Cómo averiguar qué es lo que realmente molesta a tu hijo en la consulta del médico, y cómo ayudarle a convertirse en un paciente modelo.
Marcela Jones, profesora de inglés en Washington, D.C., dice que su hija de 3 años, Amalia, empieza a gritar en cuanto entran en la consulta del médico. El sufrimiento de su hija, provocado por la bata blanca, comenzó, dice Jones, con su revisión de dos años: Amalia recibió sus vacunas de rutina y luego subió a otra consulta para un análisis de sangre con plomo. "Tuvimos que tener a tres personas sujetándola", dice Jones. "Fue horrible".
¿Qué puede hacer un padre? Jones sabía que no quería volver a tener una lucha así, así que empezó a hablar con su hija sobre por qué los padres llevan a sus hijos a ver a los médicos en primer lugar y sobre lo que suele ocurrir en la consulta. Porque, sea cual sea el motivo de la visita, dice Karen Stephens, MS, educadora de la primera infancia en la Universidad Estatal de Illinois y autora de The Complete Parenting Exchange Library, es importante que los niños sepan lo que les espera. "A menudo una gran parte del miedo", dice, "es que los niños no saben qué esperar".
O a veces los niños tienen una idea equivocada sobre el tratamiento médico. Si han visto programas de televisión sobre hospitales, por ejemplo, pueden asociar a los médicos con traumas y lesiones importantes.
Cómo ayudar a un niño que tiene miedo al médico
Para combatir los miedos de los niños, los padres deben explicarles lo que ocurrirá cuando visiten al médico. Los detalles concretos ayudan: El estetoscopio que el médico utilizará para escuchar el corazón del niño puede sentirse frío, el depresor lingual que permite al médico ver la garganta puede ser áspero.
Los padres también deben modelar la actitud que quieren que su hijo aprenda. "Muchas de las tareas de desarrollo que tienen que realizar los niños dan miedo", dice Stephens. "Pero cuando los niños son lo suficientemente valientes como para caminar sin colgarse de la mesa de centro, solemos animarles y decirles: "¡Lo has conseguido!". Ser capaz de obtener ayuda médica, dice Stephens, es otra importante habilidad para la vida. "Pero si los niños perciben el nerviosismo de los padres, interpretarán la visita como algo más importante de lo que es".
¿Y después? "No soy partidario de las recompensas", dice Stephens, "pero sí de ir a hacer algo divertido juntos". "Todo depende de cómo lo expreses", dice. "Prueba a decir: 'Vamos a celebrar tu valentía y tu cooperación'. Porque, francamente, cuando hago algo desafiante, me gusta celebrarlo".
Cómo ayudar a un niño a prepararse para la visita al médico
Se acerca una visita al médico? Planifique con antelación con estos consejos de la educadora de la primera infancia Karen Stephens, MS.
Juega. Compra un kit de médico de juguete y deja que los niños atiendan a sus peluches y muñecos y a ti.
Muchos libros ilustrados muestran a los niños lo que pueden esperar durante una visita al médico.
No mientas. Sí, una inyección dolerá, pero pasará pronto y es importante para la salud a largo plazo. "No mientas: 'No te va a doler'", dice Stephens.
Caliéntalos. Lleve a los niños más pequeños a las citas de sus hermanos mayores para que se acostumbren a la rutina. Deje que los niños le acompañen a sus citas con el médico. Deje que vean lo que ocurre y cómo reacciona usted.
Lleva un juguete de peluche. El médico puede "examinar" primero el animal o el muñeco para que el niño se sienta más cómodo con lo que va a ocurrir durante la visita al consultorio.
Exprese confianza: Dígale a su hijo: "Sé que lo harás lo mejor posible en la consulta del médico".