¿Su sistema inmunológico no funciona bien? Consejos sobre nutrición, ejercicio y más

Si tu sistema inmunitario está débil debido a una enfermedad, a la quimioterapia, al VIH o a otros motivos, utiliza estos consejos para cuidarte y mantenerte lo más sano posible. El médico te explica cómo hacerlo.

Si tu sistema inmunitario no está fuerte, ya sea por los medicamentos que tomas o por una enfermedad, querrás cuidarte especialmente.

Los cambios que hagas en tu rutina diaria no tienen por qué ser grandes. Unos pocos retoques pueden hacer que te sientas bien.

Lleva un diario de actividades

Muchas personas que tienen el sistema inmunitario debilitado, especialmente con la quimio o la radioterapia para el cáncer, tienen fatiga. Incluso las cosas más pequeñas -ir de compras o visitar a los amigos- pueden agotarte.

Sin embargo, con un poco de tarea, puedes seguir haciendo la mayoría de las cosas que quieres hacer.

Durante una semana, anote cómo se siente en diferentes momentos del día.

"Controlar tu propio nivel de energía [puede ser] una verdadera revelación", dice Claudine Campbell, directora de terapia ocupacional del Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York. "Hay momentos del día en los que puedes tener más energía".

Averigua cuándo son esos momentos y planifica las actividades en ellos.

Para los períodos de poca energía, pruebe estas tres estrategias:

1. Planifica con antelación.

Haz una lista para hacer la compra en el supermercado y traza tu recorrido por los pasillos con antelación. "Así puedes pasar por la tienda una vez y no tener que repetir", dice el doctor Brent Braveman, director de rehabilitación del MD Anderson Cancer Center de Houston.

Algunas tiendas tienen incluso planos en línea. Y cuando hagas la compra, adquiere los productos perecederos en último lugar para poder llevártelos a casa enseguida.

2. Simplifica.

Elimina los pasos que realmente no necesitas hacer. Por ejemplo, utiliza un carrito para recoger todo lo que necesitas de la despensa antes de ponerte a cocinar. Así se eliminan los desplazamientos extra y no tienes que cargar con nada.

3. Toma asiento.

Siéntate en lugar de estar de pie cuando te duches o cocines.

Come bien

La mayoría de las personas con sistemas inmunitarios débiles no necesitan una dieta especial, siempre y cuando obtengas todos los nutrientes que necesitas.

La mejor estrategia es sencilla: Coma una variedad de alimentos con énfasis en frutas y verduras, granos integrales y proteínas magras.

También es posible que quieras:

  • Alejarse de los alimentos procesados con muchos aditivos.

  • Evita los alimentos crudos o poco cocinados, ya que pueden enfermarte.

  • No bebas agua si no sabes de dónde procede o si ha estado mucho tiempo en su recipiente.

  • Prescinde de los suplementos nutricionales a menos que hables primero con tu médico. No hay pruebas de que vayan a reforzar tu sistema inmunitario, y algunos incluso pueden ser perjudiciales.

  • Habla con tu médico antes de tomar más vitaminas. Demasiado de algo bueno puede perjudicarle.

Muévete

El ejercicio es clave. Aunque parezca sorprendente, "el tipo de fatiga que tienen las personas con problemas inmunológicos puede no mejorar con el descanso", dice Braveman.

Esto no significa que tengas que correr una maratón. Puedes aumentar tu energía con actividades más sencillas. Prueba a caminar, nadar, hacer tai chi o yoga.

Lo importante es hacerlo parte de tu rutina.

"Puedes personalizarla", dice Sara Wolfson, enfermera geriátrica del Centro Médico de la Universidad de Nebraska en Omaha. "A veces son 5 minutos al día, a veces 10. Le decimos a la gente que lo divida y descanse entre medias".

El ejercicio también reduce el estrés, que puede empeorar los problemas inmunológicos. Los estudios demuestran que las personas que hacen ejercicio se enferman con menos frecuencia que las que se quedan quietas.

Habla con tu médico sobre qué actividades puedes probar. Algunas personas con trastornos inmunitarios no deben practicar deportes de contacto ni nadar en océanos y lagos.

Protéjase de las infecciones

Uno de los mayores peligros a los que se enfrentan las personas con problemas inmunitarios es el riesgo de infección. El sentido común puede disminuir ese riesgo:

  • Lávate las manos con frecuencia y lleva un desinfectante de manos.

  • Si alguien quiere darte la mano, dile que estás resfriado. Te mantienes libre de gérmenes y no se ofenden.

  • Utilice una mascarilla quirúrgica en lugares concurridos, y evite por completo los lugares concurridos si hay un brote de gripe.

  • Asegúrate de que los miembros de tu familia se lavan las manos, estornudan en los codos y te cuidan a ti cuidando su higiene.

  • Aléjate de las personas que están enfermas.

  • Informe a su médico sobre cualquier síntoma tan pronto como lo note para evitar una enfermedad completa.

  • Cepíllate los dientes y usa el hilo dental con regularidad, y visita a tu dentista para alejar cualquier infección causada por la caries.

  • Consulte a su médico antes de vacunarse (incluidas las de viaje). Algunas pueden ser perjudiciales para personas con ciertas condiciones inmunológicas.

  • Asegúrate de que los miembros de tu familia están al día con sus vacunas.

  • Descansa. Ayuda que mantengas unas horas de sueño regulares, que evites las siestas largas y que te tomes un tiempo de tranquilidad antes de acostarte.

  • Elige las mascotas con cuidado. Los perros y los gatos suelen ser buenas opciones, pero los reptiles y los pájaros pueden ser portadores de gérmenes y no pueden ser inmunizados.

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