Aprenda a controlar las peleas y el comportamiento agresivo entre los gatos de su casa.
Cualquier cambio repentino en el comportamiento de su gato podría ser un signo de una enfermedad subyacente. Enfermedades como el hipertiroidismo, la artrosis, las enfermedades dentales y los problemas del sistema nervioso central pueden provocar agresividad. Consulte a un veterinario para asegurarse de que su gato está sano.
Si su veterinario descarta problemas médicos, tendrá que identificar la causa de la agresividad para desarrollar un plan de modificación del comportamiento con su veterinario (u otro profesional)".
Tipos y causas de la agresividad felina
Si no hay ninguna razón médica para que su gato actúe de forma agresiva, podría estar en juego una de las siguientes:
Agresión por miedo. La agresión por miedo puede producirse en situaciones que hacen que su gato se sienta amenazado o atrapado. Si su gato siente miedo, puede actuar de forma agresiva para defenderse.
Agresión materna. La agresión materna puede producirse cuando un animal o una persona se acerca a una gata madre y a sus gatitos. La gata madre puede gruñir o sisear, dar manotazos, perseguir o incluso intentar morder a otro gato que se acerque demasiado, aunque normalmente se lleven bien. La agresividad materna suele desaparecer cuando los gatitos dejan de ser amamantados. Si una gata es agresiva por maternidad, considere la posibilidad de esterilizarla para evitar más camadas.
Agresión por juego. Todos los juegos de los felinos consisten en un simulacro de agresión, por lo que los juegos bruscos no son nada fuera de lo común. Los gatos pueden acechar, perseguir, manotear, escabullirse, abalanzarse, patear, emboscarse e incluso arañarse o morderse durante el juego. Sin embargo, el juego puede llevar a la sobreestimulación, que puede llegar a la agresión. Esto suele ocurrir entre gatos con una diferencia de edad significativa.
Agresión territorial. Todos los animales pueden ser territoriales, y los gatos no son una excepción. Cuando los gatos perciben que su territorio está siendo invadido, pueden sisear, golpear, gruñir e incluso acechar y/o perseguir al intruso, ya sea otro gato o una persona.
Cómo entender el lenguaje corporal felino
Los ojos, las orejas, el cuerpo y la cola de su gato intentan comunicar sus sentimientos con usted y con otros gatos y animales. Algunas posturas y señales que hay que buscar son:
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Si las orejas de su gato están hacia atrás, de lado, o acostadas ("orejas de avión"), es probable que esté molesto, enfadado o asustado.
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Si sus pupilas están dilatadas, es posible que se sientan nerviosos o sumisos, o agresivos a la defensiva.
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Si tiene la cola baja o metida entre las patas, puede que se sienta ansioso. Si la mueve de un lado a otro, es probable que esté agitada.
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Si tiene la espalda arqueada y el pelo erizado, puede estar asustado o enfadado.
Las vocalizaciones de los gatos también comunican sus sentimientos:
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Los gruñidos y/o siseos indican que su gato está molesto, enfadado, asustado o agresivo...
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Los aullidos significan que su gato está en algún tipo de angustia. Podrían estar sufriendo, atrapados o asustados.
Cómo ayudar a los gatos a llevarse bien
El tratamiento para la agresión o las peleas entre gatos varía en función del tipo de comportamiento agresivo, pero puede incluir la desensibilización, técnicas de contracondicionamiento o terapia farmacológica.
Los métodos de manejo para la agresión entre gatos incluyen:
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Esterilice a sus gatos. Las peleas son comunes entre machos intactos (no castrados), y las hembras intactas son propensas a tener camadas, lo que lleva a la agresión materna.
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Proporcione perchas y escondites adicionales, como cajas y árboles para gatos. Esto permite a su gato o gatos escapar y/o esconderse cuando se sienten amenazados o asustados.
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Tener muchos suministros para gatos. Tener varios cuencos de comida y agua, cajas de arena, perchas y juguetes puede evitar las peleas por los recursos.
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Refuerce los comportamientos incompatibles cualquier comportamiento que no pueda darse al mismo tiempo que el comportamiento problemático. Elógielos y lance golosinas saludables para premiar a sus gatos.
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Pruebe a utilizar feromonas. Hay productos que imitan el olor natural de los gatos, que pueden ser eficaces para disminuir la agresividad.
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Mantenga a los gatos separados, especialmente a la hora de comer. Es posible que la separación deba durar sólo unos días, pero si la agresión es persistente y grave, pueden pasar varias semanas antes de poder reintroducir gradualmente a los gatos...
Qué no hacer cuando los gatos se pelean
Cuando intentes que tus gatos se lleven bien, es importante que prestes atención a si están jugando o si realmente se pelean. Si la pelea es real, debes interrumpirla y responder adecuadamente después.
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No dejes que se peleen. Si se trata de una pelea real, no dejes que tus gatos se peleen. Los gatos no resuelven los desacuerdos con agresividad. No quieres ponerte en medio de dos gatos que se pelean, así que intenta distraerlos con un ruido fuerte o un movimiento brusco que rompa su concentración en la pelea.
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No castigue a su gato. Nunca castigue a su gato por un comportamiento agresivo hacia otro gato. El castigo puede empeorar los comportamientos temerosos o agresivos.
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No les tranquilices. En ese mismo sentido, no intente calmar o tranquilizar a su gato agresivo. En su lugar, dale espacio.
Si tus gatos se siguen peleando
Si la agresividad de tus gatos es grave o se vuelve inmanejable, ponte en contacto con un conductista animal certificado (CAAB o ACAAB) o con un conductista veterinario certificado (Dip ACVB) para que te oriente. Estos profesionales pueden proporcionar una visión más profunda y orientación sobre la modificación del comportamiento de sus gatos.
Por desgracia, algunos gatos simplemente no pueden convivir en paz. Si ha agotado sus recursos, su tiempo y su energía con la esperanza de resolver las agresiones o las peleas entre sus gatos, puede ser el momento de considerar la posibilidad de encontrar un nuevo hogar para uno de ellos o de mantenerlos permanentemente separados.