas para detectar la EPOC

Una serie de pruebas puede ayudar a precisar el diagnóstico de EPOC. Revelan los signos de la EPOC y ayudan a descartar los signos de otras enfermedades que podrían confundirse con la EPOC. Estas pruebas incluyen:

Examen del tórax. El médico le inspeccionará el pecho visualmente y lo escuchará con un estetoscopio. Le colocará el estetoscopio en el pecho para escuchar cualquier cosa inusual, como las sibilancias. Puede que incluso le dé unos golpecitos en el pecho para escuchar determinados sonidos. En función de lo que escuchen, pueden recomendar más pruebas.

Espirometría. En ella se comprueba la cantidad de aire que puede inspirar y espirar. Es la prueba de función pulmonar más común y se considera la mejor manera de diagnosticar la EPOC. Es sencilla e indolora. Se le pedirá que respire profundamente y que sople con fuerza en una boquilla conectada a una pequeña máquina. Esta máquina, denominada espirómetro, mide la velocidad con la que se expulsa el aire de los pulmones.

Los resultados pueden indicarle si tiene EPOC, incluso si aún no ha presentado síntomas. También puede indicar si tiene otro problema de salud, como asma o insuficiencia cardíaca.

Radiografía de tórax. Crea una imagen de su pecho, incluyendo el corazón, los pulmones y los vasos sanguíneos. Muestra si hay problemas en los pulmones, incluidas otras enfermedades como la neumonía, el cáncer y la insuficiencia cardíaca (cuando el corazón no puede bombear suficiente sangre).

TAC de tórax. También crea una imagen del tórax, aunque con más detalles que la radiografía de tórax. Esta prueba también es indolora, aunque puede inyectarse un tinte en una vena del brazo para obtener imágenes más claras del tórax.

Se tumbará en una camilla que se desplaza dentro de un escáner de TC, que tiene forma de túnel. Oirá chasquidos y diversos sonidos mientras el escáner se mueve a su alrededor para tomar imágenes. La exploración completa dura unos 30 minutos.

Prueba de gasometría arterial. Mide la cantidad de oxígeno y dióxido de carbono que circula por su sangre. Se le extrae sangre para que un laboratorio la analice.

Si no recibe suficiente oxígeno en el torrente sanguíneo, podría ser un signo de que padece EPOC u otras enfermedades pulmonares.

Prueba de deficiencia de alfa-1 antitripsina. Se trata de una prueba para detectar una proteína llamada AAT, que se encuentra en los pulmones y en la sangre.

Esta proteína ayuda a proteger los pulmones de enfermedades como la EPOC. Pero algunas personas no producen suficiente AAT porque han heredado una mutación genética. Las personas que carecen de AAT son más propensas a contraer enfermedades pulmonares antes de lo habitual, en torno a los 30 o 40 años.

Esta mutación genética es poco frecuente. Su médico puede sugerirle que se haga esta prueba si su familia tiene antecedentes de deficiencia de AAT.

Para la prueba, se extrae una pequeña muestra de sangre de una de sus venas y se comprueba su nivel de AAT.

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