El cáncer puede causar dolor a muchas personas, pero la radioterapia puede aliviarlo. El médico explica cómo funciona.
Puede que conozca la radioterapia como un tipo de tratamiento para el cáncer. Pero también es una forma de aliviar parte del dolor que puede causar la enfermedad. Esto se llama radioterapia paliativa. Su médico puede recomendarla para aliviar el dolor de las lesiones cutáneas, los tumores o el cáncer que se ha extendido a los huesos.
Cómo funciona
Cuando los tumores crecen lo suficiente, pueden empezar a presionar los nervios, huesos y órganos cercanos, lo que duele. También pueden causar dolor cuando crecen en los tejidos que los rodean o los destruyen.
La radiación actúa matando las células cancerosas, lo que hace que los tumores se reduzcan. Eso puede aliviar la dolorosa presión sobre las partes del cuerpo de la zona. Una vez que la radiación reduce los tumores lo suficiente, puede hacer que otros tratamientos, como la cirugía, tengan más éxito.
Si le duelen los huesos, la radiación puede ayudarle a moverse más fácilmente.
Cómo se recibe
Puede recibir la radiación desde el exterior de su cuerpo, lo que se denomina radioterapia externa, o a través de medicamentos que contienen sustancias químicas radiactivas.
Si la primera ronda de radioterapia no le alivia lo suficiente, puede recibir una segunda ronda. Si la primera ronda funciona, pero el dolor vuelve a aparecer más tarde, podría volver a intentarlo entonces.
Radioterapia externa. En este tipo de radioterapia se utiliza una máquina para dirigir haces de rayos X u otros tipos de radiación hacia el cáncer de los huesos. Puede recibirla en una dosis grande o dividida en varias dosis.
Durante el tratamiento, se acostará en una mesa especial. Tendrá que permanecer en la misma posición sin moverse mientras recibe el tratamiento, pero su equipo de oncología puede mandar a hacer accesorios especiales para ayudarle a permanecer quieto. No podrá sentir la radiación en sí.
La radiación externa tarda unas semanas en hacer efecto, pero 7 de cada 10 personas dicen haber sentido al menos la mitad de dolor después del tratamiento. Para algunas personas, elimina el dolor por completo.
Tratamiento farmacológico. Si el cáncer se ha extendido a unas pocas zonas del hueso o hay demasiados puntos para tratar con radiación externa, es posible que su médico quiera probar el tratamiento con fármacos que tienen material radiactivo en su interior. El médico le administrará una inyección del tratamiento directamente en la vena a través de un tubo (una vía intravenosa). El material se desplazará por todo el cuerpo y se acumulará en las partes del hueso donde haya cáncer.
Para algunas personas que reciben el tratamiento farmacológico, el dolor empeora durante unos días justo después, pero eso es raro. Suele tardar entre 1 y 4 semanas en hacer efecto, y el alivio que se obtiene puede durar hasta 18 meses.