El médico comparte ocho consejos para el tratamiento casero y natural de los síntomas del resfriado y la gripe.
Es importante sonarse la nariz con regularidad cuando se está resfriado, en lugar de volver a sonarse los mocos. Pero cuando te suenas fuerte, la presión puede provocar un dolor de oídos. La mejor manera de sonarse la nariz: Presiona un dedo sobre una fosa nasal mientras te suenas suavemente para despejar la otra. Lávate las manos después de sonarte.
Nº 2: Manténgase descansado
Descansar cuando se tiene un resfriado o una gripe por primera vez ayuda al cuerpo a dirigir su energía hacia la batalla inmunológica. Esta batalla pone a prueba al cuerpo. Así que dale una pequeña ayuda tumbándote bajo una manta.
Nº 3: Haz gárgaras
Las gárgaras pueden humedecer el dolor de garganta y proporcionar un alivio temporal. Prueba con una cucharadita de sal disuelta en agua tibia, cuatro veces al día. Para reducir el cosquilleo en la garganta, prueba a hacer gárgaras astringentes -como el té que contiene tanino- para tensar las membranas. O bien, pon una cucharada de zumo de limón en dos tazas de agua caliente y mézclala con una cucharadita de miel. Deje que la mezcla se enfríe a temperatura ambiente antes de hacer gárgaras. La miel nunca debe darse a los niños menores de un año.
Nº 4: Beber líquidos calientes
Los líquidos calientes ayudan a aliviar la congestión nasal, ayudan a prevenir la deshidratación y algunas hojas de té, como la manzanilla, ayudan a calmar las incómodas membranas inflamadas que recubren la nariz y la garganta. Ÿ También puedes añadir un poco de miel, que alivia las vías respiratorias y tiene propiedades antivirales y antibacterianas.
No.5: Pruebe una pastilla para calmar la garganta
Busca pastillas que contengan extracto de equinácea o saúco, zinc y vitamina C.? El aloe ayuda a calmar y reducir la irritación de la nariz y la garganta. Para tratar los resfriados, se suelen utilizar infusiones de menta; los aceites de menta y el aceite de menta -que se compone principalmente de mentol- se pueden utilizar en forma de friegas. Colgar eucalipto en las duchas ayuda a liberar sus aceites para reducir la inflamación de las vías respiratorias. Algunas pastillas de venta libre también contienen dosis muy bajas de aspirina que, aplicadas a los tejidos inflamados por una infección de las vías respiratorias superiores, pueden... ayudar a calmar el dolor de garganta.
Nº 6: Darse una ducha de vapor
Las duchas de vapor hidratan tus conductos nasales y te relajan. Si estás mareado por la gripe, hazte una ducha de vapor mientras te sientas en una silla cercana y te das un baño de esponja.
Nº 7: Aplique compresas calientes o frías alrededor de sus senos nasales congestionados
Cualquiera de las dos temperaturas puede ayudarle a sentirse más cómodo. Puedes comprar compresas calientes o frías reutilizables en una farmacia. O hacer las tuyas propias. Coge una toallita húmeda y caliéntala durante 20 segundos cada vez en el microondas (prueba primero la temperatura para asegurarte de que no está demasiado caliente). O coge una bolsa pequeña de guisantes congelados para usarla como compresa fría.
Nº 8: Duerme con una almohada extra bajo la cabeza
Esto ayudará al drenaje de las fosas nasales. Si el ángulo es demasiado incómodo, pruebe a colocar las almohadas entre el colchón y los somieres para crear una pendiente más gradual.
Nº 9: No vueles a menos que sea necesario
No tiene sentido añadir estrés a tu ya estresado sistema respiratorio superior, y eso es lo que hará el cambio de presión atmosférica. Volar con un resfriado o una gripe congestionada puede dañar los tímpanos como resultado de los cambios de presión durante el despegue y el aterrizaje. Si tiene que volar, consulte a su médico sobre el uso de adecongestionantes y lleve consigo un spray nasal para utilizarlo justo antes del despegue y el aterrizaje. Masticar chicle y tragar con frecuencia también puede ayudar a aliviar la presión.
Recuerde que las afecciones graves pueden hacerse pasar por un resfriado común y que una infección leve puede convertirse en algo más grave. Si tienes síntomas graves o te sientes más enfermo cada día que pasa o debes viajar, acude al médico.